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Federal » El Federaense
Fecha: 29/04/2025 16:32
La situación de Vicentin, una de las empresas más emblemáticas del sector aceitero argentino, se encuentra actualmente en un estado crítico. La preocupación es palpable y así lo ha expresado el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo, Daniel Succi, quien ha manifestado que “estamos rascando el fondo de la olla”. Este comentario resume la realidad compleja que atraviesa la firma, que está bajo un concurso de acreedores desde febrero de 2020, enfrentándose a la inminente posibilidad de quiebra. En su lucha por reunir fondos, el sindicato y la dirección de Vicentin buscan poner en marcha todos los mecanismos posibles para garantizar el pago de los salarios de los 1235 trabajadores que operan en el complejo industrial, distribuidos entre las plantas de la región Reconquista-Avellaneda y el Gran Rosario, en San Lorenzo y Ricardone. Succi destacó la urgencia de contar con el aporte de las semillas por parte de los fasoneros, principalmente de la Unión Agrícola de Avellaneda y Bunge, quienes son fundamentales para que la producción no se detenga. Sin semillas de soja, solo el girasol y maíz no serían suficientes para cubrir las nóminas salariales. El dirigente laboral enfatizó que las negociaciones con los interventores Judiciales, el Ministerio de Trabajo y las empresas proveedoras están siendo satisfactorias. A pesar de las dificultades, mencionó que la Unión Agrícola de Avellaneda y Bunge mantienen su disposición a colaborar con las semillas necesarias. Sin embargo, la realidad es que aún queda un 20% de los salarios de marzo por pagar, y otro 20% deberá ser abonado en un futuro inmediato. En el contexto actual de Vicentin, Guillermo Nudenberg, uno de los interventores designados por la Justicia, ha solicitado intervención judicial tras el corte de energía que sufrió la planta de etanol de Avellaneda. En su declaración, resaltó que este corte fue “manifiestamente intempestivo e irresponsable”, complicando aún más la situación de la empresa. Desde el lado de la Cooperativa de Servicios Públicos de Avellaneda, su presidente, Carlos Nobile, justificó el corte de energía por la elevada deuda de Vicentin, que asciende a 598 millones de pesos en facturas. Este hecho subraya el apremiante contexto en el que se encuentra la empresa, que representa una parte crucial de la facturación de la cooperativa. La incertidumbre persiste, y aunque la cooperativa se esfuerza por sostener su operación, Nobile expresó que la situación se vuelve insostenible, poniendo en riesgo no solo a Vicentin, sino a una institución con más de 80 años de historia y un prestigio notable en la provincia. La comunidad espera con ansias que se encuentre una solución a tan delicado panorama.
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