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» Diario Cordoba
Fecha: 04/05/2025 10:18
Montilla, cuna del insigne Gonzalo Fernández de Córdoba, ha abierto sus puertas a la historia con la exposición permanente de El Gran Capitán, dedicada al héroe que conquistó Nápoles para Fernando el Católico. Y entre los muchos paneles que captan la atención de las personas que visitan en estos días el imponente alhorí, destaca el de su genealogía. No es para menos, pues la estirpe de El Gran Capitán es una de las más amplias, antiguas y nobles de la historia de España. De hecho, se estima que hoy existen más de 5.000 descendientes vivos de este legendario militar montillano, una cifra que da cuenta de la continuidad y proyección de su linaje. En efecto, la genealogía de El Gran Capitán, meticulosamente representada en la exposición comisariada por José Rey, cronista oficial de la ciudad, ofrece al visitante una visión tan rigurosa como asombrosa de un legado familiar que arranca en Montilla el 1 de septiembre de 1453, momento del nacimiento del insigne militar. Un cuadro de El Gran Capitán. / José Antonio Aguilar Como es lógico, las ramas del árbol genealógico de Gonzalo Fernández de Córdoba se expanden a raíz de sus dos matrimonios. De su primer enlace –con su prima Isabel de Montemayor– se sabe muy poco, ya que ella falleció al poco tiempo de desposarse. Sin embargo, su segundo matrimonio, con María Manrique de Figueroa y Mendoza, hija del poderoso Fadrique Manrique de Castilla, dio origen a la línea dinástica más importante que lo sucedería. De esta unión nacieron dos hijas: Beatriz, que murió joven en Génova, y Elvira, quien se convirtió en su heredera universal. La rama principal de la extensa descendencia de El Gran Capitán es la Casa de Sessa, cuyo título fue concedido por Fernando el Católico al propio Gonzalo Fernández de Córdoba en 1507. Su hija Elvira heredó el título de duquesa de Sessa, que ostentó entre 1515 y 1524, y al contraer matrimonio con el conde de Cabra, consolidó la unión entre dos poderosas casas nobiliarias. En efecto, de este matrimonio nació un nuevo linaje de nobles que mantuvo con honor la herencia de El Gran Capitán. Se estima que hoy existen unos 5.000 descendientes vivos del insigne militar montillano El hijo primogénito del matrimonio, también llamado Gonzalo, asumió los títulos de tercer duque de Sessa y quinto conde de Cabra, entre otros. A su muerte, la herencia pasó a su hermana, Francisca Fernández de Córdoba y de la Cerda, y posteriormente a los descendientes de otra hermana, Beatriz, casada con Fernando Folch de Cardona y Requesens. Pero sería su hijo, Antonio Fernández de Córdoba, quien continuaría la estirpe, anteponiendo el apellido Fernández de Córdoba sobre el paterno para, de este modo, preservar la memoria de El Gran Capitán. Curiosamente, la familia Fernández de Córdoba ha dado lugar, a lo largo de los siglos, a numerosos personajes destacados, tanto en el ámbito político y militar como en la vida social y cultural española. Uno de los descendientes más conocidos del siglo XX fue, sin duda, Carlos Falcó y Fernández de Córdoba, marqués de Griñón, fallecido en 2020. No obstante, su nombre no ha sido recogido en la exposición permanente de Montilla. Suscríbete para seguir leyendo
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