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  • “Desde cachorro”: un profuso palimpsesto teatral que vuelve a disparar el imaginario poético y político de Cacho Palma

    » El Ciudadano

    Fecha: 13/05/2025 06:52

    Miguel Passarini El periplo de un actor que al mismo tiempo es director y es maestro, pero un día decide que la actuación es un territorio para volver a transitar, que la escena es el lugar perfecto para exhumar de la memoria momentos, recuerdos, personas, paisajes, ideas, textos, reflexiones, imágenes que, como un loop, siempre están volviendo, como una música, como una anécdota, como un relato ya contado, como un vestuario que surge de los despojos de los ensayos, como un teatro que una y otra vez se revisa a sí mismo a través de un interminable palimpsesto poético y escénico. En gran medida, todos esos recorridos son parte de la producción escénica del creador local Sabatino Cacho Palma que esta semana, en el marco de los festejos por los 60 años del grupo Arteón donde se formó en sus comienzos, dará a conocer en carácter de preestreno Desde cachorro, otra de sus proezas escénicas (y una vez más) en la que el cuerpo propio es el territorio y el viaje, con la que ofrecerá una serie de funciones en la ciudad, en la sala El Rayo, para luego viajar a España, donde será parte del Festival MITCFC (Muestra Internacional de Teatro Cómico y Festivo de Canas), y más tarde desembarcar en la cartelera porteña. Palma escribe sobre su nuevo trabajo: “Un actor se prepara y se presenta para poner en consideración sus pasos, su recorrido, su propia historia, en una trilogía familiar. Desde los primeros pasos que nos hicieron humanos y las manos que tejieron lenguajes y pensamientos, hasta el caos tremendo que nos ahoga cada día. Aun así logrando que la sorpresa, el instante y la sinceridad gobiernen la escena, haciendo el vacío necesario para que un deseo asome como Febo y prometa futuro”. Desde cachorro surge del trabajo conjunto de un gran equipo artístico y técnico: con la actuación de Cacho Palma y la dirección general de Diego Ernesto Rodríguez, la supervisión general es de Néstor Zapata, la asistencia actoral y de montaje de Liliana Gioia, el trabajo y entrenamiento vocal de Temis Parola, el entrenamiento actoral de Pablo Razuk, el vestuario y arte de Lorena Salvaggio, las imágenes, diseño y arte de Martín Aguaisol; la escenografía de Néstor Aliani, la técnica de Lautaro Palma, la asistencia de dirección de Graciela Sietecase y la música de Myrian Cubelos y Martin Elgoyhen. Ficción en primera persona “A diferencia de El camino de la fuente, sobre los últimos días de Lorca en Granada antes de su asesinato; y de 22 de Agosto, donde vuelvo sobre una serie de momentos de la historia ligados a esa fecha, ambos mis dos trabajos inmediatos anteriores que, sumado Desde cachorro, pueden verse como una trilogía aunque con sus particularidades, esta vez es una historia contada en primera persona pero es ficcional: mi abuelo no estuvo en un campo de concentración, mi padre no es un desaparecido, ni mi situación de vida es igual a la de Quito, o Enriquito. De hecho, yo nací en el 57 y no en el 63 como el personaje, soy médico y psicoanalista algo que él no es. Sí hay una serie de elementos vividos por mí que se revelan en la obra: la represión, la dictadura y algunas experiencias teatrales, como pasa con Chejov, entre otros materiales, que tienen que ver con mi historia teatral”, planteó Palma. “Claramente, hay algunos retazos personales, pero sobre eso se escribe: es una obra que parte de una estética de las superposiciones; la historia me habita y yo habito la historia o cuento la historia y la historia me cuenta a mí. Es partir de un concepto más abarcativo, donde todos tuvimos un abuelo en un campo de concentración y un padre desaparecido. Me gusta decir que esta es una historia colectiva de la cual me hago cargo. Tampoco hay raza pura: en mí están los africanos explotados, los judíos errantes, están los hombres de Mediterráneo que terminan naufragando, entre tantos otros”, contó el director para plantear una puerta de entrada a un material que encierra, como toda su producción dramático-escénica, una serie de laberintos. Palimpsesto teatral Respecto de las lógicas pirandellianas que transita su teatro, donde por capas siempre se termina revisando a sí mismo convalidando la afirmación de Pirandello que dijo que llegaría el momento en el que el teatro no hablaría de otra cosa, Palma analizó: “Como Pirandello, vengo justamente desde el sur de Italia, y en la misma línea ética y estética de mis dos espectáculos anteriores (los referidos El camino de la fuente y 22 de Agosto), Desde cachorro se sostiene muy específicamente en un riguroso trabajo del actor que debe soportar un triple compromiso: como lector de la situación sociopolítica, como intérprete de esa situación y como pasador o «médium» de la dura realidad al campo de la realización y de la experiencia transformadora, para convertir al actor en una especie de «biblioteca viviente», un narrador teatral, tal vez un nuevo estatuto de juglar, que trae aquello que se desprecia y se desvaloriza, dado que se lo muestra como caduco y pasado de moda, para presentarlo como absolutamente nuestro y contemporáneo”. Como cada recorrido personal y escénico que emprende el creador, esta obra también tiene en su impronta, más