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  • Alerta por aumento de tos ferina en EEUU: hay seis bebés entre las diez víctimas mortales

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 05/05/2025 06:59

    Seis bebés menores de un año están entre las víctimas mortales de la enfermedad. (Imagen Ilustrativa Infobae) Los casos de tos ferina han experimentado un aumento significativo en lo que va del año, con aproximadamente 6.600 casos documentados en Estados Unidos, casi cuatro veces más que en el mismo periodo del año anterior. Según informó CNN, en 2024 se registraron más de 35.000 casos en el país, la cifra más alta en más de una década. Este incremento resultó en la muerte de diez personas, entre ellas seis bebés menores de un año. La tos ferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. De acuerdo con la doctora Leana Wen, experta en bienestar de CNN y profesora asociada en la Universidad George Washington, esta bacteria se transmite a través de pequeñas gotas que se liberan cuando una persona infectada tose o estornuda. Las personas cercanas pueden inhalar estas gotas y contagiarse. Además, el contacto cercano y prolongado, como cuando alguien infectado sostiene a un bebé, también puede propagar la enfermedad. Los síntomas iniciales de la tos ferina suelen aparecer entre siete y diez días después de la infección y se asemejan a los de un resfriado común, incluyendo fiebre leve, secreción nasal y tos. Estados Unidos registra la mayor cantidad de casos de tos ferina en más de una década. (Imagen Ilustrativa Infobae) Sin embargo, la enfermedad progresa hacia episodios de tos severa que pueden incluir ataques violentos y un característico sonido agudo al intentar respirar, conocido como “whoop”. Estos episodios pueden ser tan intensos que provocan vómitos, dificultad para dormir e incluso fracturas de costillas debido a la fuerza de la tos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tos ferina representa un riesgo significativo para los bebés, siendo una causa importante de enfermedad y muerte en esta población. En Estados Unidos, estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que uno de cada tres bebés menores de un año infectados requiere hospitalización, y de estos, uno de cada cinco desarrolla neumonía, mientras que uno de cada 100 fallece debido a complicaciones. El diagnóstico de la tos ferina puede realizarse mediante la identificación del característico sonido de la tos, aunque en casos menos evidentes se recurre a pruebas de laboratorio con muestras de la nariz y la garganta. Las personas infectadas son contagiosas desde el inicio de los síntomas hasta al menos dos semanas después de que comienzan los episodios de tos. Los síntomas iniciales de la tos ferina se asemejan a los de un resfriado común. (Imagen Ilustrativa Infobae) Según explicó la doctora Wen, el uso temprano de antibióticos, como azitromicina, claritromicina o eritromicina, no solo puede acortar el tiempo de contagio, sino también reducir la gravedad de los síntomas y acelerar la recuperación, que puede extenderse de una a diez semanas. Para prevenir la enfermedad, los CDC recomiendan dos tipos de vacunas combinadas que incluyen protección contra la tos ferina: DTaP y Tdap. La serie de vacunas DTaP consta de cinco dosis administradas a los 2, 4 y 6 meses de edad, seguidas de refuerzos entre los 15 y 18 meses y entre los 4 y 6 años. Posteriormente, se recomienda la vacuna Tdap para adolescentes, preferiblemente entre los 11 y 12 años, y una dosis única para adultos que no la hayan recibido previamente. Además, las mujeres embarazadas deben recibir una dosis de Tdap entre las semanas 27 y 36 de gestación para transferir anticuerpos protectores al bebé. Los refuerzos para adultos deben aplicarse cada diez años. El aumento en los casos de tos ferina podría estar relacionado con varios factores. Según la doctora Wen, las medidas de prevención implementadas durante la pandemia de Covid-19, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, redujeron la transmisión de enfermedades respiratorias, incluida la tos ferina. La vacuna DTaP es crucial para prevenir hospitalizaciones en infantes y niños pequeños. (Imagen Ilustrativa Infobae) Sin embargo, el relajamiento de estas medidas ha llevado a un repunte en los casos. Además, las tasas de vacunación infantil, incluidas las de DTaP, han disminuido, lo que representa un desafío significativo para la salud pública. Wen recordó que, antes de la disponibilidad generalizada de la vacuna contra la tos ferina en el siglo XX, esta enfermedad era una de las principales causas de mortalidad infantil en Estados Unidos. Para protegerse, los expertos recomiendan completar las series de vacunación y recibir los refuerzos correspondientes. Las personas con síntomas deben buscar diagnóstico y tratamiento para evitar la propagación. Según los CDC, el riesgo de transmisión dentro de un hogar es alto, por lo que se aconseja que todos los convivientes de una persona infectada reciban antibióticos dentro de los 21 días posteriores al inicio de los síntomas, incluso si no presentan signos de la enfermedad. Este enfoque, conocido como profilaxis posterior a la exposición, también se recomienda para personas con alto riesgo de complicaciones graves tras haber estado expuestas a alguien con tos ferina. La doctora Wen enfatizó la importancia de la vacunación como la herramienta más efectiva para reducir tanto la probabilidad de contraer la enfermedad como la gravedad de los síntomas en caso de infección.

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