05/05/2025 15:30
05/05/2025 15:30
05/05/2025 15:30
05/05/2025 15:30
05/05/2025 15:30
05/05/2025 15:30
05/05/2025 15:30
05/05/2025 15:26
05/05/2025 15:26
05/05/2025 15:24
Parana » Ahora
Fecha: 05/05/2025 10:13
Los Vicario Los Vicario sacrificaban sus cerdos. Antes, los criaban y les ponían nombres de flores: Violeta, la chancha; Pensamiento, el cerdo servidor; Geranio, Clavel, Rosita, Jazmín, Margarita, Girasol, Lirio. La madre los había criado hablándole a sus canteros, ellos sabían qué decían cuando bautizaban al chancho. La hilera de flores no se veía clara en la fila de las colas enruladas, las patas enterradas en la mierda. Delante, bateas con maíz quebrado y porquerías: marlos de choclos, zapallos partidos, un líquido sucio del final de los tachos con alimentos mezclados con agua, repollos comidos por las babobas. Los Vicario podían acariciarlos como a pétalos con la lengua, “vení pa cá Girasol, no seas cabeza dura”. Después ensartaban sin dudas la daga en la yugular, dejaban el grito llenando de agujeros el aire por horas. Los mataban igual porque eran sus animales. Los miraban a los ojos mientras lo hacían. Sentían el poder de arrancarles la vida como a un yuyo. Veían el jardín de la madre muerta y volvían a empezar.
Ver noticia original