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» Diario Cordoba
Fecha: 18/05/2025 14:33
-Han calificado ‘Dolce Vita’, su noveno disco de estudio, como su particular "Jardín del Edén". ¿Cómo han hecho para llevar toda esa luz al escenario? -Eva Amaral: Ha sido todo un reto plasmar en los conciertos esa sensación de belleza que transmite el disco. Hemos cuidado hasta el último detalle y la verdad es que lo estamos disfrutando mucho desde el escenario. La transmisión con el público está siendo increíble. -En este punto de su carrera, ¿dónde disfrutan más? ¿En el escenario, en el estudio, durante el proceso de composición...? -Juan Aguirre: Yo no podría elegir. Pero sí te diré que creo que hay un reto de cara al futuro: acercar un poco el escenario al estudio, que la sensación de estar trabajando en esa intimidad tenga algo que ver con la energía que se siente en el directo. Hay pocos grupos que han conseguido eso. Quizá bandas clásicas de soul o grupos como los Rolling Stones o Foo Fighters lo han logrado, pero no es fácil. No debería estar tan alejado el estudio del directo porque al final es interpretar algo con instrumentos. Deberíamos intentar que fuera lo más parecido posible. -Llevan tiempo viviendo fuera de Zaragoza. Cuando regresan, ya sea para tocar o no, ¿sienten algo especial? ¿Echan de menos la ciudad? -Eva Amaral: Sí, se unen un montón de sensaciones cuando venimos. Desde hace unos años, sobre todo cuando vas perdiendo familia, te da como tristeza volver porque siempre lo relacionas. Y hubo un tiempo en que me costaba más regresar, pero luego hay un punto de inflexión en el que empiezas a reconciliarte con esas calles y esos bares que ya nunca serán iguales. De todas estas sensaciones quisimos hablar en la canción ZGZ. -Juan Aguirre: Yo llevaba mucho tiempo sin estar tanto tiempo en Zaragoza. He estado tres meses seguidos y la verdad es que la sensación es muy parecida a cuando de chavales salíamos de casa y tocábamos en un garito pequeño de la ciudad. Lo que ocurre que ahora el garito ha crecido. -Antes de publicar su primer disco en 1998 se patearon todas las salas y escenarios de la ciudad. ¿Cómo recuerdan esa época? -Juan Aguirre: Pues con mucho cariño. Fueron unos años muy divertidos. En esa época ni nos planteábamos todo lo que nos pasó después. Acudía poca gente a esos primeros conciertos, aunque desde el principio sentimos esa conexión con el público. La verdad que fueron buenos tiempos y había mucho movimiento en la ciudad. -Zaragoza siempre se ha caracterizado por tener una gran escena musical... -Juan Aguirre: Y la sigue teniendo. Estos meses que he estado más aquí he escuchado bandas que no conocía y es increíble el movimiento que hay. Está sucediendo algo muy interesante además. Han surgido propuestas, pienso por ejemplo en Ixeya, que están mezclando sin ningún complejo el pop con el folclore aragonés, algo a lo que antes se tenía más recelo. -Eva Amaral: Desde la década de los 50 y los 60 ha habido muchas generaciones de chavales que han visto en la música una forma de expresión o una vía de escape. Y eso se ha ido heredando y ha ido dejando un poso. También hay gente que habla de la influencia de la base americana, que facilitaba el acceso a discos e instrumentos… Yo no sé cuánto influyó realmente eso, pero imagino que todo tiene que ver. También el hecho de estar entre Madrid y Barcelona. "Yo era superfan de Niños del Brasil; Santi Rex me parecía el divo máximo" -¿En sus inicios, miraban mucho a la música que se hacía desde Zaragoza? -Juan Aguirre: La verdad es que no. A mí por ejemplo me influyó mucho más la música que pinchaba Cachi, el locutor de Radio Zaragoza. Ponía las maquetas de bastantes bandas locales, pero también mucha música anglosajona que no se conocía tanto aquí. Y nosotros somos producto de eso, porque crecimos con esas bandas en una época en la que no había Spotify ni internet. Cachi fue muy importante para la cultura musical underground en Zaragoza. Nos dio referentes. Decíamos, ‘si estos tíos de Manchester lo hacen, nosotros también podemos’. Y por supuesto fueron muy importantes los Héroes, que desde aquí llegaron a un público muy amplio. En este sentido, yo creo que se ha valorado poco la figura de Juan Valdivia, que es un músico increíble. -Eva Amaral: Yo era superfan de Niños del Brasil. Iba a todos los conciertos que podía, incluso antes de tener ningún grupo ni nada. Santi Rex me parecía el divo máximo. -¿Qué bandas conformaron su ADN musical? -Juan Aguirre: Son tantas que es difícil nombrar solo algunas. De todas las épocas además, incluso grupos que ya no existían cuando éramos adolescentes. Pero creo que nuestro ADN musical se sigue conformando actualmente. Es algo vivo porque no hemos dejado de interesarnos por la música. -¿Cuándo tuvieron claro que querían dedicarse de lleno a la música? -Eva Amaral: Claro claro tampoco sé si lo teníamos. En mi caso simplemente sabía que era algo que me hacía tremendamente feliz. Sí que pensaba que tenía un talento especial e innato para hacer