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» El Ciudadano
Fecha: 08/05/2025 16:23
Un tirador disparó cinco veces contra Norma Acosta en la puerta de su casa de barrio Tablada en la mañana de este miércoles. La mujer, viuda de un hombre que murió durante un recordado incendio intencional en la Alcaidía de la Jefatura en 2013, alcanzó a tirarse al piso y cerrar la puerta al divisar a uno de los gatilleros, según ella misma contó a la prensa, y salió ilesa. «No me mataron de casualidad», señaló. De acuerdo con sus dichos, se trata de una venganza por sus denuncias por corrupción policial, en las cuales hace tres meses mencionó el robo de combustible en la estación de servicios Puma de Lagos y Presidente Quintana, la misma que horas atrás fue eje de múltiples allanamientos por robo de nafta que tiene a 16 uniformados detenidos. Norma Acosta ha sido protagonista de múltiples denuncias en la última década, desde la muerte de Miguel “Japo” Saboldi en el penal policial de Francia al 5200, pasando por su detención y posterior condena por comercialización de drogas, que ella insiste le plantaron. En los años siguientes su padre y su hermano fueron asesinados, y la mujer denunció a bandas narco como la liderada por Luis «Pollo» Bassi. Según relató al móvil de LT8 la propia Acosta, en la mañana de este miércoles abrió la puerta de su casa para ir hasta el quiosco cuando se topó con un hombre con una pistola en la mano: atinó a tirarse al suelo mientras el gatillero montaba la nueve milímetros y disparaba. Fueron cinco tiros, según dijo y de acuerdo con las cuatro vainas servidas incautadas y los cinco impactos que obsevaron los policías que llegaron al lugar, en la zona de Alem y Ayolas, a media altura. Los atacantes eran dos y escaparon en un auto blanco por esa cortada del barrio Tablada, adonde hace siete años ocurrió un episodio similar. De acuerdo con lo que dijo Acosta, hace tres meses ella misma denunció en Fiscalía corrupción policial, y dio datos precisos de la estación de servicios Puma de Ovidio Lagos y Presidente Quintana con el robo de combustible. Añadió que semanas atrás dejaron frente a la puerta de su caja un ataúd con el nombre de su nieto, por lo cual vivía en alerta permanente, al punto de que su hijo más pequeño, que estaba en la vivienda al momento del ataque, se cambió de habitación y duerme con ella cada noche. La mujer dio nombres propios como el del “comisario Santamaría”, jefe del Comando Radioeléctrico, al que apuntó por la persecución que sufrió otro de sus hijos, al que le pidieron el DNI cuatro veces en 20 días en clara actitud intimidatoria, dijo, por su acampe frente a Gobernación en pedido por los derechos de los presos llamados de alto perfil. Horas antes del ataque contra Acosta fue hallada una bandera con inscripción mafiosa en la cercanías, en la escuela Vigil, con lo cual no se descarta que los episodios estén vinculados. La bandera apuntaba contra “Dilan Cantero y Andi Bracamonte”, para que “dejen de matar gente inocente”. Es una referencia el hijo menor de Ariel “Viejo” Cantero y Celestina Contreras, heredero de Los Monos, y al hijo del asesinado Andrés “Pillín” Bracamonte, jefe de la barra de Rosario Central.
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