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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/04/2025 12:50
Marixa Balli y su estudio de grabación En un rincón escondido, entre rollos de tela amontonados y ecos de viejas melodías, late el verdadero corazón de la casa de Marixa Balli: su histórico estudio de grabación. Ahí, en ese espacio íntimo y caótico, nació el hit que marcó una época: Cachaqueando, conocido popularmente como La Cachaca. “Hola, amores, les voy a mostrar un estudio de grabación donde grabé La cachaca“, expresó la panelista, cámara en mano, al abrir las puertas de su santuario sonoro ante sus seguidores. La visita improvisada dejó ver poco. Apenas la “pecera”, como ella misma llamó al lugar donde se canta, y un cielorraso que, entre bromas, prefirió mostrar antes que el evidente desorden. “Podemos decir que ese estudio es histórico”, afirmó con un dejo de orgullo. “Es un emblema, La Cachaca. Y no voy a mostrar más porque es un quilombo, voy a mostrar el techo para que no vean que es un desorden, ¡por Dios!“, afirmó la empresaria. Marixa Balli nizo bailar al país con el tema La Cachaca Esa confesión, entre risas y nostalgia, revela mucho más que una anécdota: en esa cápsula sonora quedó atrapada una parte esencial de su leyenda artística. Lejos de ese pequeño caos creativo, su casa despliega todo lo contrario: un orden majestuoso. Ubicada en uno de los barrios más exclusivos de Buenos Aires, la propiedad de Marixa Balli es un manifiesto de lujo, estilo y sofisticación. Desde el primer paso, el visitante es recibido por áreas verdes que abrazan la casa como un oasis secreto. En el interior, los colores blanco y negro dominan el escenario, punteados por acentos dorados que suman un brillo señorial. La luz natural, como un torrente sereno, baña cada ambiente, realzando la amplitud y el esplendor de los espacios. El living, fiel a un minimalismo selecto, realza la calidad de cada mueble, de cada trazo decorativo. No hay exceso ni distracción: solo belleza contenida y audaz. Marixa Balli compró una casa en ruinas en Corrientes La cocina, de un modernismo impecable, parece pensada para un chef de alta cocina: electrodomésticos de última generación, superficies pulidas, espacios amplios que invitan a la creación. Cada habitación, una pequeña obra de arte. La suite principal, con su cama King Size, brilla con la misma fuerza serena que su dueña. Los detalles sofisticados, los textiles nobles, la cuidada paleta de colores reflejan una personalidad decidida y elegante. Mientras tanto, el cuarto de invitados ofrece un respiro, un refugio de comodidad envuelto en sutileza. Pero Marixa no se conformó con lo esperado. Su hogar es también escenario de placeres reservados: una piscina imponente, una sala de cine privada, un área de juegos. Cada espacio diseñado no solo para ser vivido, sino celebrado. ¿Y acaso no es eso lo que mejor define a Marixa? Una vida convertida en espectáculo, sin perder nunca el alma detrás de las luces. Concepción del Yaguareté Corá, con menos de 4.800 habitantes, es la puerta de entrada hacia los Esteros del Iberá El verdadero lujo no siempre se exhibe: a veces, se oculta tras una puerta cualquiera, en un estudio de grabación desordenado donde nacen los himnos de toda una generación. Cabe recordar que hace solo poco más de un mes, sorprendió a sus seguidores al anunciar la compra de una propiedad en ruinas en Concepción del Yaguareté Corá, un pequeño pueblo de la provincia de Corrientes, donde nació su madre. Esta compra, más allá de ser una simple transacción inmobiliaria, tiene un profundo valor personal para la artista, que lleva años soñando con este lugar. La propiedad que la exvedette adquirió se encuentra en un estado de deterioro avanzado. Apenas las paredes de la antigua construcción se mantienen en pie, pero eso no la desanima, sino todo lo contrario. La bailarina y empresaria de 55 años expresó su entusiasmo a través de redes sociales, donde compartió el video del recorrido por la casa. “Amo esta casa que quería comprarla hace mucho tiempo y no la vendían… por suerte ya se hizo realidad y tengo muchas ideas para ella", reveló. Con su característico optimismo, Marixa remarcó que la casa, a pesar de su estado, tiene una belleza particular. “Cada persona que pasa por aquí se detiene y le saca una foto. Por eso quiero mantener sus paredes. Para mí es bella”, señaló, explicando que tiene la firme intención de conservar la esencia de la construcción original.
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