Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Juristas españoles piden prohibir las granjas de pulpos en España por su crueldad

    » Diario Cordoba

    Fecha: 10/05/2025 07:51

    La entidad Intercids, que agrupa a profesionales del sector jurídico (abogados, jueces, fiscales y otros) y se centra en la defensa de los animales, ha presentado una propuesta para modificar la Ley de Cultivos Marinos y prohibir la explotación intensiva de los pulpos en macrogranjas como la que se prevé en Canarias. La entidad hace esta petición “en respuesta al rechazo expresado por la ciudadanía, la ciencia y entidades de protección del medio ambiente hacia esta actividad, todavía inexistente en España”. Desde que en 2021 la multinacional Nueva Pescanova anunciara su intención de instalar una granja de pulpos en España, la primera del mundo, se ha suscitado una gran contestación ciudadana “que a día de hoy sigue demandando a los poderes públicos que eviten en nuestro país este tipo de actividad, por su crueldad para los animales y por sus nocivos efectos sobre el ya deteriorado medio marino”, señala Intercids. Intercids ha elevado su propuesta a los grupos parlamenarios del Congreso / Pixabay En la actualidad no existe una normativa que regule este tipo de granjas, ante lo cual la asociación ha elaborado una propuesta cuyo objetivo es establecer, directamente, su prohibición. Un animal salvaje altamente inteligente Los estudios científicos sobre los pulpos han demostrado que son animales con una gran complejidad cognitiva y conductual, memoria, curiosidad y capacidad para explorar, utilizar instrumentos, resolver problemas complejos, planificar y anticiparse. La evidencia científica también indica que los pulpos pueden padecer dolor físico y emocional, así como recordar ese sufrimiento y experimentar temor. Los mismos estudios señalan que los pulpos son animales cuya cría y confinamiento en granjas, además de ser cruel, supone aniquilar los atributos y capacidades naturales de un animal salvaje. "Mantenerlos en cautividad es destruirlos, es incompatible con sus necesidades, sometidos a un entorno sin estímulos y con riesgo de sufrir lesiones y enfermedades", argumentan desde Intercids. Los pulpos no toleran bien el confinamiento / Pixabay La mayoría de los pulpos son solitarios por naturaleza y se ha documentado que, en situaciones de confinamiento y hacinamiento, se automutilan o se agreden entre ellos. Por otro lado, hay evidencia de que la falta de estimulación ambiental puede tener un impacto perjudicial en los atributos y capacidades cognitivas del pulpo. Además, tampoco existe un método que permita aturdirlos antes de matarlos, sin provocarles dolor ni angustia. Multitud de consecuencias negativas para el medio marino Aparte de los argumentos relativos al bienestar animal, la propuesta de esta entidad de juristas por los animales se basa también en los daños que estas macrogranjas de pulpos pueden causar en el medio ambiente. Intercids alude en un comunicado a “los negativos impactos y daños al océano asociados a la cría y explotación intensiva de estos animales, cuyo consumo hasta ahora procede de la pesca artesanal”. Algunos de estos negativos impactos consisten en: -Los vertidos de residuos y de agua recirculada al mar, que alteran el medio acuático e impactan en las especies que viven en el mismo. -El uso de productos químicos y tóxicos que pueden contaminar el entorno e incluso amenazar la salud pública. -Las emisiones de CO2 que contribuyen al efecto invernadero. -La contaminación lumínica que afecta a diversas especies de animales. -Los problemas derivados de los malos olores producidos por estas granjas. -El riesgo de que pulpos criados en cautividad, con mermadas y disminuidas capacidades, sean liberados accidentalmente al mar, afectando negativamente a otros pulpos y al equilibrio ecológico. Para alimentar a los pulpos en cautividad, “se necesita proteína de otras especies de animales acuáticos, lo cual conlleva una mayor presión pesquera sobre las poblaciones de peces" También aluden a los gastos en energía de estas instalaciones, así como al hecho de que, para alimentar animales salvajes como este en cautividad, “necesitan proteína de otras especies de animales acuáticos, lo cual conlleva una mayor presión pesquera sobre las poblaciones de peces y crustáceos”. Por todo ello, esta asociación, integrada por jueces, fiscales, abogados, procuradores, agentes de policía y forestales, apuesta por la prohibición legal de este tipo de actividades. Modificar la Ley de Cultivos Marinos La propuesta de INTERCIDS, que ha sido trasladada a la Asociación Parlamentaria de Defensa de los Derechos de los Animales (APDDA), consiste en modificar la Ley 23/1984, de 25 de junio, de Cultivos Marinos para prohibir la acuicultura con pulpos para consumo y otros fines productivos, así como la comercialización de pulpos procedentes de estas granjas. En su propuesta, la entidad argumenta que la modificación de esta ley española es totalmente coherente con las "Directrices estratégicas para una acuicultura de la UE más sostenible y competitiva para el período 2021-2030", entre las cuales la Comisión Europea indica que se deben "utilizar ingredientes en la alimentación que se obtengan de la forma más respetuosa posible con los ecosistemas y la biodiversidad, y que, al mismo tiempo, resulten adecuados para garantizar la salud y el bienestar de los animales". Esto es “algo que de ninguna manera pueden cumplir las granjas de pulpos, un motivo más por el que no deberían ser permitidas”, añaden.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por