13/05/2025 21:12
13/05/2025 21:11
13/05/2025 21:11
13/05/2025 21:10
13/05/2025 21:09
13/05/2025 21:08
13/05/2025 21:07
13/05/2025 21:06
13/05/2025 21:05
13/05/2025 21:04
Diamante » Neonetmusic
Fecha: 13/05/2025 17:00
A los 89 años, víctima de un cáncer contra el que luchó durante más de un año, falleció este lunes el expresidente uruguayo José Mujica en su querida chacra de Rincón del Cerro. El líder histórico de la izquierda latinoamericana, conocido mundialmente por su estilo de vida humilde y su filosofía sencilla pero profunda, deja un legado político que trasciende fronteras. El actual presidente Yamandú Orsi, su heredero político, confirmó la noticia con un emotivo mensaje: “Te vamos a extrañar mucho, Viejo querido”. La salud de Mujica se había deteriorado notablemente desde que en abril de 2024 anunciara públicamente su diagnóstico de cáncer de esófago. Aunque inicialmente respondió bien al tratamiento, en enero de 2025 reveló que la enfermedad había hecho metástasis. “Hasta acá llegué”, dijo entonces, pidiendo pasar sus últimos días en paz entre sus cultivos y animales. Sin embargo, hasta el final mantuvo su compromiso político, recibiendo visitas y participando en algunos actos, incluida la asunción de Orsi en noviembre pasado. La vida de Mujica parece extraída de una novela épica: de guerrillero tupamaro que recibió seis balazos y sobrevivió a 14 años de prisión durante la dictadura (incluyendo brutales condiciones de aislamiento), a convertirse en el presidente más popular de Uruguay (2010-2015). Su transformación de revolucionario armado a estadista democrático es quizás su mayor enseñanza política. “El odio no construye”, solía decir, promoviendo la reconciliación nacional. Como presidente, Mujica impulsó reformas revolucionarias como la legalización de la marihuana, el matrimonio igualitario y la despenalización del aborto. Aunque no logró su gran promesa de reforma educativa, creó la Universidad Tecnológica y transformó la matriz energética del país. Su estilo descontracturado (llegaba al Parlamento en moto y vestido como agricultor) y su rechazo a los privilegios del poder (donaba el 90% de su sueldo) lo convirtieron en un ícono global de la política auténtica. El “Pepe” que hablaba con las hormigas en prisión terminó siendo recibido como rockstar en foros internacionales. Hoy, Uruguay despide al hombre que demostró que es posible cambiar el mundo sin perder la coherencia. Según su deseo, será enterrado en su chacra junto a su perra Manuela, mientras su legado político sigue vivo en el gobierno de Orsi y en el Movimiento de Participación Popular, la fuerza más votada del país durante los últimos 25 años. Noticia vista: 50
Ver noticia original