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» Elterritorio
Fecha: 11/05/2025 11:31
Juan Carlos González (51) fue hallado en el patio de su casa de la Chacra 85, debajo de una capa de cemento. Llevaba cuatro meses desaparecido y por el hecho hubo dos detenidos domingo 11 de mayo de 2025 | 6:05hs. Los dos detenidos, de 43 y 21 años, convivían con la víctima. Foto: El Territorio/Archivo El cadáver de un hombre momificado en cemento, arena, piedra y cal y sepultado en el patio trasero de una vivienda de la chacra 85 de la capital provincial, introducía rapidamente al lector en los primeros detalles aberrantes sobre el asesinato de Juan Carlos González (51), descubierto el 6 de enero de 1997. Una serie de pesquisas previas hechas por integrantes de la Dirección General de Toxicomanía de la Policía de Misiones, que estaban tras los pasos de supuestos narcotraficantes que operaban en el mismo inmueble, derivaron en el macabro hallazgo dentro de la propiedad ubicada sobre calle Soria al 2400. Si bien la primera sospecha entre investigadores apuntaba a un posible ajuste de cuentas -más que nada por cómo fue encontrada la víctima-, las averiguaciones con testigos derivaron rápidamente en un posible triángulo amoroso entre la víctima y otros dos hombres, con quien González compartía la vivienda. Esto derivó ese mismo lunes 6 de enero de 1997 en la detención de Víctor Manuel Delgado (43) y de Marcelo José Leiva (21), quienes fueron puestos a disposición de la jueza Demetria González Canteros. La reconstrucción hecha en aquel momento indicaba que Delgado era pareja de la víctima hasta que un par de meses antes estos conocieron a Leiva, a quien lo apuntaban con el consumo problemático de estupefacientes y hasta por presunta comercialización de sustancias en aquella época. A partir de la recolección de datos con vecinos del barrio, se supo que González llevaba más de cuatro meses desaparecido. Sus allegados indicaron que la última vez que se lo vio fue el 3 de septiembre de 1996 cuando celebró su cumpleaños en su vivienda. En ese contexto, en medio de una supuesta discusión en la que habrían protagonizado la víctima y los dos detenidos, se produjo el salvaje ataque que terminó en el crimen. La víctima fue descrita por vecinos como una excelente persona que solía dar clases de cerámica y por enseñar su talento a internos de la unidad penitenciaria provincial. Sobre esto último, en su vivienda, se encontraron varias muestras de su arte: esculturas adosadas a la pared, pinturas y distintos objetos artísticos. Compartí esta nota:
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