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Concepcion del Uruguay » RNLT-11
Fecha: 07/05/2025 08:53
El enólogo Fabricio Porteli explicó que el punto de inflexión en el consumo interno vitivinícola en nuestro país ocurrió en el año 2000, cuando "la gente empezó a elegir un poquito más" y ponderó que el vino tiene "mucho valor agregado con el que se pueden hacer muchas cosas". "Marco ese punto de inflexión porque nos sirve para un montón de cosas. En el 2000 la gente empezaba a elegir un poquito más. Varios restaurantes se inauguran, un montón de restaurantes con cartas de vino. Inauguran muchas bodegas. Salimos de la convertibilidad y viene mucha inversión de afuera", aseguró el licenciado en marketing nacido en Chaco, de 55 años, de los cuales 54 vive en Buenos Aires, por lo que se autoconsidera "recontra porteño". Portelli afirmó en el programa "Amigos", de esta emisora, que desde chico le interesaban las bebidas y que sus "primeros libritos fueron de historia de bebidas, la historia del whisky, la cerveza, los tragos, sobre todo" hasta que vio la película Cóctel con Tom Cruise en la que lo terminó de decidir que era "por ahí" y estudió en la Escuela de Sommelier. En ese entonces, "el vino era como era, vino de mesa, había vino fino, pero había diez nada más". "Los primeros que salieron a vender al mundo eran los Arizu del momento, los Catena del momento, los Zuccardi del momento que se daban cuenta que toda bodega en aquel momento elaboraba los vinos con las variedades que más se consumen en el mundo: Cabernet Sauvignon Tinto y Chardonnay en blanco. Y si vos querías conquistar a algún comprador en el mundo, tenías que llevarle algunos vinos para decirle ‘mirá, yo también hago buen vino, pero soy Argentina’. No estaba mal, pero delante nuestro estaban Chile, Sudáfrica, Australia. Entonces siempre íbamos a la cola", analizó. Según Porteli, "lo que pasa que Argentina es como más diverso y esto de haber empezado tarde hoy empieza a tener una ventaja, recién ahora, 25 años después de esta, 'revolución', porque no tiene un lastre de un posicionamiento X, no tiene posicionamiento Argentina. El Malbec es su única bandera de acá estoy y es sinónimo de vino". "Nos faltan dólares para hacerlo más amplio, pero es lo único que le falta al Malbec. Guita para promoverlo, nada más. Después lo demás lo tiene, señaló el enólogo y agregó: "Lo que hizo el vino fue demostrarte que con el valor agregado se pueden hacer muchas cosas. Entonces la gastronomía mejoró y entonces Mendoza ya no es más asado y empanada nada más, sino que hay menú de pasos y la cocina más sofisticada que hasta en un restaurante de cocina de mar que te diría que está entre los mejores de Argentina. Cocina de mar en medio del desierto". Porteli insistió con que "el vino tiene mucho valor agregado", ya que "a partir de una fruta que es la uva y vas a tener vinos de entre 3.000 pesos el litro hasta 500.000 mangos, la botella en el medio, ahí tenés más de 6000 opciones" solo de Argentina. "Entonces, esa diversidad, la única manera que tenés de disfrutarla es apreciándola. ¿Qué es lo que pasaba en los 80 y 90? Que la gente comía y tomaba sin importarle nada ese tema. Qué pasó cuando empieza a haber más competencia la gente empezó a decir no para ver a ver qué tinto me está dando, porque ya no es tinto y blanco, qué tinto. Y las variedades empiezan a ser más importantes y la diferencia del Cabernet Malbec se empieza a hacer notoria", destacó. El enólogo añadió que "después del Malbec lo mejor que nos puede pasar es que siga viniendo más Malbec, pero hete aquí que en los últimos diez años de Cabernet pasamos de 700 a 1600 hectáreas y de Malbec pasamos de 30000 a 50000. Eso da una pauta de la dimensión".
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