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» El litoral Corrientes
Fecha: 01/05/2025 15:40
Hay preocupación en la ciudad de Buenos Aires por un brote de fiebre tifoidea que afectó a vecinos de dos edificios de la localidad bonaerense de Ciudadela, en el municipio de Tres de Febrero, y que fueron atendidos en hospitales porteños. Al menos 15 personas tuvieron que ser controladas por padecer síntomas compatibles con esa enfermedad, potencialmente mortal, causada por la bacteria del género Salmonella Typhi (S. Typhi), la que suele transmitirse a través del agua o alimentos contaminados. El último brote confirmado registrado en el país fue en el año 2004. Así lo notificó al sistema nacional de vigilancia la Gerencia de Epidemiología de la Ciudad de Buenos Aires. Según resaltaron, afectó especialmente a vecinos de Ciudadela, partido de Tres de Febrero, varios de ellos fueron internados en dos hospitales porteños, e investigan la muerte de una mujer. Una bacteria y alimentos contaminados La fiebre tifoidea se transmite por alimentos y agua contaminados. En cinco casos se confirmó por laboratorio la bacteria Salmonella Typhi. Y hasta el momento se registran quince personas atendidas por casos ocurridos. “La presentación clínica ha sido muy variada entre los casos, requiriendo algunos pacientes internación por compromiso sistémico y otros, atención médica ambulatoria”, explica el Boletín Epidemiológico Nacional. Una paciente asistida en una clínica privada de la provincia murió el 17 de abril y es familiar de dos infectados. La edad de los contagiados es muy disímil: va de 6 a 53 años. La mayoría varones. “La investigación se encuentra en curso y se están realizando entrevistas dirigidas a convivientes y familiares de los casos”, indican en el BEN. El primer paciente llegó a la guardia el 9 de marzo con fiebre, dolor abdominal, diarrea persistente y un cuadro de deshidratación que requirió internación. El último caso comenzó con síntomas el 20 de abril y consultó 48 horas después. También presentó fiebre, junto a un fuerte dolor abdominal, agrandamiento del hígado y el bazo, diarrea, náuseas y vómitos. Cuatro de los pacientes permanecen internados, con evolución clínica favorable, y al resto se les indicó tratamiento con antibiótico. Una hipótesis del origen Según van presumiendo las autoridades, los casos ocurrieron en dos edificios. En el que comenzó el brote, entre fines de enero y principios de febrero, se registró un corte de suministro de agua durante unas dos semanas, factor que sospechan pudo haber sido la fuente de contaminación: ambos edificios se abastecen de un mismo tanque provisto con agua de pozo. Al lugar concurrieron técnicos de Bromatología y Epidemiología del municipio de Tres de Febrero y del Instituto Biológico de La Plata, para rastrear otros posibles casos y recolectar muestras de agua y de alimentos sospechados. Leticia Ceriani, subsecretaria de Planificación Estratégica del Ministerio de Salud bonaerense, explicó que “el agua pudo haber sido ingerida directamente o utilizada para lavarse los dientes o para preparar alimentos”. Que los residentes compartieran este tanque de agua pudo haber sido el factor clave en el contagio masivo. Factores que acrecientan riesgos En Argentina suele haber casos esporádicos de Salmonella Typhi, pero hacía más de dos décadas que no se daban de manera encadenada en tanta cantidad seguida. Se trata de una bacteria que preocupa, incluso a nivel global, porque se está volviendo resistente a los antibióticos. La resistencia antimicrobiana es algo que viene alertando la OMS/OPS hace años. «La resistencia a los antimicrobianos ocurre naturalmente con el tiempo, generalmente a través de cambios genéticos. Sin embargo, el mal uso y el uso excesivo de antimicrobianos está acelerando este proceso», advierten. Pese a estos escenarios, desde el año pasado el Gobierno nacional encara dos procesos que generan más combustión a este incendio sanitario: el fomento de medicamentos que dejan de ser prescriptos para ser de venta libre (los prazoles son los mayores ejemplos) y la habilitación de que los medicamentos de venta libre puedan ser exhibidos en las góndolas de las farmacias y las personas los adquieran de forma directa, sin intermediación de un profesional matriculado en farmacia. Ya en noviembre del año pasado el Centro de Profesionales Farmacéuticos (CEPROFAR) afirmaron: “la decisión es temeraria, es peligrosa, emitida por quien no sabe sobre medicamentos. El problema de tener medicamentos en góndolas es que se fomenta la compra por impulso y la automedicación. Hay farmacias que empiezan a ofrecer dos por uno, se compran y se toman medicamentos de más. Con cantidad de efectos adversos, en particular los analgésicos, que son peligrosos cuando se pasa cierta dosis”. Hace casi 25 años el decreto 2284/1991, firmado por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, también desreguló la comercialización de medicamentos con el mismo argumento libertario de aminorar su costo. “Esto ya se intentó; 18 años después fueron tantas las denuncias que se revirtió la medida mediante la Ley 26.567 en 2009, votada casi por unanimidad. En ese momento también se dio vuelta atrás con que las farmacias pudieran tener medicamentos en góndolas ofrecidas al público, algo que el decreto de Cavallo favorecía”, resaltaron desde CEPROFAR. Y apuntaron que el hecho de que el medicamento “esté resguardado, que no esté en góndolas, implica que la persona que lo necesita tenga que pedirlos en el mostrador, eso se había decidido en el Congreso, para que medie un asesoramiento, una explicación por parte del farmacéutico. Cuando lo retiran en góndola lo pagan en caja y nadie informa nada. Se compra muchas veces por impulso, siguiendo consejos de publicidad en medios. Todo esto es un negocio para los laboratorios de productos de venta libre, para las droguerías, para los supermercados”. Tratamiento de la fiebre tifoidea El último brote de fiebre tifoidea registrado en el país había sido en 2004. La OMS sostiene que esta patología es frecuente en los lugares donde el saneamiento es deficiente y no se dispone de agua potable. La carencia de infraestructura adecuada en un país cuyo gobierno hace un lema de la ausencia de obra pública puede no ser gratis con el correr de los próximos años. “El acceso a agua salubre y a un saneamiento adecuado, la higiene de los manipuladores de alimentos y la vacunación anti tifoidea son medidas eficaces para prevenir la enfermedad”, sostiene la OMS. Las autoridades aconsejan usar agua segura para el lavado de manos y dientes, la preparación y cocción de alimentos (por ejemplo hervir la leche), y el lavado de verduras y frutas. Si se utiliza agua de pozo, hay que hervirla durante al menos dos o tres minutos, dejarla enfriar naturalmente y recién entonces consumirla o utilizarla para cocinar. Si hay diarrea, es importante incorporar sales de rehidratación oral. Y es fundamental lavarse las manos antes de comer o preparar comidas, y después de ir al baño. Fuente: Tiempo Argentino.
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