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» Diario Cordoba
Fecha: 12/05/2025 10:37
Se estima que en España hay entre 400.000 y 900.000 personas con enfermedad celíaca. O lo que es lo mismo. Entre el 1-2% de la población. Aunque en los últimos años ha aumentado considerablemente el número de nuevos diagnósticos, los especialistas alertan de que "aún hay muchos casos sin detectar". De hecho, se cree que en nuestro país habría hasta un 70% de personas con celiaquía que están sin diagnosticar. Desde la Fundación Española de Aparato Digestivo señalan que esta situación pone de manifiesto la importancia de realizar un correcto diagnóstico, por su elevada frecuencia, por la alteración que supone en la calidad de vida de los pacientes y por la posibilidad de desarrollar patologías más graves provocadas por no comenzar el tratamiento. Los síntomas de alerta: del dolor abdominal al "meteorismo" “El diagnóstico de la enfermedad celíaca debe plantearse en personas con síntomas susceptibles de serlo o en aquellas que tienen más riesgo de padecerla” como, por ejemplo, “aquellas que padecen diabetes de tipo 1 o familiares celiacos”, declara el doctor Luis Fernández Salazar, experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), médico especialista en aparato digestivo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV) y profesor en la Universidad de Valladolid. En los últimos años se ha puesto de moda la dieta sin gluten para personas que no son celíacas / EP La enfermedad celíaca presenta síntomas como cambios en el ritmo intestinal, dolor abdominal o meteorismo (flatulencia o distensión abdominal, borborigmos y deposiciones mezcladas con abundante gas explosivo), entre otros, también presentes en otras patologías frecuentes como el Síndrome del Intestino Irritable (SII). “Aquí es importante que el médico considere diferentes diagnósticos posibles y uno de ellos sea la celiaquía”, este es el primer paso “para comenzar con un diagnóstico fiable”, recalca el especialista. No se debe seguir una dieta sin gluten antes del diagnóstico Para que el diagnóstico de la enfermedad celíaca sea seguro hay que tener en cuenta que en el momento que se plantea la detección la persona no haya retirado el gluten de su dieta, “cosa que no es infrecuente, dada la popularidad que ha adquirido la dieta sin gluten”, añade. Así, “se realiza un análisis de sangre en el que se busca la detección de una inmunoglobulina de tipo A frente a la transglutaminasa tisular” y si este sale positivo “se comprueba el diagnóstico con una biopsia de la mucosa duodenal”. Aquí “es muy importante tener en cuenta que este diagnóstico debe ser firme y basarse en datos objetivos”, primero “porque hay que explicar los síntomas que padece el paciente” y, además “porque el diagnóstico de enfermedad celiaca implica la necesidad de seguir una alimentación exenta de gluten toda la vida, por ello la dificultad en su cumplimiento exige un diagnóstico seguro”. Sin embargo, hay casos en los que el test de sangre resulte negativo y la sospecha de que se trate de celiaquía sea consistente para lo que es necesario “realizar una biopsia de la mucosa que apoye el diagnóstico de enfermedad celiaca, tener en cuenta otros diagnósticos, y comprobar que la dieta sin gluten conduce a una resolución del cuadro”, añade. En este sentido, se han ido desarrollando nuevos procedimientos, entre ellos está el análisis genético cuya utilidad, en el momento actual, radica no en identificar celiacos, sino en la posibilidad de identificar quién puede serlo. Aun así, se dan situaciones en las que, aunque no se cumplen los criterios mencionados para el diagnóstico, las personas reconocen una relación muy estrecha entre el consumo de gluten y la aparición de determinados síntomas compatibles con celiaquía. “Esta situación es la que se denomina como ‘sensibilidad al trigo no celíaca’” y aquí “la principal diferencia es que la celiaquía se diagnostica con criterios y pruebas medibles”, mientras que para la sensibilidad al trigo no celiaca “no disponemos, de momento, de biomarcadores y criterios diagnósticos claros”.
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