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Concordia » Hora Digital
Fecha: 29/04/2025 23:45
El presidente endurece su estrategia hacia detenidos indocumentados y ciudades "santuario", enfrentando críticas y desafíos judiciales. El presidente Donald Trump ha reforzado su postura contra la inmigración en sus primeros cien días de gobierno, manteniendo uno de sus principales pilares de campaña. Con más de 65,000 inmigrantes deportados, nuevas designaciones de grupos como "terroristas" y un movimiento en contra de las llamadas "ciudades santuario", el mandatario republicano ha implementado una estrategia contundente y cuestionada por sus detractores. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha deportado a 65,682 personas entre enero y abril, lo que representa el 98% de los 66,463 inmigrantes detenidos en ese período. Dentro de este grupo, se identificó que un 5% tenía historial delictivo, incluyendo 498 acusados de asesinato, 1,329 relacionados con delitos sexuales y 2,288 presuntos pandilleros, según un informe obtenido por el portal Dailymail. El presidente Trump ha firmado una orden ejecutiva que pide a las entidades federales que revelen una lista de "ciudades" y estados "santuario", en referencia a aquellas zonas que habrían obstaculizado la aplicación de leyes migratorias, amenazándolas con la pérdida de fondos federales. A pesar de ello, la justicia ha bloqueado esta medida al considerarla contraria a la ley federal. Se han utilizado imágenes impactantes en la Casa Blanca, mostrando carteles con fotos policiales de inmigrantes arrestados con delitos que van desde homicidios hasta tráfico de drogas. Paralelamente, un comunicado ha enumerado a 100 de los "peores criminales ilegales" capturados desde enero. A pesar de los elogios de ciertos sectores, críticas y desafíos judiciales no se han hecho esperar. Organizaciones de derechos humanos denuncian la deportación de tres niños ciudadanos estadounidenses y una madre con un hijo enfermo de cáncer. Incluso reconocimientos de deportaciones erróneas, como el caso de Kilmar Abrego Garcia, han provocado controversia. Aunque se proyecta un alto número de deportaciones para el año en curso, Trump enfrenta una caída en su índice de aprobación. Encuestas sugieren que más del 40% de los estadounidenses desaprueban firmemente su gestión, siendo los aranceles el punto más criticado y la inmigración su logro más destacado para sus votantes. En medio de este escenario, Trump insiste en que cumplirá sus compromisos de campaña y continuará con su política de expulsiones masivas, afirmando que su objetivo es "limpiar el país de criminales extranjeros" y que aquellos que deseen vivir y trabajar en EE. UU. deben hacerlo legalmente o marcharse.
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