14/05/2025 00:35
14/05/2025 00:33
14/05/2025 00:33
14/05/2025 00:32
14/05/2025 00:32
14/05/2025 00:32
14/05/2025 00:31
14/05/2025 00:31
14/05/2025 00:31
14/05/2025 00:31
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/05/2025 20:50
“Los grandes nunca descienden”, rezó en la Argentina una bandera en la platea de Independiente, cuando el gigante de América esta a punto de perder la categoría. Los fanáticos de la Juventus jamás se imaginarían ver a la Vecchia Signora en la Serie B, del mismo modo que los hinchas de River Plate, cuando tuvieron que aceptar la derrota en la Promoción frente a Belgrano y sufrieron un año en la B Nacional. Los casos sobran. Y el último fin de semana le tocó a la Sampdoria, el histórico conjunto italiano que bajó por primera vez desde su fundación a la Serie C. Aquella entidad que supo coronarse en la década del noventa con el Scudetto de la temporada 1990/91, las cuatro conquistas en la Copa Italia (1985, 1988, 1989 y 1994) y la recordada final de la Champions League en 1994 (derrota ante el Barcelona por el gol de Koeman) sufrió dos descensos consecutivos, tras haber perdido la categoría en la Serie A. Un episodio que marcó un nuevo capítulo en la crisis institucional y deportiva que atraviesa el club genovés. El conjunto blucerchiato no pasó del empate sin goles ante la Juve Stabia y cerró el campeonato en la antepenúltima posición, condenándose al descenso directo. La temporada arrancó con ambiciones renovadas tras la llegada de Pietro Accardi como director deportivo, procedente del Empoli, y la continuidad de Andrea Pirlo en el banco de suplentes. La directiva invirtió con fuerza para intentar el regreso a la élite, incorporando 16 refuerzos y elevando la masa salarial del equipo hasta los 30 millones de euros, la segunda más alta de la Serie B. Sin embargo, los resultados nunca acompañaron. Pirlo fue destituido tras sumar solo un punto en las tres primeras presentaciones, y por el cargo pasaron Andrea Sottil, Leonardo Semplici y finalmente Alberico Evani, ex jugador del club que llegó con el respaldo de Roberto Mancini, campeón de Europa con Italia y padre de Andrea Mancini, quien asumió el cargo de director deportivo tras la salida de Accardi. Una victoria en la penúltima fecha ante Salernitana, en el estadio Marassi que estuvo repleto con más de 30.000 espectadores, alimentó brevemente las esperanzas de evitar el descenso. Pero la actuación final ante la Juve Stabia fue decepcionante que derivó en una nueva y dolorosa frustración. El ambiente en torno al equipo se volvió tóxico durante el tramo decisivo de la temporada, con amenazas de los ultras y la necesidad de aislar al plantel en una concentración secreta en Coverciano para evitar enfrentamientos. Ni la experiencia de Evani en al frente del plantel, ni la influencia de Mancini lograron revertir el destino de un club que tocó fondo. La Sampdoria, protagonista de algunas de las páginas más ilustres del fútbol italiano junto a leyendas como Gianluca Vialli y el propio Mancini, deberá ahora reconstruirse desde la tercera categoría. En la parte alta del campeonato, el Sassuolo y el Pisa dirigido por Filippo Inzaghi lograron el ascenso directo a la Serie A. En tanto que Spezia, Cremonese, Juve Stabia, Catanzaro, Cesena y Palermo disputarán los Playoffs por el tercer boleto a la máxima categoría. Finalmente, Frosinone y Salernitana se medirán en un desempate por la permanencia, mientras que Cosenza, Cittadella y Sampdoria perderán la categoría y tendrán una próxima temporada en la Serie C.
Ver noticia original