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» La Capital
Fecha: 04/05/2025 17:59
Rosario supo estar plagada de sala de cines. El 8 de mayo de 1945 la ciudad vio nacer un espacio que aún hoy sigue proyectando películas El 8 de mayo de 1945 la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin en Europa y, tras conocer la noticia, las celebraciones en Rosario no tardarían en llegar. Sin embargo, ese mismo día, en pleno centro de la ciudad, había otro motivo de festejo: un nuevo cine abría sus puertas ese mismo día. Pocas horas antes de que el cine El Cairo quedara oficialmente inaugurado en Santa Fe al 1120, en Europa los representantes de la Alemania Nazi firmaban su rendición incondicional . La noticia hizo que por las mismas calles del centro estallaran con multitudinarios festejos por el fin de la guerra. La Rosario de entonces era muy distinta a la actual. La presencia de los inmigrantes todavía era muy marcada y muchos de los que habían nacido en suelo argentino tenían, del lado materno o paterno, sangre europea. El fin de la guerra fue un momento de celebración para esa sociedad mixta y heterogénea que vivió el conflicto como propio. Aquella ciudad también era distinta en su fisonomía, sus entretenimientos y sus modas. Era, por ejemplo, una Rosario repleta de salas de cine : para 1950 se calculaba que había alrededor de 50 salas en todo el territorio local , de las cuales muchísimas se ubicaban en los barrios. WhatsApp Image 2025-04-30 at 19.57.10.jpeg El cine rosarino desde sus inicios Es que, desde los primeros años del siglo XX, el cine comenzó a hacerse un lugar como forma de entretenimiento. Primero proliferaron los cafés con cinematógrafos y los biógrafos. Lentamente, esos espacios dieron lugar a las salas dedicadas exclusivamente a la proyección. Cuando llegó la novedad y las primeras salas comenzaron a abrir sus puertas, muchos se alarmaron por el desinterés progresivo que comenzaron a sufrir los teatros. De hecho, las propias páginas de La Capital daban cuenta de que el cine no era considerado, en un primer momento, como un lugar donde se mantuvieran las buenas costumbres. De hecho, en 1910, el diario alertaba contra las "precarias exhibiciones cinematográficas" frente al "teatro de gran nivel". En la década de 1920, los amantes del cine comenzaron a ser cada vez más. Las multitudes inundaban las salas y las normas de convivencias eran cada vez más difíciles. Tanto era así que desde el poder municipal se llegó a proponer la necesidad de construir, dentro de los espacios, unas canaletas ubicadas al borde de las butacas por las que circularía el agua de manera permanente para que los espectadores escupieran "ordenadamente". Sucede que los cines eran espacios sumamente concurridos que también servían para el encuentro en una época sin redes sociales. En 1941 se estimó que en Rosario, una ciudad con 450 mil habitantes, se vendieron 5 millones de entradas. WhatsApp Image 2025-04-30 at 19.57.10 (1).jpeg Los 80 años de la sala de las palmeras El martes 8 de mayo de 1945, cuando Argentina todavía estaba bajo un gobierno de facto, la guerra terminó y el cine El Cairo abrió sus puertas. No es sorprendente que la primera película que proyectó fue de origen estadounidense: "Privilegio de mujer" o, su nombre en inglés, "Together Again", estrenada en 1944 protagonizada por Irenne Dunne y Charles Boyer. Sin embargo, no era la primera vez que aquel espacio se dedicaba a al exhibición cinematográfica. La primera vez que abrió sus puertas fue en una fecha tan temprana como 1913, en una Rosario todavía más irreconocible, con un nombre que perdió con los años: "Royal Cinematographe". Sin embargo, aquel martes 8 de mayo de 1945 inauguró reformado y con el nombre que conserva hasta la actualidad: El Cairo. El diario La Capital publicó en su edición de aquel día el aviso de la inauguración. Allí se caracterizaba al flamante cine como "una suntuosa y moderna sala de espectáculos". Su arquitecto había sido Alfonso Capdevila y el espacio era dirigido por Felipe Milia, quien había estado a cargo de la inauguración del bar El Cairo tan sólo dos años antes y abriría cine El Nilo tiempo después en Sarmiento 1328. En el aviso no sólo había una imagen de los dos protagonistas de la película que inauguraría la sala sino también una serie de publicidades referidas a todas las empresas que intervinieron en la construcción del cine. Desde la compañía encargada de las decoraciones y alfombras "Los Gobelinos" hasta la firma "El Coloso", encargada de los trajes de los empleados. 20250430_185513.jpg Gentileza Rosario por Conocer El nuevo cine llamó la atención por su decoración. Su estructura tuvo un estilo art decó, que ya había sido utilizado para otros cines rosarinos. Por ejemplo, el Empire Theatre, ubicado en Corrientes 842, había inaugurado en 1923 y su fachada mostraba claramente las influencias de aquella corriente artística. Las palmeras fueron el elemento sobresaliente con la que se distingue la sala hasta la actualidad. Fue Pedro Cresta quien estuvo a cargo de construir esta parte de la identidad del cine. El escultor y ceramista había realizado trabajos importantes junto a Erminio Blotta en el cementerio El Salvador y estuvo presente en la realización del Monumento al cartero, emplazado en el Palacio de Correos. 20250430_185511.jpg Gentileza Rosario por Conocer Su intervención alrededor de la pantalla del cine El Cairo siguió la tendencia art decó y sumó los particulares relieves de palmeras y motivos naturalistas que le dan esa personalidad tan características a la sala. De hecho, el cronista de 1945 resaltaba esta peculiaridad: "La sala ofrece su pantalla con la exuberante imaginación del artista, que concibe relieves de palmeras, frutos y demás motivos naturalistas, hasta ondas marinas iluminadas con neón". El Cairo atravesó las distintas épocas y los diversos años de la historia argentina. Sobrevivió al cambio de hábitos en relación al consumo cinematográfico producidos desde la masificación de los videocasetes VHS, en los tempranos 90, y el desembarco de las grandes cadenas de multicine. Después de años de lucha, en 2007 cerró sus puertas. Dos años después, volvió a abrir pero ya como cine público, el primero de toda la provincia de Santa Fe.
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