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» Diario Cordoba
Fecha: 10/05/2025 07:56
Comer en la Feria de Córdoba cada vez es más complicado si uno no es muy previsor. A dos semanas del arranque de la fiesta grande del Mayo Festivo, la mayoría de casetas que ofrecen el servicio de restauración en El Arenal tienen cerradas las reservas para el almuerzo tras haber completado el cupo disponible. Da igual que la caseta sea más grande o más pequeña. El primer fin de semana está completo a mediodía desde hace mucho. Lo confirman los responsables de casetas como El Albero, El Bocao, Gloria Bendita, La Cena, Jóvenes Abogados, Salmorejo y Peregil, Abril, La Despechá, La Prensa, La Montera, La Quadra o la Trabajadera, entre otras. En las casetas tradicionales, según la presidenta Rosario Sánchez de Puerta, no hay hueco porque «son recintos con muchos socios en los que se trabaja la reserva con mucha antelación y a estas alturas ya está todo prácticamente lleno». La política de estas casetas establece que los socios tienen prioridad a la hora de reservar para sus comidas particulares o de empresa, ya que son ellos los que financian el montaje y la puesta en marcha de estos espacios. El resto de usuarios puede reservar los huecos libres, que no son muchos. En las casetas populares pasa tres cuartos de lo mismo aunque no haya orden de prioridad, ya que el resto de aficionados a la feria lleva mucho tiempo preparando sus salidas. Lo confirma el presidente de la asociación, Alfonso Rosero, que lo sabe de buena tinta porque su caseta, La Quadra, ha ampliado este año la zona de restauración y aunque disponen ahora de 500 plazas, los primeros días rozan ya el lleno. En La Trabajadera, por ejemplo, David Arce asegura que empezaron a recibir llamadas en enero y febrero, pero no abrieron el listado hasta marzo y el primer fin de semana se completó a toda velocidad. Incluso hay lista de reserva de más de 60 personas por si hay alguna baja. En la caseta Gloria Bendita, llevan meses con todo reservado. Según Javier Campos, responsable de la Ermita de la Candelaria y de la comida de esta caseta, los socios traen a mucha gente a comer a la feria, no solo de Córdoba sino de distintos puntos de España, y aunque el aforo supera las 500 personas, las plazas vuelan en cuanto se abre la reserva. A la hora de comer en la feria, lo que se lleva últimamente es contratar los menús que se ofrecen, sobre todo, en el caso de las comidas de grupos grandes. Preparativos de casetas para la Feria de Mayo en El Arenal. / A. J. GONZÁLEZ De lunes a jueves, complicado Entre semana, de lunes a jueves la cosa está igualmente complicada en este momento. Hace años, el martes y el jueves eran días muy fuertes, pero ahora eso se ha extendido también al lunes y al miércoles, ese día en el que los cacharritos son más baratos y en el que muchas familias aprovechan para juntarse con los niños y comer fuera de casa. Comer fuera de la Feria Hay quien prefiere comer en los restaurantes del entorno de El Arenal y en la zona de la Ribera, donde la situación a día de hoy es muy similar. En La Taberna del Río, con unos 300 puestos para comensales, no hay hueco libre el primer fin de semana y apenas queda alguna mesa entre el lunes y el jueves. Moriles Ribera lleva mucho tiempo con todo ocupado de viernes a jueves y según sus responsables, hay días llenos incluso para la feria del año que viene. En la caseta Gloria Bendita, ofrecen como alternativa comer en La Ermita de la Candelaria, donde se facilita en muchos casos el traslado hasta la feria en microbús o coche de caballos. El día más flojo para todos es el último viernes de feria, el día 31 de mayo, algo que se explica por la tendencia de los cordobeses a apurar la semana antes de desconectar, ya sea porque muchos se van a la playa el último fin de semana o porque el bolsillo y el cuerpo a esas alturas ya no resiste más fiesta. El sábado último es un día en el que se produce el gran desembarco de personas de la provincia en El Arenal, de ahí que muchas casetas estén también a tope de reservas, aunque es más fácil encontrar mesas libres en recintos con restauración ese día. Algunos caseteros consideran que la falta de huecos se debe a que la oferta de restauración de calidad en El Arenal es insuficiente y que, si bien hay algún día flojo, habría margen para ampliarla dando más espacio a algunas casetas. También critican que haya «casetas merendero con muy pocas exigencias estéticas a las que muchos cordobeses se ven abocados a recurrir cuando no hay sitio en las que están bien acondicionadas». Otros caseteros opinan que hay sitio para todo tipo de oferta, pero apuntan que sería recomendable extremar al máximo las precauciones sanitarias e higiénicas también en esas casetas donde la comida está en muchos casos durante horas al aire libre. Suscríbete para seguir leyendo
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