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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/05/2025 04:30
Javier y Karina Milei encabezaron un acto de campaña con Manuel Adorni, el candidato libertario (foto Reuters) Son tiempos de batalla electoral y los espacios para el diálogo se achican cada día más. A medida que se acerca el 18 de mayo, la fecha de los comicios porteños, se debilitan los que quieren que La Libertad Avanza y el PRO lleguen a un acuerdo para competir juntos en la provincia de Buenos Aires. Se imponen los duros y a la cabeza están Javier Milei y Mauricio Macri, los líderes que tienen, ahora, más incentivos para agudizar las diferencias que para priorizar las coincidencias. Disputan el mismo electorado pero, sobre todo, la primacía de una misma feligresía política. “Nada pueden esperar de aquellos que les mintieron durante 17 años, con siempre las mismas promesas. No cumplieron con ninguna, porque aumentaron el gasto, aumentaron los impuestos, quieren perseguir a las redes sociales, hablan de créditos subsidiados, quieren impulsar ideas socialistas y no quieren tocar el gasto público”, afirmó Milei anoche en Villa Lugano junto a Manuel Adorni, su candidato. Fue un misil dirigido contra el oficialismo porteño, al que quiere doblegar. Mauricio Macri protagoniza un duro contrapunto con Milei y los libertarios Más allá de que advirtió que “del otro lado (está) la monstruosidad empobrecedora del kirchnerismo” y que, “para seguir avanzando en las ideas de la libertad y para seguir progresando, es muy importante ponerle el último clavo al cajón del kirchnerismo”, el fuego más granado estuvo dirigido al campamento amarillo. La agresividad de las críticas libertarias vulneran una de las tres condiciones que había transmitido Macri para avanzar en un acuerdo y que Infobae reveló hace 20 días: que no hubiera campaña sucia ni una actitud destructiva. “Si el calabrés cree que lo están cagando, va a ser difícil que después le puedan pedir un acuerdo. Ahora el diálogo está cortado, las negociaciones están congeladas y habrá que esperar al 19 de mayo para ver cómo sigue todo”, le contó a este medio uno de los dialoguistas que está replegado, aunque sigue conversando con emisarios de LLA. La presencia de Santiago Caputo en el debate del martes y de Karina Milei junto al Presidente en el acto de Villa Lugano expusieron el compromiso absoluto del “triángulo de hierro” en la batalla capital, que va a determinar mucho más que un puñado de bancas en la Legislatura y va a condicionar los términos en los que se va a negociar un eventual acuerdo en el centro de gravedad del universo K: la provincia de Buenos Aires. En la Casa Rosada la premisa es vaciar al PRO de los liderazgos más importantes y dejar al partido amarillo sin intendentes. Es el segundo capítulo después de la diáspora que iniciaron -allá por diciembre del 2023- Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger, Luis “Toto” Caputo. “Mauricio Macri está convencido que no va a ocurrir, pero se pueden ir Cristian Ritondo, Diego Santilli, intendentes como Guillermo Montenegro, de Mar del Plata; o Ramón Lanús, de San Isidro, pero el PRO va a seguir existiendo y, si no hay un acuerdo, presentará en cada intendencia donde tenga representación, sus candidatos”, explicó otra fuente. Desde la izquierda: Fernando De Andreis, Montenegro, Macri y Ritondo, en Mar del Plata Entre los arquitectos de una negociación condicionada -que encima ocurre a destiempo- hay una secreta esperanza: que los resultados de las elecciones del 11 de mayo en Salta, Chaco, Jujuy y San Luis, más el antecedente de Santa Fe, hagan revisar la estrategia libertaria. “Ya les fue mal en la primera, pero si les pasa lo mismo en las otras cuatro, tal vez entienden que no pueden ir solos a una elección tan difícil como es la de provincia de Buenos Aires”, explicó la misma fuente. Es que en el territorio bonaerense hay una dificultad: se competirá con lista partidaria y en cada una de las ocho secciones electorales los nombres serán distintos y no habrá un “efecto arrastre” con la cara o el nombre de Javier Milei. “Así pongan toda la lista violeta, si el PRO va por afuera, le puede comer entre 5 a 10 puntos que puede significar la diferencia entre una victoria o una derrota frente al peronismo. Están cofundiéndose de enemigo”, se lamentó otro dirigente bonaerense del PRO. En el macrismo bonaerense recordaron el fenómeno del “contagio de la derrota” que padecieron en 2019, cuando fueron vencidos por una ola kirchnerista. “Están jugando con algo que no sobra: la gobernabilidad”, agregaron en el entorno del macrismo, al tiempo que ratificaron que la vocación es la de acordar, con un esquema que contenga la “marca” PRO. “Si no, vamos con un Plan B, con Guillermo Dietrich como cabeza de lista en la Primera Sección, Gabriela Michetti en la Sexta Sección y así iremos completando el resto. Les dijimos al Gobierno que nuestra voluntad es tener un acuerdo en la provincia de Buenos Aires y que nuestro compromiso es seguir apoyando en el Congreso la agenda del cambio. Eso no cambió”, explicó la misma fuente del PRO. Todavía no había ocurrido el acto en Villa Lugano. Karina Milei, Cristian Ritondo, Diego Santilli, Guillermo Montenegro, Sebastián Pareja y Lule Menem
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