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» Santo Tome al dia
Fecha: 29/04/2025 13:54
El 29 de abril de 2003, Santa Fe vivió una de las catástrofes más grandes de su historia. El río Salado, al romper una defensa inconclusa, desbordó y sumergió más de un tercio de la ciudad en cuestión de horas. La inundación afectó más de 40 barrios del cordón oeste, dejando a decenas de miles de personas desplazadas, muchas de las cuales se vieron obligadas a abandonar sus hogares, a veces sin más que lo puesto. En pocos días, la ciudad quedó prácticamente aislada, con las aguas alcanzando puntos críticos como el Hospital de Niños "Dr. Orlando Alassia" y el estadio del Club Colón. Mientras tanto, la solidaridad de los vecinos no afectados fue clave para asistir a los evacuados, que se refugiaron en escuelas y otros centros improvisados. El saldo inicial de la tragedia fue de 23 víctimas fatales, aunque las consecuencias de la inundación fueron mucho más profundas. La Casa de Derechos Humanos de Santa Fe reportó más de 100 fallecimientos debido a las secuelas directas e indirectas, como enfermedades y trastornos psicológicos. En los meses posteriores, las autoridades provinciales crearon el Ente de la Reconstrucción para resarcir a los damnificados, y aunque se destinaron recursos nacionales para la recuperación, muchos nunca pudieron volver a sus hogares. Calle Salta, en el acceso al Hospital de Niños. (Crédito: Alejandro Villar) A lo largo de los años, la ciudad ha trabajado para mejorar la infraestructura de defensas, crear sistemas de alerta temprana y fortalecer la resiliencia comunitaria. Hoy, 22 años después, el recuerdo de la tragedia sigue vivo en la memoria de los santafesinos. Cada 29 de abril, se realizan marchas y actos en honor a las víctimas, manteniendo vigente el reclamo de justicia y la necesidad de prevenir futuros desastres. Este aniversario es, además, un recordatorio de la importancia de la memoria histórica, la cooperación entre los ciudadanos y el compromiso con la prevención y la protección frente a catástrofes naturales. La resiliencia del pueblo santafesino ante la adversidad sigue siendo el mayor legado de esa tragedia.
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