Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Presentan «Caso Chaume: el mayor pornógrafo argentino», el libro de Fabián Bazán sobre el abogado que armaba y fotografiaba encuentros sexuales en su departamento

    » El Ciudadano

    Fecha: 15/05/2025 04:50

    En un contenedor de basura ubicado en la intersección de las calles San Lorenzo y Ovidio Lagos, el realizador audiovisual rosarino Diego Fidalgo encontró, hace 10 años, una buena cantidad de fotos algo antiguas en blanco y negro sobre mujeres, tomadas en distintos sitios. Ese hallazgo fue el disparador para lo que sería El origen del pudor, su documental sobre uno de los casos más emblemáticos entre esas historias subterráneas que transcurren en una gran ciudad y que, si no participase el azar, apenas se conocería alguna de sus partes o, acaso, ninguna. Algunos sellos judiciales en el reverso de las fotografías llevaron a Fidalgo a indagar sobre su procedencia, y no pasó mucho hasta que dio con el nombre de su autor, Alberto Felipe Chaume, un abogado nacido en Santa Fe, pero que se había afincado definitivamente en Rosario. Pero además se enteró de otras cosas, como que el letrado vivía en el edificio de esa ochava (en planta baja se encuentra el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social provincial) y que en su departamento organizaba una suerte de fiestas sexuales que involucraba a no pocos personajes públicos de la ciudad. El pasaporte a esos encuentros en los que Chaume ofrecía mujeres era que pudieran ser fotografiados, y al parecer todos lo aceptaban, lo que produjo una innumerable cantidad de escenas de neto corte pornográfico. Solo un detalle alteró ese tan propicio ámbito para el placer privado y tuvo que ver con que en algunas oportunidades hubo menores de edad, y en 1982 Chaume fue enjuiciado por corrupción de menores y condenado a cuatro años puesto que ya tenía 70 años y contaba con las prerrogativas de su edad en relación a la sanción penal. Una vez en libertad, Chaume volvió a sus andadas y en 1996 volvieron a detenerlo por la misma actividad, con una gran cantidad de fotos, revistas y videos en su poder, aunque la justicia no pudo avanzar, puesto que no había participado ningún menor. Fidalgo reconstruyó esta curiosa y zafada historia en El origen del pudor (2015) y ahora ese relato se convierte en libro en Caso Chaume: el mayor pornógrafo argentino (publicado por Editorial Ciudad Gótica), que escribió el también rosarino Fabián Bazán (autor de los libros Chegasé; Insumisas; La Reyna en la aldea; El Gigante de Arroyito. La verdadera historia; De Chiquito Yo Te Vengo a ver. Rosario Central Para Canayitas; La Década Infame. Rosario Central 2000-2010), donde, apoyado en los materiales desplegados en el documental de Fidalgo, amplía y profundiza algunos aspectos de esta historia que tuvo lugar a fines de los tenebrosos tiempos de la dictadura cívico-militar. Caso Chaume: el mayor pornógrafo argentino se presentará este jueves 15, a las 18.30, en la Sala de la Cooperación (San Martín 1371), donde al autor lo acompañará el realizador Diego Fidalgo y el ex juez Antonio Ramos. A continuación se reproducen algunos fragmentos del libro. “Chaume debe haber sido, ya en la ciudad que lo vio nacer, un hombre de personalidad sumamente libre, una especie de sibarita que gozaba con el sexo, tanto propio como ajeno, un hedonista de lo prohibido, un iconoclasta que no encajaba en el tiempo y el lugar en que le había tocado nacer y vivir; lo que, hablando mal y pronto, se conoce como un putañero. Y un voyeur…” “…Cuando se produce la denuncia, la investigación, el allanamiento y el descubrimiento de la casi demencial cantidad de material que acopiaba el profesional, en el juzgado interviniente se hicieron el siguiente cuadro de situación: Chaume vino a Rosario porque en Santa Fe ya lo habían descubierto; aquí comenzó a concurrir como invitado a reuniones de índole sexual y a relacionarse con personas que tenían gustos sexuales similares a los suyos. En algún momento comenzó él mismo a organizar estos encuentros. Montó una red mediante la cual ofrecía su departamento y mujeres conocidas para que algunos hombres pudieran tener con ellas relaciones sexuales libremente”. “…Todo esto no habría pasado de ser una actividad más realizada en uno de los tantos “privados” que existían (y siguen existiendo) en todo el mundo, si no hubiera sido por la condición que el abogado libertino ponía a quienes utilizaban en forma (en general) gratuita las dependencias de su vivienda: dejarse fotografiar”. “…Lo cierto es que la cosa se fue haciendo cada vez más grande y concurrida (incluso, con algunos apellidos de la high society rosarina que causarían escozor), por lo que resulta absolutamente inexplicable que todo ese movimiento haya pasado desapercibido por más de dos décadas para los vecinos del edificio”. “…Es que Chaume jugaba con algunas cartas marcadas: en primer lugar, se había rodeado de una clientela evidentemente poderosa que le brindaba cierta protección y le aseguraba discreción. También podemos pensar (y las redes sociales actuales, que en aquella época no existían, así lo demuestran) que a la gente le gustaba aquello de fotografiarse teniendo sexo, aunque en muchos casos fueran solo poses, si bien todo quedaba en una relativa intimidad entre Chaume y los fotografiados, que no podían andar mostrando por todos lados esas imágenes que muchas veces les regalaba el abogado. Y tampoco es desdeñable el hecho de que nuestro hombre no cobrara por los servicios prestados, ni a las mujeres ni a los hombres. Aunque existe alguna declaración en tal sentido de algún hombre que habría entregado algún dinero (ínfimo) a cambio de los servicios, se trataron de situaciones aisladas. Tampoco se probó que las mujeres cobraran regularmente por ofrecer sus cuerpos, más allá de lo que les podía entregar Chaume de vez en cuando en calidad de «viáticos». Es por ello que no se lo pudo condenar por el delito de rufianismo”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por