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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/05/2025 14:37
La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, Inés Wienberg. El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires (TSJ) ha recibido un total de 1010 causas enviadas por la Corte Suprema, de las cuales hay 921 son casos laborales. La mayoría son recursos de empresas de seguros y ART , por los intereses de las indemnizaciones fijadas en su instancia respectiva. Todas estas causas están siendo analizadas por el tribunal porteño, integrado por los jueces Inés Weinberg, Luis Lozano, Alicia Ruiz, Marcela De Langhe y Santiago Otamendi. La decisión, adoptada en el fallo “Levinas” por la Corte Suprema, ha generado un impacto significativo en la estructura y funcionamiento del tribunal porteño, que ya ha comenzado a implementar medidas para afrontar esta nueva carga de trabajo. En febrero comenzaron a llegar las primeras 14 causas remitidas por la Corte Suprema, entre ellas algunas de alto perfil mediático, como el caso de la quiebra del Correo Argentino, el caso Socma y el expediente Chocobar. Y la cifra fue aumentando semana a semana, hasta los 1010 actuales. Hasta ahora, el TSJ se encargaba principalmente de resolver cuestiones relacionadas con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o sus dependencias, además de intervenir en acciones de inconstitucionalidad de leyes o decretos locales. Sin embargo, con el fallo “Levinas”, su ámbito de actuación se ha ampliado considerablemente. El impacto del caso “Levinas” El edificio de Tribunales, donde tiene su sede la Corte Suprema de Justicia de la Nación/EFE/Aitor Pereira El fallo “Levinas”, firmado por los jueces de la Corte Suprema Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda -días antes de su retiro- y la disidencia de Carlos Rosenkrantz, marcó un antes y un después en la dinámica judicial de la Ciudad de Buenos Aires. La decisión establece que el TSJ porteño será el encargado de revisar las apelaciones provenientes de la justicia nacional ordinaria en la ciudad, antes de que los casos lleguen al máximo tribunal del país. Este cambio ha generado tensiones con los camaristas nacionales, muchos de los cuales consideran que se está invadiendo su ámbito de competencia, tradicionalmente enmarcado en la órbita federal. Sin embargo, la Corte Suprema argumentó que esta medida es necesaria para garantizar el cumplimiento del mandato constitucional de 1994, que establece que las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deben contar con un tribunal superior que actúe como última instancia local. Desde la implementación del fallo, el TSJ ya ha resuelto varias causas enviadas por la Corte Suprema, incluyendo el caso que dio origen al fallo “Levinas”. Este último involucró una disputa entre la familia del artista plástico León Ferrari y el periodista Gustavo Gabriel Levinas, quien fue condenado a pagar 88.000 dólares más intereses por incumplimientos en la rendición de cuentas relacionadas con la exhibición y venta de obras de arte. Otro caso de alto perfil que llegó al TSJ es el de la quiebra del Correo Argentino, una empresa vinculada a la familia del expresidente Mauricio Macri. Además de estos casos que ya envió la Corte nacional, a partir de ahora el TSJ recibirá todos los recursos de apelación presentados ante las Cámaras nacionales civil, comercial, laboral y penal que sean enviados con posterioridad a la firma Más personal y un nuevo edificio A partir de esta nueva realidad, por consenso de sus cinco integrantes, el TSJ creó las Secretarías Judiciales de Asuntos Civiles y Comerciales, y la de Asuntos Laborales, y nombró a los funcionarios a cargo. A su vez, el tribunal designó a los secretarios que ocuparán las vacantes en la Secretaría Judicial de Asuntos Originarios y de Relaciones de Consumo, y la de Asuntos Contencioso-Administrativos y Tributarios. Además del refuerzo de personal, el TSJ está trabajando en la puesta en valor de un edificio histórico ubicado en Carlos Pellegrini 313, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires. Este inmueble, que anteriormente albergaba al Ministerio de Salud de la Ciudad, fue diseñado por el arquitecto Mario Roberto Álvarez y cuenta con una superficie de 4.000 metros cuadrados distribuidos en planta baja y 11 pisos. Este edificio se sumará a las oficinas actuales del tribunal en Cerrito 760 y será clave para albergar las nuevas secretarías y el personal adicional necesario para afrontar la creciente demanda. El impacto del caso Levinas, que significa un avance en la autonomía de la Justicia de la ciudad, no sólo se refleja en el aumento de casos que llegan al TSJ, sino también en la relevancia de los expedientes que ahora deberá resolver.
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