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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/05/2025 06:54
El 18 de mayo habrá elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. (Photo by JUAN MABROMATA / AFP) En estas elecciones, la Ciudad de Buenos Aires no elige simplemente representantes: define su destino. Se enfrenta a una disyuntiva clara entre dos modelos. De un lado, el modelo del populismo que gobernó el país durante las últimas dos décadas, ese que nos dejó inflación, pobreza y estancamiento. Del otro, el modelo de la libertad que empieza a mostrar sus frutos a nivel nacional y que ahora busca llegar a la Ciudad para profundizar el cambio. Y con esto quiero ser clara: Adorni es Milei en la Ciudad. Así como el Presidente logró, con convicción y determinación, empezar a desarmar el entramado de privilegios y despilfarro del Estado nacional, Adorni representa la posibilidad de implementar ese mismo modelo en la capital. Y no hay tiempo que perder: el kirchnerismo está más desesperado que nunca porque sabe que este modelo funciona, y que su ciclo se termina para siempre. Adorni representa la posibilidad de implementar ese mismo modelo en la capital La candidatura de Leandro Santoro no es una novedad ni una esperanza renovadora. Es, simplemente, Cristina, Alberto y Massa disfrazados de progresismo porteño. Es la misma receta de siempre: más impuestos, más regulaciones, más burocracia, menos libertad. La Libertad Avanza es el único espacio que tiene la convicción, la fuerza política y la legitimidad para frenar esa amenaza y dar vuelta la página. La Ciudad necesita menos casta política y más eficiencia. Menos impuestos y más libertad. Menos marketing estatal y más respeto por el bolsillo de los vecinos. No se trata de especulaciones electorales ni de acuerdos de conveniencia. Cuando una alianza la mueve el mero hecho de aferrarse al poder, por el poder mismo, está destinada a fracasar y hacer daño. Eso también es parte de la vieja política con la que vinimos a terminar. Si no queremos una conurbanización de la ciudad, es momento de aplicar acá también, el modelo que ya empezó a cambiar el país. Sin medias tintas, porque si no vamos a fondo, el cambio no ocurre. Y esta vez, vamos a fondo. Es Libertad o Kirchnerismo.
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