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Concepcion del Uruguay » La Pirámide
Fecha: 06/05/2025 09:45
Foto: ilustrativa María Leiva es una mujer que construyó un monoambiente en el garage de su vivienda para mudarse allí y poder alquilar el resto de su hogar en el año 2019 a una familia uruguayense. Días atrás se acercó a LT11 para poder exponer la situación que atraviesa al no poder desalojar a los inquilinos pese a las múltiples denuncias que ha realizado e incluso, tras mediar la violencia física contra ella. Según relató «hace cinco años que estoy tratando de sacar a las personas estas, porque se terminó el contrato y no se quieren ir. Después empezaron con amenazas, empezaron a mandarme gente hasta que ya pasó a lo físico, terminé siendo golpeada, quebrada, hice denuncias por violencia de género, comprobada con las lesiones, ya que tengo en el brazo izquierdo dos quebraduras, además se me había estillado una costilla y un fuerte golpe en la columna». «Tanto la justicia como la policía no han hecho nada», aseguró la damnificada. Siguiendo con el relato, María explicó que «se van turnando, a veces mandan a otros a amedrentarme, o si no es la mujer o el hombre, que encima se separaron hace dos años pero siguen sin dejar la casa, van de vez en cuando como para hacerse ver porque prácticamente no viven ahí». La afectada vive en la misma casa ya que «en donde tenía el garage, hice un monoambiente, y me trasladé ahí para poder alquilarlo porque la vida me pegó un golpazo y no tenía ingresos, entonces alquilé mi casa que la obtuve por el IAPV». «Una vez que se terminó el contrato, como siempre tuve inconvenientes durante los dos años, porque nunca pagaron impuestos, nunca pagaron la luz, se engancharon de mi medidor, y toda esa deuda quedó a mi nombre, entonces decidí no renovar el contrato», dijo. «He hablado con ellos varias veces, he gastado saliva y ahora la justicia tampoco me dan ninguna solución y las personas estas siguen amenazándome, y ya pasó a lo físico», explicó. Las lesiones Cuando las instancias de conversación se agotaron y María efectivizó las denuncias, aparecieron las lesiones físicas. «Ya van tres hechos», recuerda. «Primero fueron personas que no conozco, pero sí saqué fotos de la patente del auto en que se movilizaban, hice la denuncia correspondiente, hice la denuncia de las amenazas, fui al Hospital Urquiza por las lesiones, me tomaron la declaración y cuando fui a hacer la rectificación ya no me tomaron nada», asevera. También se hizo presente en la Comisaría de la Mujer «pero no me tomaron la denuncia, ninguna de las dos personas que me recibieron ahí me la tomaron y no me dieron una explicación de que por qué. Me dijo que tenía que esperar que me llamaran de Fiscalía, pero de Fiscalía no me llamaron nunca». El golpe que le propinaron «fue el 28 de febrero y ahí empezaron con las agresiones físicas, a partir de ahí se va haciendo más seguido y la última fue hace dos, tres semanas atrás». Avances en las denuncias María asegura haber realizado diversas denuncias pero «no he tenido ninguna respuesta de ningún lado». «He ido a Fiscalía, donde tuve que rectificar la denuncia varias veces y nada, y sigue exactamente igual. Tienen una orden de restricción que se terminaría el 28 de mayo pero él continuamente está ahí», destacó. Finalmente la mujer aseguró que «la médica policial vio las radiografías, me revisó y constató el golpe de puño que tenía en el pecho, que fue lo que me hizo caer». «Él alegó cuando llegó la policía, que yo iba caminando en la vereda, me había tropezado y me había caído, pero hay filmaciones que yo hice pedir también donde se ve el hecho», aseguró.
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