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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/05/2025 16:39
En medio de la crisis arancelaria, Trump acusó a China de seguir enviando fentanilo a Estados Unidos (REUTERS/Kevin Lamarque) Días atrás, en medio de las fuertes tensiones comerciales con China, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió nuevamente contra el régimen de Xi Jinping, al que acusó de seguir suministrando fentanilo a los cárteles narco en México y Canadá, desde donde -luego- ingresan en territorio norteamericano. El líder republicano volvió a exigir a Beijing que ponga fin a estas actividades, pese a que el gigante asiático aseguró el pasado mes de marzo que adoptó “medidas muy estrictas” para hacer frente a esa problemática. Sin embargo, en este contexto de crecientes tensiones, el conflicto comercial entre Washington y Beijing podría encontrar un nuevo punto de negociación, precisamente en el combate al tráfico del fentanilo. Según informó The New York Times, altos funcionarios del régimen chino estarían valorando un acercamiento que incluya intensificar la cooperación conjunta en este tema, buscando aliviar la tensión en la prolongada guerra de aranceles entre ambas naciones. Desde hace tiempo, Beijing ha utilizado el control del flujo de fentanilo y de los químicos necesarios para su producción como herramienta diplomática en sus relaciones con Washington. En 2019, por ejemplo, implementó un veto a todas las variantes del opioide como parte de los esfuerzos para disminuir las tensiones comerciales durante la primera administración Trump. Dicho veto surgió tras acusaciones del presidente estadounidense, quien señaló que China no estaba haciendo lo suficiente para contener la distribución del narcótico. Más recientemente, la Casa Blanca redobló la presión para que el régimen chino tome medidas sobre los elementos precursores del fentanilo, y en respuesta, se cerraron vacíos legales que permitían el envío de pequeñas cantidades de estos químicos a los Estados Unidos. Asimismo, la administración Trump justificó la imposición de nuevos aranceles de hasta un 10% al amparo de este argumento. Por su parte, Beijing respondió con tarifas igualmente elevadas, declarando que estaba dispuesta a “luchar hasta el final” frente a lo que calificó como “chantaje”. EEUU asegura que las mafias chinas trafican fentanilo al amparo del régimen chino (Imaginechina via AP Images) Sin embargo, pese a mostrarse desafiante ante Estados Unidos, en el contexto de un conflicto comercial prolongado que ha afectado las economías de ambos países, China parece estar buscando alternativas para generar un clima de negociación. Según fuentes consultadas por The New York Times, Beijing estaría considerando ofrecer un plan de cooperación fortalecido contra el fentanilo que incluiría enviar al principal responsable de seguridad del país, Wang Xiaohong, a Washington. Este funcionario no solo es un estrecho aliado de Xi Jinping, sino también el director de la Comisión Nacional de Control de Narcóticos de China. Según esta fuente, se espera que este gesto facilite acuerdos mutuos para la reducción de aranceles, ofreciendo a ambas partes una salida menos confrontacional en el panorama global. Wang Xiaohong ya ha mantenido conversaciones con su contraparte estadounidense, Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas, en enero pasado. Durante esos encuentros, ambas partes reportaron “avances positivos” en la cooperación antidrogas durante el último año, indicó el New York Times. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, el problema del fentanilo sigue siendo un desafío político y técnico. Expertos como Shen Dingli, un académico centrado en relaciones internacionales basado en Shanghái, sostienen que el régimen de China tiene capacidad suficiente para controlar este flagelo. “China es uno de los países más efectivos del mundo en términos de control”, dijo el especialista, quien no estaba al tanto de los planes de Beijing para ofrecer conversaciones sobre el fentanilo. Y aclaró: “El problema del fentanilo nunca ha sido un problema técnico insoluble. Solo es un problema político que podría resolverse en segundos si hubiera sinceridad”. Se espera que Wang Xiaohong, ministro de Seguridad Pública de China y estrecho aliado de Xi Jinping, dirija las conversaciones con Estados Unidos sobre el fentanilo (Ng Han Guan/Pool via REUTERS) El control del fentanilo en China ha sido objeto de críticas por parte de ambos gobiernos. Beijing ha desmentido con insistencia la noción de que sea responsable por la crisis de sobredosis en los Estados Unidos, argumentando que el problema radica en las condiciones sociales en ese país. En marzo, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, enfatizó que las sanciones estadounidenses en torno al fentanilo eran poco constructivas al afirmar que “Estados Unidos no debería devolver bondad con maldad”. China también difundió un informe oficial en el que destacó el uso de inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas para controlar los precursores químicos del opioide. La cooperación bilateral en la materia se había congelado en 2022 tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán, lo que precipitó tensiones en la relación entre ambas potencias. Sin embargo, las conversaciones se retomaron a fines de 2023 tras una cumbre entre Xi Jinping y el ex presidente Joe Biden, donde el gobierno estadounidense accedió a levantar sanciones específicas sobre un instituto forense administrado por el Ministerio de Seguridad Pública chino. Aunque el gigante asiático amplió recientemente el catálogo de químicos sujetos a supervisión, los productores ilegales continúan diseñando sustancias alternativas para sortear los controles, lo que dificulta los esfuerzos tanto de Beijing como de Washington. A este panorama se suma que muchos de los precursores químicos también tienen aplicaciones legales en la industria farmacéutica, complicando las investigaciones y los operativos de las autoridades. Mientras los líderes chinos evalúan tácticas para desatascar las negociaciones comerciales, la cooperación en el tema del fentanilo podría convertirse en un punto clave para abrir una nueva etapa de diálogo entre las dos potencias mundiales.
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