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Federal » El Federaense
Fecha: 12/05/2025 12:37
El reciente episodio protagonizado por Mauricio Macri y el periodista Luis Majul ha dejado a muchos sorprendidos y ha suscitado un sinfín de comentarios en las redes sociales. Durante la emisión del programa del domingo pasado, el ex presidente intentó a toda costa desviar la conversación hacia su propuesta de “Ficha Limpia”, dejando de lado un tema crucial como son las inminentes elecciones en Chaco y Salta. A pesar de que Majul trató de redirigir la entrevista hacia las elecciones, fue evidente que su intento quedó rápidamente ahogado ante la insistencia de Macri, quien prefirió hablar de su agenda personal. Este desenlace plantea interrogantes acerca de la responsabilidad del periodismo en la actualidad, un sector que atraviesa serios desafíos y que cada vez más se enfrenta a la tensión entre informar y no incomodar a los poderosos. El rol del periodista en la era actual El papel de Majul en esta circunstancia ha generado debate. Con el micrófono en la mano, parecía más una figura que acomodaba la conversación que un periodista que desafiaba al entrevistado. Esta actitud nos lleva a cuestionar el compromiso de los medios frente a situaciones en las que la ciudadanía tiene mucho que preguntar. Desviaciones y omisiones La decisión de Majul de ceder el control de la conversación al ex presidente hizo que varias preguntas relevantes quedaran sin respuesta. En momentos donde la política requiere constante escrutinio, el rol de un periodista debe ser el de interpelar, no convalidar discursos que pudieran eludir cuestiones de interés público. Esta falta de confrontación podría enviar un mensaje equivocado sobre el deber de los medios en el contexto actual. Las redes sociales no tardaron en hacerse eco de lo ocurrido, siendo el tuit del usuario “Los Herederos de Alberdi” uno de los más compartidos. En él se menciona cómo Macri reprendió a Majul por su intento de enfocar la discusión en las elecciones en lugar de su proyecto personal. Conclusión La situación vivida en el programa resuena no solo como un papelón televisivo, sino como un reflejo de los tiempos que corren para el jornalismo argentino. Es fundamental que los medios encuentren la manera de mantener la integridad de su labor, defendiendo la necesidad de una prensa crítica que no se acomode a las agendas de los poderosos, sino que se ponga al servicio de la sociedad.
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