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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/05/2025 06:51
zzzznacp2 NOTICIAS ARGENTINAS LA PLATA, MARZO 25: La escuela primaria 18 de Gonnet, en la capital provincial, fue uno de los centros educativos en los que hoy se dictaron clases. Foto NA: BA Noticias zzzz La evaluación nacional Aprender 2024 marcó un hito en el sistema educativo argentino: después de ocho años, se volvió a administrar sobre los estudiantes de tercer grado para observar sus habilidades lectoras. La decisión responde a una prioridad compartida entre el gobierno nacional y las provincias: mejorar la alfabetización inicial en el primer ciclo de la educación primaria. Los resultados de las pruebas, tomadas en noviembre en 4.178 escuelas y que fueron presentadas este martes por la Secretaría de Educación, ofrecen un diagnóstico desafiante: el 55% de los estudiantes del país se encuentra por debajo del nivel esperado para esta etapa, cifra que crece hasta el 68% si consideramos aquellos que pertenecen al nivel socioeconómico más bajo. La evidencia demuestra que el desarrollo temprano de la lectura y la escritura es clave para los aprendizajes futuros. Aquellos niños que no logran leer con fluidez y comprender lo que leen en los primeros años, enfrentan enormes dificultades en su trayectoria escolar, perpetuando desigualdades. En este contexto, disponer de información actualizada, válida y comparable resulta esencial. Aprender 2024 no solo midió los logros de los estudiantes a nivel nacional, sino que también brinda un panorama por provincia. Esto es crucial, dado que todas las jurisdicciones firmaron compromisos específicos para priorizar la alfabetización. Así que esta evaluación, si se realiza con regularidad, debería funcionar como línea de base para monitorear si los esfuerzos —planes de alfabetización, formación docente, mejora de materiales, acompañamiento a escuelas— se traducen en avances concretos. La evaluación educativa es una herramienta poderosa para la mejora. A nivel de aula, permite al docente ajustar su enseñanza; a nivel de sistema, ayuda a identificar patrones y desigualdades que orientan las políticas públicas. Ahora, como planteamos desde CIPPEC, para que las evaluaciones del sistema contribuyan efectivamente a la mejora, es necesario definir cuál es su propósito, quiénes serán los usuarios de sus resultados y de qué manera se espera que usen la información. Por lo tanto, no alcanza con generar información de calidad: es indispensable diseñar estrategias de devolución claras, con productos específicos para directivos, docentes, supervisores y decisores políticos, promoviendo un uso efectivo de los resultados. No hay una fórmula única para que las evaluaciones impulsen mejoras, pero sí experiencias valiosas. En Brasil, los resultados se integran a un índice que guía metas y recursos. En estados como Ceará y Pernambuco, las evaluaciones se articulan con políticas de formación docente, acompañamiento pedagógico e incentivos, generando un círculo virtuoso entre esfuerzos nacionales y subnacionales. Los resultados de Aprender 2024 en tercer grado ratifican los enormes desafíos pendientes en alfabetización. Pero, a diferencia de otras épocas, hoy existen condiciones propicias para mejorar: un diagnóstico claro, un acuerdo federal amplio y una sólida base de conocimiento sobre las estrategias más efectivas. De aquí en adelante, los avances dependerán del compromiso real y de la capacidad de gestión de los actores educativos para revertir una las mayores problemáticas que conspiran contra las oportunidades de desarrollo personal y ciudadano: la incapacidad de leer y escribir.
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