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» Santafeactual
Fecha: 05/05/2025 10:50
El volante anotó el tanto del empate transitorio ante Estudiantes de Río Cuarto y luego se fue expulsado. "Tratamos de cambiar la imagen y no se puede", afirmó. La tarde fue larga para Colón en Río Cuarto. No sólo por la derrota —la sexta consecutiva en la Primera Nacional— sino también por el golpe anímico que implica ver cada vez más lejos el objetivo. El Sabalero cayó 2-1 ante Estudiantes y quedó a 11 puntos del líder Gimnasia de Jujuy, además de situarse a cinco de los puestos de Reducido. Y Nicolás Talpone, autor del gol del empate parcial y luego expulsado, fue uno de los pocos que dio la cara tras el partido. Dolido, se mostró crudo, autocrítico y hasta avergonzado por el presente del equipo. “No estoy para hacer un análisis ahora, pero nos está costando demasiado. Sentimos vergüenza por la situación”, dijo Talpone ante los micrófonos, visiblemente afectado. El volante, que anotó un golazo antes de ver la roja en el complemento, reconoció que el equipo no encuentra explicaciones y que ya no hay lugar para excusas. “No alcanza con lo que estamos haciendo. No hay que echarle la culpa a la mala suerte, porque ya son seis partidos. Hay que hacer autocrítica cada uno”, lanzó con dureza. Su expulsión, además, lo dejará fuera del duelo del próximo domingo ante Talleres de Remedios de Escalada, un encuentro clave para empezar a revertir esta preocupante racha. “Me quedé con bronca. Era un tanque que me llevaba tres cabezas y veinte kilos. No vi la jugada después, no sé bien cómo quedamos mano a mano, pero en ese momento pensé en bajarlo para que no convierta”, explicó sobre la infracción que le valió la tarjeta roja. El ex Estudiantes de La Plata no ocultó su frustración: “Me da vergüenza declarar porque es repetir lo mismo. Tratamos de cambiar la imagen y no se puede, las cosas no nos están saliendo”. Y confesó que nunca había vivido una racha así en su carrera: “No me pasó nunca. Pero tenemos un grupo que tira para adelante. No está alcanzando, hay que dar más en todos los aspectos”. Las palabras de Talpone resumen el clima que se vive en Colón: desazón, autocrítica y una necesidad urgente de respuestas. El margen de error se agota, y el tiempo para reaccionar empieza a jugar en contra.
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