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  • Justicia Agraria: Restitución de Tierras a las Víctimas de la Hacienda Bellacruz

    Federal » El Federaense

    Fecha: 02/05/2025 23:57

    La Hacienda Bellacruz ha sido históricamente un símbolo del abuso y el despojo en la región, donde más de 9.000 hectáreas fueron arrebatadas a campesinos sin derechos de propiedad desde hace más de nueve décadas. Este trágico relato fue documentado minuciosamente por la Comisión de la Verdad, que revela cómo estas familias fueron engañadas por el terrateniente Alberto Marulanda Grillo, quien llegó a la zona en 1930 con planos y mapas, proclamando ser el legítimo dueño de la tierra que, por años, habían trabajado las comunidades campesinas. A lo largo de las décadas, los testimonios de los lugareños han mostrado que la mayoría de ellos cultivaban plátano, yuca, maíz y otros productos, sustentando sus vidas y las de sus familias, a pesar de que no podían reclamar formalmente la propiedad de esas tierras, pues eran catalogadas como baldíos. Un acto simbólico de restitución En un acto significativo encabezado por el presidente Gustavo Petro, el 2 de mayo se entregaron 1.900 hectáreas a 350 familias afectadas por el conflicto armado, un paso hacia la justicia y la reparación. Esta entrega, realizada en la finca El Amparo en La Gloria, Cesar, incluye 1.081 hectáreas para las víctimas directas, y otras 819 hectáreas destinadas a campesinos sin tierra en diversas localidades del Cesar. La historia de despojo Las investigaciones han mostrado que Marulanda Grillo y su esposa, Cecilia Ramírez de Marulanda, consolidaron su poder expandiendo su dominio sobre estas tierras mediante diversos métodos que llevaron al desalojo de aproximadamente 280 familias en 1996, muchas de las cuales fueron sometidas a detenciones arbitrarias y actos de violencia. Los intentos de los campesinos por recuperar su tierra fueron brutalmente sofocados, incluso a menudo con la ayuda de grupos paramilitares que mantenían un férreo control sobre la región. En este contexto, el nombre de Carlos Arturo Marulanda, hijo del terrateniente, aparece asociado a la represión. A pesar de ocupar un alto cargo como embajador de Colombia en Europa, ha sido vinculado a las reclamaciones sobre las tierras que pertenecieron a los campesinos, generando un profundo rencor en la comunidad. Esperanza en la reforma agraria La agencia responsable de la adjudicación, la Agencia Nacional de Tierras (ANT), ha manifestado su compromiso de ayudar a estas familias a través de una inversión de 700 millones de pesos, destinada a fomentar proyectos productivos que les permitan no solo recuperar la tierra, sino también prosperar en ella. Felipe Harman, director de la ANT, enfatizó que “esta hacienda es ahora un símbolo de la reforma agraria y que es un patrimonio de los campesinos, asegurando que la tragedia vivida por estas comunidades no será olvidada ni repetida”. Wendy Dayana Yépezeva, beneficiaria de esta entrega y hija de padres desplazados, expresó: “He vivido el flagelo de la violencia en forma diferente, ya que era muy pequeña cuando ocurrió. Sin embargo, esos hechos impactaron mi vida y mi personalidad”. Su testimonio refleja cómo el desplazamiento y la violencia han dejado huellas profundas en las comunidades afectadas. La entrega de tierras en la Hacienda Bellacruz marca no solo un acto de justicia restaurativa, sino también una promesa de construir un futuro donde las comunidades campesinas puedan hacer valer sus derechos y establecer un verdadero sentido de pertenencia. Así, esta jornada se convierte en un hito en la lucha por la restitución de tierras en Colombia.

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