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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 13/05/2025 13:06
Del 12 al 18 de mayo se conmemora la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal, una iniciativa global que busca promover la reducción del consumo de sodio en la población y fomentar hábitos alimentarios más saludables. Según datos internacionales, se estima que cada año unas 2 millones de muertes están asociadas a una dieta alta en sodio, principalmente por su impacto en la presión arterial y las enfermedades cardiovasculares. El consumo excesivo de sal es uno de los factores más determinantes en el desarrollo de hipertensión arterial, lo que a su vez incrementa el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio y enfermedades renales crónicas. En ese sentido, distintas entidades de salud del mundo, entre ellas el Ministerio de Salud de Entre Ríos, adhieren a esta campaña difundiendo información clave y recomendaciones para generar conciencia y promover el cambio de hábitos. En Argentina, los datos de la 4ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR 2018) revelan que el 40% de la población adulta presenta presión arterial elevada, y lo preocupante es que uno de cada tres no sabe que la padece. En Entre Ríos, las estadísticas se mantienen en esa misma línea, alertando sobre la necesidad de impulsar medidas preventivas efectivas. Desde la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) del Ministerio de Salud entrerriano, la licenciada Evelyn Baraballe, referente del área de nutrición, destacó que “consumir menos de 5 gramos diarios de sal, lo que equivale a una cucharadita de té, ayuda a reducir la presión arterial y a tener un corazón más sano. Sin embargo, el 70% del sodio que ingerimos no proviene del salero, sino de alimentos procesados e industrializados”. Baraballe hizo hincapié en que la reducción del sodio beneficia a todas las edades, incluyendo a la población infantil. “Los hábitos alimentarios se adquieren desde la infancia, y si desde pequeños se acostumbra a consumir alimentos con bajo contenido de sal, en la adultez será más fácil sostener esas elecciones saludables”, explicó. Entre las principales recomendaciones para reducir el consumo de sal, se incluyen: Priorizar el consumo de alimentos frescos y naturales, como frutas y verduras. Evitar productos ultraprocesados, como fiambres, embutidos, snacks, enlatados y comidas listas para cocinar. Elegir hierbas, especias y condimentos naturales para realzar el sabor sin añadir sal. Prestar atención a los productos con sellos de advertencia de “Exceso de sodio”, indicados en los envases. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 5 gramos de sal diarios, pero el promedio mundial es de 10,8 gramos por día, más del doble de lo recomendado. Este dato refuerza la necesidad de campañas como la de la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal, que apuestan a una transformación cultural que favorezca una alimentación más consciente y saludable.
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