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» Elterritorio
Fecha: 18/05/2025 13:12
Francesco “Chicho” Grimaldi, campeón sudamericano de karting y compañero de Franco Colapinto en sus inicios, reveló los desafíos económicos de la elite domingo 18 de mayo de 2025 | 6:05hs. Chicho Grimaldi forma a las nuevas generaciones para competir en alto nivel. Llegar a la Fórmula 1 desde Misiones no es imposible, pero sí cuesta arriba. Francesco Chicho Grimaldi, campeón sudamericano de karting, lo sabe de primera mano. Desde sus primeras vueltas en Posadas hasta las competencias en Europa junto a Franco Colapinto en su niñez, su recorrido revela el verdadero precio de soñar en grande. En esta entrevista con El Territorio, Grimaldi desnuda la trastienda del automovilismo profesional, los gastos que no se ven, la infraestructura que escasea y el rol clave del respaldo familiar. Cuánto cuesta realmente competir afuera. Qué tan lejos está el karting argentino del europeo. Y cómo influye la falta de sponsors en el destino de los talentos del interior. Grimaldi sabe que el karting no perdona errores. “Estamos hablando de milésimas de segundo, curva tras curva. Necesitás reflejos instantáneos, un estado físico impecable y ritmo constante. Que te saquen dos décimas por vuelta significa perder segundos irreversibles en 20 vueltas”, explicó el campeón sudamericano Rotax 2023. A sus 22 años, este piloto misionero con experiencia internacional conoce bien el precio de soñar con la Fórmula 1. Los números que menciona son contundentes, una temporada completa en el karting nacional ronda los $50 millones de pesos, mientras que competir en Europa requiere al menos 250.000 euros anuales aproximadamente. “La familia de Franco Colapinto proyectó cada paso: karting en Europa, fórmulas junior y la radicación allí. Sin ese plan y respaldo económico, es imposible”, admitió Grimaldi, quien compartió pista con el piloto de Alpine en la Rok Cup de Italia 2014. “Éramos 130 pilotos de todo el mundo, sólo dos argentinos, él y yo. Ya se notaba su manejo agresivo y se destacaba”, recordó. Misiones muestra un panorama contradictorio para los jóvenes talentos. Por un lado, Grimaldi destacó “tenemos uno de los mejores parques de pilotos del país”, pero por otro señala limitaciones críticas. “Los kartódromos no tienen la seguridad internacional que se necesita y el autódromo necesita nuevo asfalto. Recién ahora estamos implementando telemetría profesional. Cuando yo empecé ni siquiera había cámaras de referencia”, añadió. La búsqueda de sponsors representa otro desafío importante. “Es muy difícil conseguir apoyo sostenido porque son proyectos a largo plazo, se comienza con 8 o 9 años y para saber si estás a la altura hay que sostener un trabajo de diez años”, confesó. Como entrenador de jóvenes promesas como Nicolás Huta (9 años), Grimaldi enfatizó tres pilares fundamentales: el compromiso familiar “es un proyecto largo”; la preparación integral, “trabajamos con psicólogos deportivos porque la presión mental es brutal”; y una proyección realista, “hay que evaluar si el chico realmente quiere este sacrificio”. Su método combina experiencia práctica, compitió en seis países durante 2023, con un enfoque técnico moderno. El caso de Colapinto marca un antes y después para el automovilismo argentino. “Que Franco llegue a la F1 cambió todo”, reflexionó. “Ahora las familias ven que existe un camino posible, aunque requiere fortunas. Ojalá su caso abra puertas para más talentos misioneros”. Sin embargo, el campeón es consciente de las paradojas del deporte. “Muchos talentos se pierden por falta de presupuesto, mientras otros con menos habilidad avanzan por apoyo económico. Es injusto, pero así es este mundo”. Mientras sigue compitiendo, actualmente tercero en el campeonato nacional y formando a la nueva generación, Grimaldi mantiene un mensaje equilibrado. “El karting es sólo el primer escalón, para llegar a la F1 necesitás talento, pero también una estructura económica que hoy pocos pueden costear. En Europa los equipos son corporaciones con ingenieros dedicados a cada piloto. Acá todavía improvisamos mucho”, mencionó. La historia de Grimaldi refleja los desafíos del automovilismo en el interior del país. Desde sus primeras carreras a los 9 años hasta su consagración sudamericana, el piloto vivió en carne propia las limitaciones y oportunidades del deporte motor en Misiones. El camino a la F1 desde Misiones sigue siendo empinado, pero ya no parece imposible. “Franco demostró que cuando se alinean todas las variables (talento, preparación, apoyo económico y timing perfecto) hasta los sueños más ambiciosos pueden hacerse realidad”, concluyó Grimaldi. Su mirada alterna entre el asfalto del kartódromo local y el horizonte internacional, consciente de que en el automovilismo cada milésima cuenta, tanto en la pista como en la búsqueda de recursos para competir al más alto nivel. Compartí esta nota:
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