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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 14/05/2025 04:31
En las profundidades marinas, los océanos absorben un 90% del calor extra y un 30% del dióxido de carbono emitido por el ser humano, lo que resulta esencial para mitigar el cambio climático y evitar un incremento extremo de la temperatura global (Imagen Ilustrativa Infobae) En un rincón remoto y oscuro del planeta, más allá de los 200 metros de profundidad, se extiende un vasto mundo desconocido: las profundidades marinas. Este reino subacuático, que cubre más del 90% del océano y representa dos tercios de la superficie terrestre, sigue siendo uno de los ecosistemas más misteriosos de la Tierra. Su relevancia es incalculable, ya que juega un papel muy importante en la regulación del clima global, absorbiendo gran parte del calor adicional generado por las actividades humanas y capturando una significativa fracción del dióxido de carbono liberado a la atmósfera. Sin embargo, a pesar de su importancia vital, el océano profundo sigue siendo casi un enigma. En la vasta extensión de su lecho marino, los humanos han logrado observar apenas el 0,001% de su superficie. Se estima que más del 65% de las observaciones visuales del océano profundo se concentran en Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda, limitando nuestro conocimiento de estos ecosistemas a unas pocas regiones del planeta (Imagen Ilustrativa Infobae) El dato fue revelado por un reciente estudio publicado en Science Advances, subraya lo lejos que estamos de entender los ecosistemas subacuáticos más allá de las zonas costeras. Para poner en perspectiva esta cifra, los expertos comparan este dato como si la única referencia que tuviéramos del planeta se basara en la observación de un área menor que la de la ciudad de Houston, Texas. En comparación con el océano profundo, este área sería diminuta. Esta limitación en la capacidad de explorar y observar es uno de los principales obstáculos para comprender las complejas interacciones de la vida marina y cómo estos ecosistemas, tan alejados de los ojos humanos, pueden estar respondiendo a las presiones ambientales. Más del 65% de las observaciones visuales realizadas se concentran en tres países: Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda. Los expertos señalan que sin los procesos naturales que ocurren en el océano profundo, la vida en la Tierra sería insostenible, ya que las temperaturas globales serían mucho más altas de lo que experimentamos hoy en día (Imagen ilustrativa Infobae) La importancia del océano profundo para el clima global Las profundidades marinas no son solo un refugio para seres de extraña biología, sino que también desempeñan un papel fundamental en la salud del clima global. El océano profundo actúa como un gigantesco regulador térmico, absorbiendo alrededor del 90% del calor extra que generamos y cerca del 30% del dióxido de carbono emitido por las actividades humanas. Fig. 1. Actividad de buceo en aguas profundas, 1958-2024.(A) La actividad de buceo en aguas profundas se ha concentrado en un número reducido de lugares, en particular (B) la bahía de Monterey (EE. UU.); (C) Hawái (EE. UU.); (D) las bahías de Suruga y Sagami (Japón); y (E) Nueva Zelanda. El mapa de calor representa el número de actividades de buceo por 250 km², no el área observada. El área real observada en el fondo marino es demasiado pequeña para representarla en un mapa a esta escala. Datos de origen del mapa: batimetría de GEBCO (47) (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/), generada con ArcGIS Fuente: Science Advances Esta función es determinante para mitigar el cambio climático y evitar que las temperaturas globales alcancen niveles extremos, según los expertos. Sin este proceso, la vida tal como la conocemos en la Tierra sería prácticamente insostenible. Además, los ecosistemas de aguas profundas generan oxígeno, regulan el clima global y suministran recursos biológicos fundamentales para la humanidad, como alimentos y productos farmacéuticos. La investigación sobre el océano profundo es crucial, ya que desempeña un papel vital en la generación de oxígeno y el suministro de recursos biológicos fundamentales para la humanidad, como alimentos y productos farmacéuticos (Imagen ilustrativa Infobae) Diversas especies de vida marina, que habitan en las profundidades, han sido clave en el descubrimiento de compuestos con propiedades medicinales. En otras palabras, lo que aún desconocemos sobre estas áreas podría ser crucial no solo para la preservación de nuestros ecosistemas, sino también para el bienestar humano. Ciertos hábitats marinos, como los cañones submarinos, han recibido una atención mucho mayor que otros, como las elevaciones o las llanuras abisales. Esta concentración de esfuerzos en unas pocas características geomorfológicas limita nuestro conocimiento sobre la biodiversidad que podría existir en áreas menos exploradas. Según los investigadores, de los 9.472 cañones submarinos identificados globalmente, solo 442 han sido observados visualmente, lo que deja gran parte de esta estructura geológica sin explorar. Los esfuerzos de investigación en las profundidades oceánicas se concentran en características geográficas específicas, limitando nuestro conocimiento sobre la biodiversidad existente en zonas menos exploradas (Imagen ilustrativa Infobae) “Si todo esto permaneciera en la atmósfera, la vida en la Tierra sería prácticamente imposible”, señala Katy Croff Bell, presidenta de Ocean Discovery League, National Geographic Explorer y autora principal del estudio. Los riesgos de una minería sin precedentes El creciente interés por la minería en aguas profundas, impulsado en gran parte por el deseo de extraer recursos minerales esenciales para la tecnología moderna, ha traído consigo un aumento de las expediciones a estas zonas previamente inexploradas. Sin embargo, esta actividad también genera alarmas en la comunidad científica, que teme que los impactos medioambientales sean devastadores e irreparables. advierte que si el dióxido de carbono que los océanos absorben permaneciera en la atmósfera, la vida en la Tierra sería prácticamente imposible debido a las condiciones extremas que se generarían (Imagen ilustrativa Infobae) Los ecosistemas en las profundidades marinas son extremadamente frágiles y su restauración, en caso de daño, podría ser una tarea casi imposible. Si bien la minería en aguas profundas podría traer enormes beneficios económicos, los expertos insisten en la necesidad de realizar más investigaciones antes de permitir cualquier actividad extractiva en estas zonas. “Necesitamos entender mejor qué tipo de impactos tendrán estas actividades en las profundidades marinas, y si los ecosistemas podrán recuperarse”, adviertió Croff Bell. Las profundidades marinas, que cubren más del 90% del océano, siguen siendo un misterio en gran parte debido a que hemos observado un porcentaje minúsculo de su vasta extensión (Imagen ilustrativa Infobae) La necesidad de una mayor investigación global El estudio de Science Advances subraya la urgente necesidad de ampliar la investigación en las profundidades marinas. A medida que la tecnología avanza y las herramientas para la exploración se vuelven más accesibles, la esperanza es que podamos incrementar la cobertura de observación en las zonas aún inexploradas. Sin embargo, este proceso lleva tiempo y recursos, y el desafío es que no contamos con los miles de años necesarios para completar una exploración exhaustiva del fondo marino. Mientras tanto, la falta de datos completos y la concentración de los esfuerzos de investigación en ciertos países y áreas geográficas dificultan la creación de una visión integral de las profundidades oceánicas. En este contexto, la recopilación de datos visuales y la ampliación de la exploración en lugares más remotos se convierten en pasos cruciales. Con cada nueva inmersión, surgen descubrimientos sorprendentes que amplían nuestra comprensión de estos ecosistemas.
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