allá de las dolorosas derrotas que transita, la idea o el concepto del periplo o el viaje de un héroe: “Esta obra también tiene una épica; es una odisea del silgo XX y es una sola historia, la de un abuelo que escapando de un campo de concentración nazi llegó a Rosario en 1944, que tendrá un único hijo en el 45 y con un destino trágico, en un feroz desenlace en 1978, contado, relatado, soportado por su nieto nacido en el 63. El sujeto del relato es encarnado por el nieto, pero la obra gira y estalla en acciones y momentos intensos de cada uno de esos roles, que entran en cualquier momento y sin pedir permiso, como pasa con los verdaderos recuerdos, pero que emergen en un inquietante aquí y ahora, corporizado, orgánico y vital”. Y sobre la idea o concepto de lo fragmentario, profundizó: “Se trata de una historia familiar que es también la crónica de un siglo donde cada integrante de la familia pide su lugar y toma cuerpo y voz en la poética de un único actor, donde lo fragmentario aparece en un desmanejo del tiempo. Es un tiempo que gira de manera incontrolable y contrapone el tiempo cronológico al más temible aún, que es el tiempo circular de la repetición, pero cruzados, intervenidos por el bello tiempo de la oportunidad y la celebración del instante, donde algo cambia para siempre y se suscita el acontecimiento. Entonces, la obra no avanza sometida a lo cronológico. La magia escénica abre a la posibilidad de que esto mismo ocurra con el actor: es decir que en su misma historia y en sus cicatrices, emerjan todas las historias que pueda sostener, los campos de concentración, los golpes, los exilios, las invasiones, pero también los amores, los encuentros y el sabor de la vida. Un actor que se propone encontrar en sus propias manos, todos los llamados y todos los abrazos, todas las caricias y todas las cachetadas que el texto evoca y convoca”. Una máquina poética Claramente alejado de cualquier idea de representación, lo que acontece en el teatro de Palma, lo que ofrece ese primer plano, es del campo de la interpretación: “En esta trilogía, lo que se mantiene es la propuesta de un actor despojado ante el público, oficiando una especie de ritual ancestral-teatral con el público siempre presente. Es decir: el interlocutor no es el partenaire sino el público, y no me refiero el público como algo general sino a cada espectador que se vuelve parte de la experiencia. Eso es algo común a los tres espectáculos. Y más allá incluso de lo ficcional, los tres son viajes en el tiempo, con una estructura de tiempo lógico, asociado a cómo funciona nuestra memoria; está claro que los recuerdos no piden permiso ni se acomodan cronológicamente en la cabeza”. Finalmente, el actor y director analizó el concepto de máquina teatral que de manera intuitiva y con la valiosa guía de los equipos de trabajo que arma para que lo acompañen en sus recorridos, pone a funcionar en cada uno de esos procesos de trabajo: “Entiendo lo de maquinaria y coincido, porque una vez concebido y aprobado el texto, ese texto original extenso y con pretensión de novela, es descuartizado por el cuerpo del actor, es un modo operatorio donde la poética teatral revive, hace presente el mito de Dioniso, descuartizado una y otra vez, entonces el texto estalla y estalla el actor y en esa confrontación surge la novedad, lo no previsto. De este modo se revela como una máquina poética en tanto rompe con lo ya sabido, lo ya visto, lo ya aprobado, incluso por mí mismo y mis espectáculos anteriores. En ese punto retomamos la poética de Kantor, en el uso de los objetos, practicables y móviles, sencillos y austeros. También porque se produce una negación y un cuestionamiento de todo lo instituido, para que el actor tenga que inventar, tenga que renacer cada vez. Si aparece el mito, incluso una iconografía, el 17, el 45 y los 60 en lo corporal, en la poética literaria y musical, es inmediatamente desbordado por algo que más allá de las máscaras y de la identidad especular, de aquello costumbrista y reconocible en el mundo de las apariencias, busca el carozo, lo esencial, lo más real posible y de ninguna manera realista y naturalista. De ese modo se crean y se producen nuevos espacios metafóricos, nuevos puentes transitados por una presencia real siempre curiosa y sobre todo inquietante”. Para agendar Desde cachorro tendrá esta semana su preestreno en Rosario para ofrecer luego una serie de funciones con el mismo carácter, y temporadas en España y Buenos Aires. La obra se conocerá este miércoles 14 en la sala El Rayo (Salta 2991), donde volverá a presentarse los jueves 22 y 29 de mayo, para continuar los sábados 7, 14 y 21 de junio, siempre a las 21, con reservas a través del WhatsApp +549-341-5842730. Por su parte, en Madrid ofrecerá funciones el jueves 26 y viernes 27 de junio en la sala El Umbral de Primavera, en el barrio Lavapiés; el sábado 28 de junio en Cangas, en el marco de la 42ª edición de la MITCFC, en la sala de exposiciones del Auditorio Municipal de Cangas, y el domingo 29 en Moaña (Galicia), en la Casa de la Cultura. El sábado 26 de julio, a las 20, volverá a Rosario para ofrecer, una función en el Museo de la Memoria (Moreno y Córdoba), mientras que todos los domingos de agosto, a las 18, se presentará en Buenos Aires, en El Crisol Teatro (Malabia 611).

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