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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 08/05/2025 13:54
Claudio Ayala enfrenta cargos por desobediencia judicial, violación de domicilio, lesiones graves y robo agravado. La defensora pública, abogada Rita Marchi, le solicitó al Tribunal que tenga en cuenta que su representado expresó arrepentimiento por haber golpeado a la denunciante, que actualmente estudia y trabaja en un oficio dentro de la unidad penal y que se le aplique la pena mínima, si es hallado culpable por los golpes que le propinó a su ex pareja. Claudio Ayala, de 38 años, será sentenciado este jueves 8 de mayo por una serie de delitos cometidos en contexto de violencia de género. Está acusado de desobedecer una orden judicial, violar el domicilio de su expareja, causarle lesiones graves y sustraerle el celular que él mismo le había regalado tiempo atrás. Los hechos ocurrieron el 30 de septiembre del año pasado, poco después de que Ayala recuperara la libertad de una detención anterior. Ese día, ingresó sin autorización al domicilio de su ex pareja, pese a tener una restricción de acercamiento vigente. Allí, la golpeó y se llevó su teléfono móvil. Cabe descatarse que el acusado permanece privado de su libertad desde septiembre del año pasado. Durante la primera jornada del juicio, el imputado admitió haber agredido físicamente a la mujer y dijo estar arrepentido, aunque negó haber cometido el robo. También argumentó que desconocía la vigencia de la medida cautelar. El proceso oral y público, que se desarrolla en Río Grande, incluyó la reproducción de la declaración de la víctima y los testimonios de profesionales de la Dirección Pericial del Distrito Judicial Norte, quienes detallaron las consecuencias físicas y psicológicas sufridas por la denunciante. La fiscal Mónica Macri, especializada en Violencia de Género e Intrafamiliar, solicitó una pena de seis años de prisión efectiva. La defensora pública Rita Marchi, en cambio, pidió que su representado sea absuelto por los delitos de robo y desobediencia judicial. En cuanto a las lesiones, solicitó que, en caso de ser hallado culpable, se le aplique la pena mínima prevista por la ley. Marchi pidió a los jueces que valoren el arrepentimiento expresado por Ayala, así como su actual esfuerzo por reencaminar su vida: desde que está detenido, estudia y trabaja en un oficio dentro de la unidad penal con el objetivo de lograr su reinserción social, señaló la letrada. Antes de que se dicte el veredicto, el enjuiciado tendrá la oportunidad de expresar sus últimas palabras ante el Tribunal.
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