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» Diario Cordoba
Fecha: 30/04/2025 06:33
La ciencia busca incansablemente variedades de plástico que se degrade de forma natural e inocua en el medio ambiente, con nuevos compuestos más sostenibles y que ofrezcan las mismas prestaciones. Es la búsqueda del Santo Grial en materia plástica, un objetivo largamente perseguido. Y es que, incluso al descomponerse, los materiales actuales se convierten en microplásticos que se infiltran en las cadenas alimentarias y llegan al organismo humano. Un grupo de científicos acaba de dar a conocer los "plásticos supramoleculares", materiales que se disuelven de forma segura en agua salada. Este material es resistente, versátil y está diseñado para desaparecer cuando va a parar al océano. Podría ser la solución a uno de los problemas ambientales más persistentes del mundo. La contaminación plástica es uno de los grandes problemas del océano / Agencias "Con este nuevo material, hemos creado una nueva familia de plásticos resistentes, estables, reciclables, con múltiples funciones y, lo que es más importante, que no generan microplásticos", afirmó Takuzo Aida, del Centro RIKEN para la Ciencia de la Materia Emergente (CEMS). Plástico biodegradable Este nuevo plástico se fabrica con dos componentes clave. El primero, el hexametafosfato de sodio, se utiliza habitualmente en productos alimenticios y agentes de limpieza. El segundo, el sulfato de guanidinio, es un compuesto a base de sal. Al mezclarlos en agua, se crea una densa e interconectada red, unida por fuerzas moleculares llamadas "puentes salinos". Una vez formada, esta red puede secarse y moldearse para crear películas de plástico, moldes o incluso complejos objetos impresos en 3D. Y ahí reside la magia: en agua salada, esos enlaces moleculares se rompen. La red se desintegra de nuevo en sus componentes básicos inofensivos: sustancias que las bacterias marinas pueden digerir. En los ensayos realizados, las delgadas películas se disolvieron en cuestión de horas; los fragmentos más gruesos lo hicieron en tan solo unos días. Incluso fuera del mar, está diseñado para descomponerse gradualmente, lo que garantiza que no genere residuos A diferencia de muchos plásticos biodegradables, que sólo se deshacen en condiciones industriales o tras una prolongada exposición al calor, este plástico responde al mismo entorno en el que tiene más probabilidades de terminar: el océano. Incluso fuera del mar, está diseñado para descomponerse gradualmente, lo que garantiza que no genere residuos a largo plazo. Al enterrarse, por ejemplo, se descompone de forma natural en compuestos orgánicos, a diferencia de los plásticos convencionales. Recreación artística del nuevo material / RIKEN Además, este plástico no es tóxico ni inflamable (lo que significa que no emite CO2) y puede moldearse a temperaturas superiores a 120°C, como otros termoplásticos. Material duradero y de calidad Este nuevo compuesto no es sólo ecológico, sino también resistente y versátil, según los investigadores. "Si bien se creía que la naturaleza reversible de los enlaces en los plásticos supramoleculares los hacía débiles e inestables, nuestros nuevos materiales son justo lo contrario", afirmó Aida. Las pruebas realizadas han demostrado que su rendimiento es tan bueno como el de muchos plásticos tradicionales, con la durabilidad necesaria para resistir el calor y la presión. También destaca su capacidad de reutilización o reciclaje. Los investigadores han demostrado su capacidad para disolver y recuperar los componentes clave del que está hecho, de modo que pueden utilizarse para crear nuevos plásticos. Este sistema hace que el material sea adecuado para una economía circular, donde se minimizan los desechos y los materiales se reutilizan continuamente. El material es resistente y versátil, con múltiples aplicaciones posibles / RIKEN Las aplicaciones prácticas de este invento son numerosas: impresión 3D, materiales médicos, artículos cotidianos como envases de alimentos y contenedores de un solo uso, así como bolsas de plástico. Ahora bien, los expertos admiten que generalizar el uso, mediante su producción a gran escala, de los plásticos supramoleculares requerirá tiempo e inversión. Los actuales sistemas de fabricación deben adaptarse para su producción comercial, y las industrias que dependen de los plásticos tradicionales tendrán que adquirir conciencia de su valor. Del mismo modo, los autores de la investigación señalan que los responsables políticos deben intervenir para fomentar su adopción. Aun así, el descubrimiento representa un importante cambio en la forma de concebir y diseñar los plásticos. Al crear materiales útiles durante un tiempo limitado y que luego desaparezcan sin causar daños, los científicos están replanteando la naturaleza misma de esta materia prima.
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