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Parana » Campo En Accion
Fecha: 16/05/2025 02:27
Un equipo de especialistas del INTA identificó variedades de naranja con potencial para la industria -por su contenido de limonina y de jugo, además del rendimiento industrial- y desarrolló estrategias de manejo que permitieron mejorar la calidad de la fruta y diversificar la producción de cítricos del mercado en fresco, impulsando la competitividad del sector. En el nordeste de Entre Ríos, el macizo citrícola se consolida como un enclave productivo para la economía regional y nacional. Con una superficie cultivada que supera las 35.000 hectáreas, esta zona se especializa en la producción de cítricos dulces, en especial naranja y mandarina. Allí, en un clima subtropical y suelos profundos, se desarrolla la citricultura. Gracias al trabajo del INTA se generó información estratégica para mejorar la calidad de la fruta destinada a la industria y diversificar la producción de cítricos del mercado en fresco. Los resultados de la investigación brindaron herramientas para optimizar el rendimiento industrial y la competitividad del sector citrícola. “Este convenio nos permitió generar información clave para entender la viabilidad de destinar parte de la producción citrícola a la industria, optimizando la calidad de la fruta y evaluando alternativas de oportunidades para los productores”, destacó María Fernanda Rivadeneira, especialista del INTA y coordinadora del convenio. “El objetivo fue seleccionar variedades con potencial para la industria, considerando también un calendario de cosecha extendido. Entre otros aspectos, se estudió el contenido de limonina y la aptitud industrial de cada variedad”, indicó la especialista quien explicó que uno de los principales problemas que enfrenta la industria es el amargor, causado por flavonoides y limonoides, que depende en gran medida de factores como: variedad, índice de madurez y procesos industriales a los que se somete el jugo. “Entre las actividades realizadas durante el convenio se analizó el contenido de limonina de variedades de naranjas con interés de uso para industria”. De acuerdo con Rivadeneira, la investigación se focalizó especialmente en las variedades Salustiana y Valencia Late, que representan cerca del 60 % de la superficie citrícola de la región. Se evaluaron diferentes estrategias de manejo en lotes adultos, que incluyeron planes fitosanitarios, riego, fertirriego, fertilizaciones foliares y selección del momento óptimo de cosecha. Además, se implantó un lote experimental con la variedad Roble, previamente identificada por el INTA Concordia como promisoria para la industria “Uno de los resultados destacados fue el incremento del índice de madurez de naranja Salustiana al postergar la cosecha 60 días en lotes con manejo para industria, lo cual aumentó los sólidos solubles y redujo la acidez. Esto permitió obtener una fruta con mejores condiciones para el procesamiento industrial”, destacó y agregó: “También se realizó la trazabilidad de residuos de pesticidas desde la fruta fresca hasta el jugo, con el análisis de 38 principios activos. Esta información es clave para garantizar la inocuidad de los productos en línea con la normativa vigente”.
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