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Santa Elena » Ladepartamental
Fecha: 13/05/2025 04:12
El consumo de carcasa, alitas y menudos de pollo está en alza, impulsado por sus bajos costos y una crisis económica que no da tregua, pese a la desaceleración de la inflación y la apertura del cepo cambiario. Los bajos sueldos, la falta de empleo registrado y los constantes incrementos de precios en carnicerías y […] El consumo de carcasa, alitas y menudos de pollo está en alza, impulsado por sus bajos costos y una crisis económica que no da tregua, pese a la desaceleración de la inflación y la apertura del cepo cambiario. Los bajos sueldos, la falta de empleo registrado y los constantes incrementos de precios en carnicerías y supermercados hicieron que esta tendencia se extienda por la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, donde cronica.com.ar realizó una recorrida para dialogar con comerciantes y clientes. La novedad, que comenzó a sonar fuerte en las redes sociales, fue confirmada por trabajadores del sector, quienes revelaron que este tipo de cortes tuvieron una fuerte demanda en los últimos meses. “Si bien el pollo, al igual que el cerdo, siempre fue una opción más barata que la vaca, nunca tuvimos tantos pedidos por carcasas, alitas o menudos como ahora”, señaló a este medio Mario, de 57 años y dueño desde hace 10 de un negocio donde vende carne avícola y otros productos de granja, como los huevos. En esa línea Marcelo (48), empleado de una pollería, coincidió con su colega: “Es cierto que ahora se pide más lo que menos cuesta, porque lo utilizan para darle gustito a la sopa o al guiso", aseguró y explicó que “la pechuga, que siempre fue cara, hoy se vende poco. Pasó de ser una opción de lujo a algo casi imposible de acceder”. Sus afirmaciones no sorprenden. Y es que al día de hoy -mayo de 2025-, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) que rige en la República Argentina es de $308.200 para los trabajadores mensualizados, y de $1.541 para los jornalizados. En tanto que una jubilación mínima es de tan solo $296.481,74 (sin bono). “Soy jubilada y vine a comprar menudos y carcasas. Llevé 10 kilos y me salió $7.800. Con eso tiro toda la semana”, sostuvo María, ex docente de 70 años, que hizo durante 15 minutos una larga fila en el exterior de una pollería, situada en el barrio porteño de Chacarita. Su marido, Oscar (74), con quien tiene tres hijos, la espera en la casa que comparte. “Él hace changas porque con lo que ganamos no nos alcanza”, señaló. Al mismo tiempo, Sabrina (36), detalló que compra alitas porque es “lo que más le gusta” a su nena, pero que también lo hace por su valor. “Me encantaría llevarle lomo, pero no llego”, aseguró la mujer, que se desempeña como administrativa en un negocio de indumentaria, situado en la localidad bonaerense de San Justo.
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