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  • Se disparan las exportaciones de huevo industrializado: crecieron 20% en volumen

    » Comercio y Justicia

    Fecha: 29/04/2025 09:26

    Por Javier De Pascuale En pleno contexto económico volátil, la industria avícola argentina, y en particular el segmento del huevo, se consolida como un pilar de crecimiento sostenido, tanto en el mercado interno como en el externo. Según datos recientes del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, basados en información del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las exportaciones de huevo industrializado registraron un incremento del 20% en volumen durante el primer bimestre de 2025, alcanzando las 415 toneladas. Este desempeño, sumado a la reanudación de las exportaciones de huevo fresco en cáscara hacia Chile y un consumo interno récord que supera los 360 huevos por persona al año, posiciona al sector como un motor clave de la economía regional y nacional. Salto exportador El aumento del 20% en las exportaciones de huevo industrializado refleja la capacidad de la industria para adaptarse a las demandas globales. Durante el primer bimestre de 2025, Argentina exportó 415 toneladas de ovoproductos, un logro que se suma a la reapertura del mercado chileno para el huevo fresco en cáscara, con un envío de 21 toneladas en febrero. Esta reapertura, gestionada por el Ministerio de Agricultura junto al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), no sólo fortalece los lazos comerciales con el país vecino, sino que también abre perspectivas para diversificar destinos, gracias a la apertura comercial externa de Chile. “El huevo argentino es reconocido mundialmente por su calidad, y este crecimiento exportador es el resultado de un trabajo conjunto entre productores, industriales y organismos estatales”, destacó Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA). Según datos históricos, el país ya exporta a más de 50 mercados internacionales, incluyendo Japón, Rusia y Cuba, y el huevo industrializado —en formas como huevo en polvo, yema o albúmina— se posiciona como un producto de alto valor agregado, capaz de transformar maíz y soja en proteína animal con una eficiencia destacada. Córdoba, como una de las provincias clave en la producción avícola, desempeña un rol central en este panorama. Con el 8,67% del parque productivo nacional (aproximadamente 5 millones de gallinas ponedoras), la provincia combina tradición y tecnología para abastecer tanto el mercado interno como el externo. “Nuestras granjas están invirtiendo en sistemas de manejo avanzados y en bioseguridad, lo que nos permite cumplir con los estándares más exigentes de SENASA y de la Organización Mundial de Sanidad Animal”, señaló un productor cordobés que prefirió mantener el anonimato. Consumo interno: un huevo por día El mercado interno no se queda atrás. Argentina alcanzó en 2025 un consumo per cápita de 360 huevos por persona al año, consolidándose como el segundo mayor consumidor mundial, solo por detrás de México (378 huevos por habitante). Este nivel, equivalente a casi un huevo diario por persona, marca un hito histórico: en la última década, el consumo creció a un ritmo de 10 huevos adicionales por año por consumidor, pasando de 260 unidades en 2015 a las cifras actuales. Este incremento responde a múltiples factores. El huevo se revalorizó como una fuente proteica de alta calidad, accesible y versátil, con un aporte esencial de aminoácidos, vitaminas y minerales. “Es un alimento que combina nutrición, economía y sostenibilidad, ideal para una dieta equilibrada”, explica la nutricionista cordobesa Ana López. Además, la tendencia hacia el consumo de productos frescos y la menor huella ambiental del huevo en comparación con otras proteínas animales han impulsado su demanda, especialmente en un contexto de inflación que limita el acceso a otras fuentes de proteína. El aumento del consumo también está acompañado por un esfuerzo significativo del sector para mantener precios accesibles. En 2024, por ejemplo, el precio de la caja de huevos creció 56,75%, muy por debajo de la inflación general de 117,8%, lo que refleja el compromiso de los productores para absorber parte del impacto inflacionario. Sin embargo, desde CAPIA advierten que la carga impositiva, como el IVA de 21% aplicado al huevo (frente al 10,5% de otras proteínas), sigue siendo un obstáculo para maximizar la accesibilidad. “Eliminar el IVA no solo beneficiaría al consumidor, sino que también permitiría al sector seguir creciendo”, sostiene Prida. Producción récord: la base de la pirámide se expande El crecimiento en exportaciones y consumo interno se sustenta en una producción nacional robusta, que en 2025 se estima en 17,5 mil millones de huevos anuales, equivalentes a 553 huevos por segundo. Este volumen, distribuido en más de 1.000 granjas avícolas en 18 provincias, refleja la fortaleza de un sector que combina economías regionales con alta tecnificación. Buenos Aires lidera con el 39,86% de las gallinas ponedoras (23 millones), seguida por Entre Ríos (29,90%) y Córdoba (8,67%). Un factor clave en esta expansión es la mejora genética de las cabañas reproductoras. En el primer bimestre de 2025, los ingresos de reproductores crecieron 123%, lo que permitirá aumentar la cantidad de gallinas en producción y fortalecer la base de la cadena de valor. “La genética es el punto de partida. Con líneas de alta postura, logramos mayor eficiencia y productividad”, explica un técnico de una cabaña cordobesa. Este avance, sumado a la incorporación de tecnología en granjas y a la ampliación de la capacidad instalada, garantiza el abastecimiento de la creciente demanda interna y externa. Desafíos y oportunidades para el futuro A pesar de los resultados alentadores, el sector enfrenta retos significativos. La competitividad exportadora se ve afectada por costos logísticos, una matriz impositiva compleja y la necesidad de financiamiento para nuevas inversiones. Desde CAPIA, se reclama un sistema de prefinanciación de exportaciones y políticas de largo plazo que permitan sostener el crecimiento. Además, la amenaza de enfermedades como la influenza aviar exige mantener un estatus sanitario impecable, un área en la que SENASA juega un rol crucial. En el ámbito local, Córdoba tiene la oportunidad de consolidarse como un hub avícola de referencia. La provincia cuenta con 16 plantas industriales habilitadas por SENASA, aunque la producción industrial está concentrada principalmente en Buenos Aires y Entre Ríos. “Hay espacio para crecer en industrialización y en valor agregado, especialmente en productos como huevo pasteurizado o deshidratado”, opina un empresario del sector. Un sector con raíces federales La avicultura argentina es un ejemplo de federalismo productivo. Con presencia en 18 provincias y más de 32.000 empleos directos e indirectos, el sector no solo genera divisas, sino también arraigo y desarrollo regional. En Córdoba, la actividad avícola es un pilar de las economías locales, con granjas que van desde pequeños productores hasta grandes empresas integradas. “Es una industria que transforma maíz y soja en proteína de alto valor, creando trabajo y dinamizando nuestras comunidades”, destaca un representante de la Mesa Avícola Provincial. En un mundo que demanda alimentos sostenibles y nutritivos, el huevo argentino se posiciona como un protagonista indiscutido. Con un consumo interno que roza el ideal de “un huevo por día” y exportaciones en ascenso, el sector avícola demuestra que, incluso en tiempos de incertidumbre, la innovación, la calidad y el compromiso con el consumidor son la clave para seguir creciendo. Para los empresarios y profesionales cordobeses, esta es una oportunidad para apostar por un sector que no solo pone huevos, sino también cimientos sólidos para el futuro económico de la región.

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