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» Notife
Fecha: 09/05/2025 19:43
En Pernambuco, Brasil, la iglesia Capela São Sebastião ofrece algo más que una misa dominical: también es un espacio de esperanza para perros callejeros. Su párroco, João Paulo Araújo Gomes, comenzó en 2014 una misión personal que hoy inspira a miles. Cada domingo, un nuevo perro rescatado se presenta ante la comunidad, esperando ser adoptado. La dinámica es simple pero poderosa: mientras el sacerdote predica sobre compasión y cuidado por los más vulnerables, un perro se sienta cerca del altar, tranquilo y visible para todos los presentes. Esta escena se repite cada semana y ha logrado transformar más de 200 vidas perrunas, dándoles una segunda oportunidad. Pero la labor del padre João Paulo va más allá del templo. Él mismo recoge a los animales de la calle, los alimenta, les brinda atención médica y, si es necesario, los acoge en su casa hasta encontrarles un hogar definitivo. Algunos, especialmente los que no pueden valerse por sí mismos, se quedan con él de forma permanente. Puede interesarte El alcance de su obra se amplifica a través de las redes sociales, donde comparte fotos, avances de recuperación y llamados a la adopción. Su cuenta se ha convertido en una red de amor y compromiso, con personas de distintas regiones interesadas en replicar su ejemplo o dar un hogar a los animales que rescata.
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