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» Diario Cordoba
Fecha: 10/05/2025 07:51
Las partículas que desprenden los neumáticos de coches, camiones o motocicletas al circular por la carretera van a parar a los cultivos cercanos y, de ahí, pasan al organismo humano. Los compuestos que incluyen son a menudo tóxicos y ahora una investigación ha dado a conocer detalles sobre esta amenaza tan desconocida como emergente en Europa. Un estudio realizado por la EPFL y la Oficina Federal Suiza de Seguridad Alimentaria y Veterinaria (FSVO) ha detectado trazas de los aditivos que se utilizan habitualmente en la fabricación de neumáticos en todos los tipos de frutas y verduras más comunes que se consumen en dicho país. El estudio, publicado en la revista Journal of Hazardous Materials, es continuación de otros dos estudios austríacos que ya demostraron la presencia de estos aditivos en las verduras de hoja verde. Estos estudios, publicados en 2023, causaron un gran revuelo. El proceso va desde la carretera hasta las plantas y el ser humano / sciencedirect La FSVO contactó entonces con Florian Breider, director del grupo de investigación del Laboratorio Central de Medio Ambiente (GR-CEL) de la EPFL, y le pidió que investigara si esto mismo se aplica a una gama más amplia de verduras que se venden en Suiza. "Trabajamos juntos en el estudio", afirma Breider. Amplio análisis "Muestreamos alrededor de 100 de las frutas y verduras más consumidas de un grupo representativo de nueve minoristas suizos, desde grandes cadenas de supermercados hasta mercados orgánicos y pequeñas tiendas de comestibles locales", explicó. Tras enjuagar las frutas y verduras y convertirlas en muestras viables, los científicos las analizaron para detectar 11 compuestos que se encuentran habitualmente en los aditivos para neumáticos. Utilizando los datos de consumo de la FSVO, pudieron calcular los valores teóricos de ingesta diaria de estas sustancias. Fue de este modo como descubrieron que el 31% de las muestras contenía trazas de compuestos presentes en neumáticos, incluyidos el 6-PPD y 6-PPD-quinona, y además ello sucedía de forma bastante uniforme con todas las muestras obtenidas, independientemente de su origen y modo de cultivo. El estudio abarcó un gran número de frutas y verduras / Agencias Es más, los científicos creen que lo mismo sucede en toda Europa, no solo en Suiza o Alemania. "Dado que la dieta de las personas es prácticamente la misma en toda Europa Occidental, es muy probable que estos hallazgos sean representativos de la exposición de los consumidores en los países vecinos", afirma Breider. Implicaciones desconocidas para la salud humana Estudios previos han establecido que los aditivos para neumáticos, especialmente el DPG, el 6-PPD y la 6-PPD-quinona, son tóxicos para los mamíferos. Esta investigación, que hasta ahora se ha realizado únicamente en roedores, ha desvelado que estos aditivos provocan una disminución de la fertilidad en los machos y tienen efectos neurotóxicos y neuroinflamatorios. Aún no se ha establecido el umbral crítico de estas sustancias para los humanos. "Desconocemos cómo el cuerpo humano metaboliza estos compuestos", explica Breider. "Es algo que debemos explorar, porque todos estamos expuestos a ellos, especialmente las personas de ciertos grupos de población, como los trabajadores de carreteras". Científicos en China también están realizando investigaciones exhaustivas sobre el tema, analizando sangre y orina humanas para detectar la presencia de estas sustancias. De la rueda al organismo humano Cuando los neumáticos se desgastan contra la superficie de la carretera, liberan aditivos como antioxidantes y agentes vulcanizantes (que confieren al caucho mayor resistencia, elasticidad y durabilidad). Estas partículas, cuya toxicidad aún no se ha determinado, se dispersan por el aire, se depositan en el suelo y se transportan en las aguas de escorrentía. Los seres humanos están expuestos a ellas de dos maneras: inhalándolas y, como demuestra el estudio EPFL-FSVO, ingiriéndolas a través de alimentos contaminados. Las partículas liberadas llegan incluso al medio rural / Agencias Según un artículo publicado en 2017, seis millones de toneladas métricas de estos aditivos se liberan al medio ambiente cada año. Y, como descubrió un estudio noruego de 2023, las comunidades rurales también están expuestas a estas sustancias, a pesar de su bajo tráfico rodado. Una investigación que está desarrollando actualmente la EPFL ha descubierto que estos compuestos están presentes incluso en lagos de montaña. «Nuestra exposición a estos aditivos es similar a la de otros microcontaminantes», afirma Breider. «Están presentes constantemente en nuestro entorno. Lo que no sabemos es si necesitamos introducir controles más estrictos, como su eliminación gradual de la fabricación de neumáticos en favor de alternativas menos tóxicas». Científicos en Suiza exploran actualmente maneras de descontaminar las carreteras para evitar que los aditivos para neumáticos entren en el medio ambiente. Diversos estudios han demostrado que la conducción agresiva (con aceleraciones y frenadas bruscas) aumenta el desgaste de los neumáticos, lo que aumenta la probabilidad de que estas partículas se transfieran al aire, el suelo y las aguas superficiales.
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