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Parana » AIM Digital
Fecha: 09/05/2025 02:08
Es una especie emblemática de la Patagonia y estaba “críticamente amenazada”, categoría previa a la extinción. Tras años de trabajo, se logró liberar tres ejemplares nacidos en cautiverio. La proeza de recolectar los huevos y el desafío de los primeros días de vida. Tres pichones de Macá Tobiano, ave emblemática de la Patagonia, demuestran la importancia de apostar por la ciencia, con tiempo, recursos y perseverancia, para lograr transformaciones. Pertenecen a la especie Podiceps gallardoi, cuya reproducción natural fue prácticamente nula en los últimos años. Gracias a un trabajo de más de una década, constante y colaborativo, tres ejemplares juveniles criados en cautiverio fueron liberados: un hito que para esta especie y una posibilidad para otras en peligro. “En un contexto en el que la reproducción natural ha sido prácticamente nula en los últimos años, esta acción pionera marca un punto de inflexión: si se replica a mayor escala, podría significar la diferencia entre la extinción y la supervivencia de la especie”, destacó la organización Aves Argentinas. La liberación de los tres Macá Tobiano es el punto de llegada de un camino iniciado en 2010 con el Programa Patagonia de Aves Argentinas, una labor conjunta –con un equipo liderado por la veterinaria Gabriela Gabarain- entre ONGs, universidades, Conicet e instituciones internacionales. El Macá Tobiano, a un paso de la extinción Las tres aves nacieron en la Estación Biológica “Juan Mazar Barnett”, donde trabaja el Programa Patagonia de Aves Argentinas, y fueron liberadas en el estuario del río Santa Cruz. Antes y después hubo múltiples intentos, estrategias, reintentos y mucha paciencia hasta dar con el resultado. Desde la recolección de los huevos hasta su cuidado y luego los críticos primeros diez días de los pichones: todo tiene tinte épico. El Macá Tobiano fue descubierto en 1974 por el naturalista argentino Mauricio Rumboll. En la década de 1990 se creyó que su hábitat remoto lo protegía, pero no: el avance de las amenazas humanas –entre introducción de especies exóticas y cambio climático— provocó un fuerte retroceso poblacional. En 2012 la especie fue categorizada como “Críticamente Amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn). Se trata del mayor grado de riesgo antes de la extinción. Quienes trabajan por su conservación llevaban años con tareas de control de especies invasoras, monitoreo de colonias reproductivas y acciones para mitigar el impacto del cambio climático. Pero no fue suficiente para frenar el impacto de la persistencia del deterioro ambiental. Entonces, fue necesario apelar a otra estrategia. Criar para liberar El equipo de Gabarain comenzó a desarrollar una estrategia sin precedentes: criar Macás Tobianos en condiciones controladas, desde el huevo hasta su liberación. “Este proceso, inédito no solo para esta especie sino para todos los macás del mundo, se convirtió en una carrera contrarreloj para evitar su extinción”, describió Aves Argentinas. El punto de partida se basó en un dato concreto: el 97 por ciento de las parejas reproductivas solo cría uno de los dos huevos que pone. El otro es abandonado. La meta entonces fue recuperar esos huevos que de otro modo se perderían. Lo hizo un equipo técnico altamente capacitado para su recolección en condiciones extremas, para trasladarlos luego a la Estación Biológica. Allí, incubadoras especialmente diseñadas replican las condiciones ideales de temperatura, humedad y rotación. Una vez nacidos, los pichones requieren cuidados intensivos: alimentación constante, natación diaria y atención permanente durante semanas. El proceso ha demandado años de ensayo y error, incluso con otras especies como el Macá Plateado, hasta llegar a completar el ciclo exitosamente, informaron desde el Programa. El hito Tras más de dos meses de cuidados ininterrumpidos, tres juveniles alcanzaron el peso ideal para ser liberados: más de 350 gramos en hembras y 400 en machos. La liberación se realizó en el estuario del río Santa Cruz, donde otros adultos pasan el invierno. Los especialistas explicaron que esta estrategia evita la riesgosa migración inicial desde las lagunas de altura. Los ejemplares fueron marcados con anillos rojos numerados, que permitirán su seguimiento a futuro. “Esta técnica de cría en cautiverio seguida de liberación controlada ya ha sido exitosa con otras especies amenazadas, como el Cóndor de California o el Oso Panda. En el caso del Macá Tobiano, podría permitir la incorporación anual de más de 50 juveniles, fortaleciendo significativamente a la población silvestre. Para que esta estrategia sea sostenible, es fundamental seguir fortaleciendo los recursos y las alianzas institucionales”, remarcaron quienes integran el programa. Entre las organizaciones involucradas se encuentran el Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz, la Secretaría de Estado de Ambiente, la Municipalidad de Puerto Santa Cruz, Conicet, Fundación Bariloche, Icfc y Fcen-UBA. “El camino es desafiante, pero por primera vez en mucho tiempo hay una esperanza real y concreta de evitar la extinción del Macá Tobiano. Este hito representa no solo un triunfo para la conservación en la Argentina, sino también un ejemplo de compromiso, ciencia y trabajo en equipo. Un símbolo vivo de la Patagonia que merece seguir habitando nuestros paisajes”, resumió la organización al frente del Programa por el Macá Tobiano. Un logro que vale doble en tiempos de desfinanciamiento y ataque a la ciencia por parte del Gobierno Nacional. Fuente: Tiempo Argentino
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