música, pero tampoco hubo un momento en el que dije ‘quiero que sea mi profesión’. Además, en casa tampoco es que hiciera demasiada gracia... -Juan Aguirre: Yo sí que quería ser músico ya desde bastante joven. Además, se me daba mejor inventarme cosas que reproducir lo que oía en los discos. Cuando escuchaba algo que me gustaba la sensación también era brutal, pero no tenía ganas de imitarlo sino de hacer algo propio que me hiciera sentir esa misma emoción cuando yo lo tocara. El subidón de dopamina era increíble y eso me sigue enganchando como el primer día. -Usted Eva, ¿ya cantaba desde niña? -Eva Amaral: No, no, lo de cantar fue algo colateral e imprevisto. A mí lo que más me interesaba era la música en sí. Por ejemplo, me atraía mucho la parte rítmica de las canciones, algo que me viene de mi padre porque él enseñaba a tocar el tambor. De hecho, yo empecé con la batería y era lo que me interesaba de verdad. Pero un día me puse a cantar en el local de ensayo con los amigos y ahí empezó todo. Y eso que mi voz era muy grave, casi masculina. No me atrevía a subir los registros... Luego ya empecé a tomar clases y me solté. "No hacemos planes de futuro, pero la emoción al hacer las canciones es la misma que al principio" -Su primer álbum no tuvo una repercusión enorme, pero eso no les frenó. ¿La tenacidad es clave? -Eva Amaral: Hombre, ganas hay que tener. Y es verdad que el primer disco no llegó al gran público, pero es que nosotros nunca nos planteamos hacia dónde íbamos. No nos daba tiempo a sentir la dificultad del camino porque nunca nos quedábamos parados. -Juan Aguirre: Con el primer disco fue todo muy underground, pero para nosotros ya fue increíble. Al final, lo del éxito depende mucho de tus expectativas y en esa época nuestro horizonte no estaba tan lejano. -Poco antes de grabar ese primer disco decidieron instalarse en Madrid. ¿Era casi una obligación en esa época? -Eva Amaral: Bueno, también nos fuimos a Madrid porque en Zaragoza ya habíamos tocado en todos los sitios. En esa época pensábamos que quizá no fuera posible grabar un álbum, pero confiábamos en que con la música al hombro, con la facilidad que dan dos guitarras y la voz, podríamos sobrevivir haciendo bolos. Teníamos esa percepción romántica. -Juan Aguirre: De hecho fuimos a Madrid sin ninguna idea de quedarnos a largo plazo. Pensábamos que podíamos estar allí un tiempo pero luego ir a otro lado. En esos años sí que teníamos esa concepción más romántica de la profesión, con esa vida más nómada y poco establecida. -¿Echan de menos esa emoción de los inicios, esa excitación que a veces favorece la pulsión creadora? -Eva Amaral: Bueno, es que yo creo que lo bonito es que seguimos sientiendo esa pulsión. Recuerdo la emoción con las primeras canciones, esa agitación que acelera el corazón al encontrar algo que estás buscando... Ahora siento lo mismo. Eso no lo hemos perdido. La emoción ante el papel en blanco con la guitarra en las manos sigue siendo la misma. -Esa emoción se percibe con claridad a lo largo de su nuevo disco. ¿Están satisfechos de este puñado de canciones? -Eva Amaral: La verdad es que sí. Estamos especialmente orgullosos y creemos que es uno de los mejores discos de nuestra carrera. Sabemos que puede sonar a tópico, pero en este caso lo decimos con mucha sinceridad. -Entre el disco anterior y este han transcurrido casi seis años. ¿Habrá que esperar tanto para el próximo? -Eva Amaral: La idea es que no. Además, esta gira seguro que nos va a traer inspiración. -Juan Aguirre: Tenemos muchas canciones sin grabar todavía, una lista interminable. Y seguro que tendríamos ya para otro disco, lo que pasa que cuando nos juntamos tenemos que decidir por dónde tirar, qué nos apetece hacer... No es nada premeditado, es un poco irracional. Además, creo que estamos en un momento muy creativo, así que no sabemos cómo será lo próximo. Para nosotros esto es un viaje. Nuestro público nos ha acompañado en esta evolución y ha entendido, sin necesidad de explicárselo, que nunca íbamos a hacer Hacia lo salvaje 2.0 o Nocturnal 2.0, y probablemente tampoco hagamos Dolce Vita 2.0. -¿En algún momento se han planteado el futuro del grupo o simplemente siguen fluyendo? -Eva Amaral: Nunca nos hemos parado a meditar ese tipo de cosas. Pensamos siempre a corto plazo y no hacemos muchos planes de futuro. Pero lo que te decíamos antes, la emoción que sentimos a la hora de hacer canciones es la misma que al principio. Y eso ya es muy buena señal. -Juan Aguirre: Siempre nos hemos dejado llevar en ese sentido. De hecho, tenemos claro que la mitad de lo conseguido es fruto de la casualidad. Hay mucho de voluntad, pero también mucho de suerte. Hay mucha gente que tiene talento, aquí mismo en Zaragoza, y no sabes por qué pero no llega. Conocemos a muchos músicos que se merecerían mucha más repercusión. Este mundo de la música muchas veces no es justo. Es así, hace falta también tener ese punto de suerte, de estar en el lugar adecuado en el momento exacto.
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