17/05/2025 19:08
17/05/2025 19:08
17/05/2025 19:08
17/05/2025 19:05
17/05/2025 19:05
17/05/2025 19:03
17/05/2025 19:03
17/05/2025 19:03
17/05/2025 19:03
17/05/2025 19:03
» La Capital
Fecha: 17/05/2025 13:56
La asociación que los nuclea en Rosario presentó un informe con datos negativos. Advirtieron sobre las dificultades para sostener los puestos de trabajo. “Hasta se venía aguantando el empleo pero las posibilidades se van agotando”, dijo Rafael Catalano, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (AIM) al dar a conocer un nuevo informe sobre la actividad del sector. Los números de la entidad muestran una caída de 11,8% interanual en la facturación real del sector durante el primer bimestre de 2025 y una pérdida de 2,4% en los puestos de trabajo en la región al cerrar el año pasado . Si la estabilización cambiaria llevó alguna señal de reactivación en la segunda mitad del año pasado, el arranque de 2025 las disipó. Y el panorama empeoró. Las cifras difundidas por los metalúrgicos rosarinos son anteriores a las que expusieron, para marzo, tanto el Indec, que midió una caída de 4,5% mensual, como la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), que reportó una contracción de 3,6% en el informe que presentó también este viernes. La caída de la demanda, el aumento de costos en dólares y la imposibilidad de mover precios en el mercado interno, sumada a la competencia agresiva de las importaciones parecen mostrar un punto de inflexión en el sector . El reporte metalúrgico cantó una baja de 2,4% interanual en el empleo industrial en el Gran Rosario en el último trimestre del año pasado . En coincidencia con Fisfe, también mostró la pérdida de 9 mil puestos de trabajo en el sector fabril de la provincia, en comparación con el año anterior. Pero estas cifras no captan la sangría de empleos que se produjeron en grandes empresas de la región hasta el cuarto mes del año, sea mediante despidos o retiros voluntarios. “La apertura de importaciones ya es un dato instalado en el análisis de la situación económica, en la feria de Cantón, la principal muestra de comercio exterior de China, hay récord de presencia argentina”, señaló Germán Medina, tesorero de AIM, quien estimó que las consecuencias de esos movimientos y de otros relacionados, por ejemplo, con la eliminación del Cibu (el certificado que permitía administrar el ingreso de maquinaria usada), se harán sentir crudamente en el segundo semestre. “Hoy todos quieren ser importadores, habrá que ver si luego tienen a quién venderle”, advirtió. Esta política aperturista se siente más en la competencia por el mercado interno que en las ventajas sobre los insumos. “El precio de la chapa básica bajó pero no el de la prepintada ni el de otros insumos”, señalaron los directivos de la entidad, cautelosos también frente a las promesas de rebaja en el costo del aluminio. >> Leer más: Industriales de Santa Fe encienden alarmas ante la apertura de importaciones Un semestre crítico El combo que atenaza a la industria no es gratis. Catalano estimó que esta ola llegará masivamente a las costas del mercado laboral también con el avance del año. El titular de la asociación metalúrgica destacó el papel de la industria en la creación de empleo de calidad. E insistió en señalar que en esa rama de actividad, por cuestiones de capacitación, el recurso humano se cuida hasta el final. Pero el límite entre el goteo y el despido masivo, alertó, está cerca. El cuadro de situación no ayuda a destrabar las paritarias, que este año vienen especialmente duras en el sector. “A comienzos de 2025 y a pesar del bajo nivel de comparación interanual, solo dos de las principales ocho ramas metalúrgicas en Rosario exhibieron cierta recuperación”, resumió el informe sectorial. Reporte de Fisfe Aunque los números de la industria en general están lejos de los niveles de 2023 , la comparación interanual muestra por estos días una foto que viste más en las estadísticas que en la realidad. Así lo reflejó Fisfe en su informe de actividad correspondiente a marzo. Contra el año pasado, creció 12,7% en marzo. Respecto de febrero, se hundió 3,6%. “En marzo, la industria siderúrgica, la de maquinaria agrícola y la molienda de oleaginosas fueron las actividades de mayor contribución positiva en la variación interanual del índice, mientras que carne vacuna, productos y servicios de trabajo de metales, autopartes, productos metálicos para uso estructural y vehículos aportaron la mayor incidencia negativa”, remarcó el estudio.
Ver noticia original