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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 16/05/2025 18:46
Cómo el entrenamiento invisible impulsa el rendimiento Durante años, el entrenamiento físico ha sido la piedra angular del alto rendimiento. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la preparación mental es igual de importante. La neurociencia aplicada al deporte está revolucionando la manera en que los atletas entrenan, reaccionan y toman decisiones en momentos críticos. Neuroplasticidad La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para reorganizarse y crear nuevas conexiones neuronales en respuesta a estímulos. En el deporte, este fenómeno es fundamental para mejorar habilidades motoras, optimizar la toma de decisiones y acelerar el tiempo de reacción. Por ejemplo, los jugadores de fútbol que entrenan su visión periférica pueden anticiparse mejor a los movimientos del rival y ajustar su respuesta en fracciones de segundo. Todos hemos visto cómo jugadores talentosos como Messi o McAllister hacen un “visteo completo” antes de recibir el balón, lo que les permite ser más efectivos y resolver en menor tiempo. Este escaneo previo del campo no solo es instinto, sino el resultado de una actividad cerebral entrenada para leer el juego de forma anticipada. Entrenar la actividad cerebral Les permite a los atletas modificar patrones de pensamiento. Esto es crucial para mejorar la concentración, la gestión de la ansiedad y el control emocional bajo presión. En deportes de precisión, mantener una actividad cerebral equilibrada favorece la puntería y la estabilidad emocional antes de ejecutar un movimiento clave. Un atleta que puede gestionar su actividad cerebral logra mantener un nivel óptimo de activación sin caer en la sobreexcitación o el bloqueo mental. Realidad virtual y entrenamiento cognitivo Además de la actividad cerebral medida en tiempo real, la tecnología también ofrece herramientas para entrenar la mente de manera inmersiva. Las simulaciones con realidad virtual están transformando el entrenamiento deportivo. Los atletas pueden enfrentar escenarios de alta presión sin el desgaste físico, potenciando sus habilidades cognitivas y su capacidad de respuesta en situaciones reales. Por ejemplo, en la Fórmula 1 hemos visto entrenar a Franco Colapinto con simuladores para anticipar curvas y calcular reacciones óptimas sin estar en la pista, afinando la toma de decisiones en milésimas de segundo. La posibilidad de reproducir momentos clave en un entorno virtual permite que el cerebro aprenda a reaccionar con rapidez y precisión, sin necesidad de estar en una situación de competencia real. La importancia del control emocional La regulación emocional juega un papel determinante en el éxito deportivo. Técnicas como la respiración consciente, la visualización positiva y el manejo del estrés ayudan a los atletas a mantener el enfoque y evitar bloqueos mentales en momentos decisivos. Un ejemplo claro lo vimos en el Mundial: antes de ejecutar su penal decisivo, Gonzalo Montiel avanzó hacia el balón realizando respiraciones conscientes, una técnica entrenada en River bajo la dirección de la Dra. Sandra Rossi. Este control emocional es clave para gestionar la presión extrema y ejecutar con precisión. Para finalizar, afirmo que el entrenamiento mental ha dejado de ser un complemento para convertirse en un pilar esencial del rendimiento deportivo. La neurociencia demuestra que la preparación del cerebro no solo optimiza el desempeño, sino que marca la diferencia entre un atleta promedio y uno extraordinario.
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