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» Misionesopina
Fecha: 28/04/2025 10:47
Luego de su alejamiento de las estructuras partidarias de la Unión Cívica Radical (UCR), no sin escándalo porque trató judicialmente de impugnar la convención donde el centenario partido determinó las candidaturas dentro de Unidos Por El Futuro (U×F) dejando afuera a su sector, el diputado nacional Martín Arjol sigue en su defensa férrea del gobierno de Javier Milei y ahora se conoció que será cabeza de lista en la sección provincial para el 8 de junio por el Partido Libertario. Completan "el equipo" de este armado libertario que no cuenta con el aval de la conducción oficial de La Libertad Avanza (LLA) en segundo lugar Pamela Encina, histórica referente Arjolista, en el tercer escalafón se halla el dirigente Walter Wall, el cuarto puesto fue elegido para la ex candidata a vicegobernadora del propio Arjol en 2023 y que abandonó el PRO recientemente, Natalia Dörper y el quinto escaño sería ocupado por el diputado provincial Javier Mela. Mela es otro aguerrido defensor de las políticas mileistas pero que tampoco tiene acceso a la conducción de Adrián Nuñez. Cabe recordar que la semana pasada se supo que el concejal posadeño Pablo Argañaraz buscará su reelección por este partido y ya se han visto por las redes sociales controvertidos videos de campaña. La confirmación se conoció este lunes mediante una conferencia de prensa convocada a las 9 en el hotel Julio César. Un reordenamiento marcado por la fractura y el oportunismo El panorama político de Misiones atraviesa un proceso de reconfiguración sin precedentes en los últimos años. Mientras el Frente Renovador de la Concordia mantiene su hegemonía con una estructura aceitada y unificada de cara a las elecciones del 8 de junio, la oposición navega en aguas turbulentas, fragmentada entre viejas disputas internas, ambiciones personales y el intento desesperado de alinearse al fenómeno Milei, aún sin respaldo concreto. La salida del arjolismo de la UCR expuso con crudeza la crisis de representación dentro del radicalismo misionero. Martín Arjol, quien supo ser la figura emergente de la oposición en 2021, terminó enfrentado con su propio partido tras quedar relegado en la toma de decisiones de Unidos por el Futuro. El intento fallido de impugnar judicialmente la convención radical no solo selló su ruptura con la estructura tradicional, sino que también lo empujó a buscar un nuevo espacio donde sostener su protagonismo político. Ese espacio terminó siendo el Partido Libertario, una fuerza menor en Misiones que, lejos de representar a la LLA oficial, se convirtió en el refugio de sectores desplazados del radicalismo y del PRO. La falta de aval por parte de Karina Milei y los armadores nacionales del presidente no fue un obstáculo para Arjol, que decidió utilizar la etiqueta libertaria como plataforma electoral, en una jugada que mezcla oportunismo y supervivencia política. El caso de Natalia Dörper, ex PRO, y la posible incorporación de Javier Mela, evidencian cómo este armado funciona más como un "Frente de Exiliados" de la oposición tradicional que como una propuesta genuinamente libertaria. Sin estructura sólida, sin apoyo nacional y con una marcada dependencia del personalismo de Arjol, este espacio intentará capitalizar el voto de derecha en Misiones, aunque con serias dificultades frente a la dispersión opositora. Mientras tanto, la conducción renovadora observa este escenario con ventaja. La fragmentación opositora refuerza la posición del oficialismo, que llegará a las elecciones con una oposición debilitada, sin una figura clara que concentre el descontento y con múltiples listas disputándose el mismo electorado. El arjolismo, ahora bajo el sello del Partido Libertario, intentará sobrevivir en este tablero adverso, pero la falta de estructura, el alejamiento de las bases radicales y el rechazo de la LLA oficial lo dejan en una posición incómoda: demasiado libertario para los radicales, pero demasiado radical para los libertarios puros.
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