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» Diario Cordoba
Fecha: 02/05/2025 12:45
Los que se acuerden de ese anuncio argentino de una bebida refrescante de cola que comenzaba «Para los gordos. Para los flacos. Para los altos. Para los bajos» sabrán que es el mejor resumen de lo que somos y de lo que podemos predecir que seremos. Recién salidos de una crisis energética ya se aventuran apresurados los de yo esto ya lo vi venir, aunque no sean expertos, ni se dediquen al ámbito de la energía. Siempre hay quien lo sabe todo, quién conoce todos los riesgos pero se siente la élite silenciada. Les acompañan los que ven conspiraciones internacionales de los de siempre, y no nos engañemos, el martes, por un momento, seguro se nos cruzó el nombre de Putin o nos acordamos de nuestra amistad con Israel. Incluso aunque los hechos lo desmientan seguirán defendiendo sus proyecciones, solo hay que ver los años que los Peones Negros se empeñaron en decir que era ETA cuando llevábamos diez años sabiendo que el responsable de los atentados del 11M había sido el yihadismo islámico. No dejes que la información te desbarate tu prejuicio, casi siempre interesado. Si el corte de luz fue un ataque ni tan mal para el gobierno, pero como si es un error de gestión que solo afecta a España, a por ellos sin descanso. Claro que hay que exigir responsabilidades públicas y privadas porque el lado buenista del somos un gran país, como nos ayudamos entre los vecinos, qué alegría en las terrazas y en las calles solo es una parte del análisis de la jornada de crisis, se nos repite en cada catástrofe natural, atentado, o en el paradigma de las nuevas incertidumbres como el covid. La solidaridad es un rasgo de nuestra sociedad más que contrastada, somos el primer país en donación de sangre, en trasplantes y donación de órganos, y reaccionamos a las urgencias con esta cultura mediterránea que nos ha conformado durante siglos. Pero todos sabemos que no saldremos mejores de las crisis, como no se sale mejor de las enfermedades graves, solo se aprende a resistir, ni siquiera a prevenir, ¿qué quedó de la necesidad de una Agencia Nacional de Salud? Una votación en el Congreso en la que el cálculo partidista de la oposición pesó más que el interés general. Si de esta crisis saliera un debate abierto y asentado en conocimiento científico y técnico sobre la transformación energética, hubiéramos dado un paso de gigante. Pero como los listos del principio de la columna auguro el mismo éxito que con las consecuencias del cambio climático, aún hay quien lo niega o mejor lo posterga, que es una versión moderna de lo mismo, sucederá pero no de manera tan urgente. Cada crisis es un reflejo de lo que somos como en el anuncio, para nosotros, para todos. *Politóloga
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