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» Rafaela Noticias
Fecha: 02/05/2025 16:52
EXCLUSIVO - Apelaron el fallo que absolvió a Sergio Fontanetto, el “tirador de barrio Mosconi” La fiscal Lorena Korakis presentó una apelación contra el fallo emitido por el juez José Luis Estévez, quien absolvió a Sergio Fontanetto y lo declaró inimputable, en el juicio que evaluaba su conducta la tarde del 18 de abril de 2022, cuando disparó contra vecinos desde la vereda de su casa en barrio Mosconi. El recurso se presentó ante el juez de segunda instancia Cristian Fiz, en una audiencia celebrada en los Tribunales de Rafaela a principios de semana. Fontanetto, conocido mediáticamente como “el tirador de barrio Mosconi”, había llegado al debate imputado por los delitos de portación indebida de arma de fuego de uso civil, homicidio agravado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa reiterado y resistencia a la autoridad, todo en concurso real y en calidad de autor. Sin embargo, el juez consideró que no era penalmente responsable y ordenó su absolución, imponiéndole como única medida de seguridad un tratamiento psiquiátrico. De esta manera, el magistrado convalidó la postura de la Defensa, representada por el Dr. Sergio Fregona, que había pedido la desestimación del caso por el estado de salud mental disminuido a causa de su adicción a las drogas. Críticas al fallo La Fiscalía apeló el fallo por entender que hubo una errónea valoración de la prueba y que el juez omitió elementos incriminantes fundamentales que, a criterio del Ministerio Público de la Acusación, estaban acreditados. Korakis cuestionó especialmente que, si bien el magistrado reconoció la existencia de los hechos —entre ellos, las heridas sufridas por las víctimas, la utilización del arma, la dirección y cercanía de los disparos y el comportamiento de Fontanetto frente al personal policial—, luego haya concluido en la inimputabilidad del acusado sin un análisis suficiente de la responsabilidad penal. En el recurso de apelación, se subraya que los disparos con una carabina calibre 22 salieron desde la vereda de la vivienda del acusado, ubicada sobre calle 26 de Enero al 300, y se dirigieron hacia vecinos que se encontraban en las inmediaciones, generando una situación de peligro concreto. En el juicio oral se tuvo por probado que hubo múltiples víctimas y que el imputado resistió el accionar policial. Pedido de pena y antecedentes Durante el juicio, la fiscalía había solicitado una pena de ocho años de prisión efectiva para Fontanetto. Además, se pidió que se revoque una condena anterior de ejecución condicional que pesaba sobre el acusado desde 2021, también por portación indebida de arma de fuego —en ese caso, de guerra—. Con ambos hechos acumulados, se proponía una pena única de diez años y seis meses de prisión, acompañada de la inhabilitación especial para el uso de armas por el doble del tiempo de condena. La apelación también incluye el pedido de decomiso del arma secuestrada nuevamente en poder del imputado y plantea que la resolución judicial no tomó en cuenta la gravedad de la reiteración delictiva ni los riesgos que representa su conducta. Ahora será una instancia superior la que deba analizar el fallo dictado por el juez Estévez y determinar si corresponde confirmar la inimputabilidad de Fontanetto o si, por el contrario, se reabre la posibilidad de una condena penal. La causa continúa abierta en el ámbito del Poder Judicial santafesino. ¿Qué pasó ese día en barrio Mosconi? A las 4 de la tarde de ese 18 de abril de 2022, el imputado divisó a los integrantes de una familia (a unos 24 metros de su casa) y empuñando una carabina calibre 22 con mira telescópica, efectuó múltiples disparos e hirió a varios de sus integrantes, así como también a una automovilista que pasaba por el lugar. Minutos después, agentes del Cuerpo Guardia de Infantería que estaban en la zona, fueron comisionados por el 911 al lugar. Al llegar, se encontraron con una imagen digna de una película de acción: un hombre vestido de negro, con gafas de sol oscuras y portando lo que a primera vista parecía un rifle de asalto (aunque después se comprobó que era una carabina calibre 22). Sin saber si Fontanetto abriría fuego contra ellos, los agentes frenaron a escasos metros y se parapetaron tras las puertas del patrullero. A un lado, debajo de la galería de una casa, la familia de los heridos pedía una ambulancia a gritos. Pero la ayuda no podía ingresar hasta que el tirador sea reducido, lo que acotaba las opciones de los policías. A medida que más refuerzos llegaban, se fue montando un perímetro de seguridad, con una particularidad que se ventiló en las audiencias del juicio: en el lugar, y para no estar en una desventaja en cuanto al poder de fuego, agentes de la Unidad Regional V de Policía dispusieron un tirador, armado con un fusil automático de combate FN FAL calibre 7,62 mm. listo para abatir a Fontanero si la situación se salía de control. Las declaraciones de los agentes que participaron de las maniobras ese día relataron que pudieron reducir a Fontanetto gracias a una acción cinematográfica: mientras uno de los jefes del operativo intentaba dialogar con él, otro efectivo trepó por un techo vecino y, agazapado, esperó su momento. Cuando Fontanetto dejó el arma sobre una tapia, el policía saltó, tomó la carabina y la puso a resguardo. En ese instante, un enjambre de policías se abalanzó y lograron reducir al tirador de barrio Mosconi, que tuvo que ser de inmediato trasladado a la comisaría para evitar que vecinos lo linchen. Lo que pasó después, ya se sabe. Fontanetto fue imputado a los pocos días y desde entonces, está privado de su libertad. La Fiscalía siempre habló de que Fontanetto "planificó su accionar", seleccionó "objetivos precisos" y efectuó múltiples disparos “dirigidos a causar la muerte” de sus vecinos. No obstante, su abogado defensor, desde un primer momento, postuló la idea de la inimputabilidad por el consumo de sustancias que lo ubicaban en un plano de irracionalidad y ausencia de juicio crítico; algo que terminó siendo reafirmado por el Juez Estévez al momento de la absolución.
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