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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 06/05/2025 10:38
Este lunes, el juez Gervasio Labriola, del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, resolvió absolver a Dolores Etchevehere y a su abogado, Facundo Taboada, de la acusación por usurpación del campo Casa Nueva, ubicado en El Quebracho, Santa Elena. El caso se originó por los hechos ocurridos en octubre de 2020, cuando Etchevehere, junto a militantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), liderado por Juan Grabois, ingresó al predio y lo ocupó temporalmente. La causa fue impulsada por una denuncia presentada por los integrantes de Las Margaritas S.A., entre ellos la madre de Dolores, Leonor Barbero Marcial, y sus hermanos Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere. Tanto el fiscal Facundo Barbosa como el abogado querellante, Rubén Pagliotto, habían solicitado una condena de un año de prisión condicional para la mujer. El Ministerio Público Fiscal acusó a Etchevehere por haber ingresado al campo el 15 de octubre de 2020, alrededor de las 11 de la mañana, junto a Taboada y un grupo de militantes del MTE. Según el portal Entre Ríos Ahora, en ese momento exigieron a los empleados del lugar que entregaran las llaves de la casa principal. La disputa familiar entre Dolores Etchevehere y sus hermanos comenzó en 2013, a raíz de desacuerdos por la herencia de su padre, Luis Félix Etchevehere, fallecido en 2009. Aquel conflicto dio lugar a denuncias por fraude y presunto vaciamiento de las empresas del grupo familiar. El 6 de diciembre de 2013, la fiscalía a cargo de Ignacio Aramberry elevó la denuncia presentada por Dolores al juez de Instrucción, Alejandro Grippo. La mujer ratificó esa denuncia formalmente el 20 de diciembre del mismo año. Tras años de proceso, en junio de 2022 se realizó la audiencia de remisión a juicio ante el juez Walter Carballo, donde Fiscalía solicitó que Etchevehere fuera juzgada por usurpación y desobediencia judicial, mientras que a Taboada solo se lo imputó por usurpación. Finalmente, el 25 de julio de 2022, el juez elevó a juicio la causa, aunque únicamente por el delito de usurpación, y sobreseyó a Dolores por desobediencia judicial aplicando perspectiva de género. El fallo destacó que no se trató del mismo modo a los hermanos Etchevehere, quienes también habrían incumplido una orden judicial de no acercarse al establecimiento.
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