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  • Diego Golombek: “Hoy tenemos teléfonos celulares y tenemos carrera espacial porque el Estado estuvo primero”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 28/04/2025 06:31

    Diego Golombek entrevistado por Patricio Zunini en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro de Buenos Aires En una jornada de domingo marcada por la ciencia y la educación; el auditorio de la solución integral Ticmas en la Feria del Libro convocó, otro año más, a Diego Golombek para una charla llena de entusiasmo que hizo honor a su libro La ciencia es eso que pasa cuando estamos ocupados haciendo otras cosas (Siglo XXI) Como de costumbre, Patricio Zunini y Diego Golombek agendaron ante los presentes el encuentro del próximo año en el auditorio de Ticmas y comenzaron una distendida conversación hablando del “punto exacto del asado”: Golombek escribió El parrillero científico y ese tema que suele apasionar a los argentinos. Sin demora, Golombek derivó la charla a la importancia de conocer sobre la cocción y su impacto en la salud, demostrando una vez más que piensa constantemente como un “divulgador accesible” para llevar la ciencia al público general. El lugar de la ciencia, dijo Golombek, es invisible, pero importantísimo La ciencia en lo cotidiano Cuando Golombek piensa en la ciencia, piensa en un lugar cotidiano “Invisible, pero importantísimo. Invisible porque nadie está pensando a la hora de patear un tiro libre por el efecto que le tengo que dar”. Pero para el divulgador que actualmente también es profesor plenario en la Universidad de San Andrés se trata de dosificar y potenciar. “¿Qué es lo que te gusta de la música? Algo que el cerebro te dice; las emociones son parte de parte de la ciencia. También está recontra presente, pero invisibilizada. El pasito accesible que yo propongo es visibilizar la ciencia un cachito”, planteó Golombek. Y reflexionó: “Si vos la visibilizas del todo, la gente sale corriendo. Sí, y con cierta razón. Porque todo el mundo recuerda que la ciencia es la ciencia escolar, que es muy variable. Hay ciencia extraordinaria en la escuela y hay otra dimensión. Y la gente se suele acordar del plomo”. “Nadie quiere ser evangelizado o conquistado por Napoleón. Por eso, visibilizarla demasiado es un riesgo. Pero hacerlo muy poco significa que te estás perdiendo lo más lindo que inventó la humanidad, que es entender científicamente el mundo”, señaló. El poder del asombro Golombek destacó que el asombro por la ciencia viene de fábrica, pero que en estos tiempos de grandes y vertiginosos cambios tecnológicos hay, a veces, una necesidad de entrenar la capacidad de sorprendernos que vamos perdiendo. En este proceso de recuperar la sorpresa, el divulgador planteó la importancia de considerar el rol de científicos y científicas. “Somos actores muy importantes. No siempre ejercemos ese rol protagónico que creo que tenemos que cumplir. Es contar lo que hacemos. Es recontra sorprendente, recontra asombroso, sea que estés trabajando en una fórmula que te devana los sesos o en una mariposa rarísima, o en una planta o en una reacción química, lo que fuera”, señaló. El autor de La ciencia de las (buenas) ideas (Siglo XXI) planteó que se trata de inculcar la pasión y de recuperar ese asombro que suele verse en el jardín de infantes y que se va perdiendo a lo largo de la escolarización. “El error es frustrante”, aseguró Golombek, pero “es fructífero” La responsabilidad del científico Si bien Golombek es uno de los principales referentes nacionales de divulgación científica en la sociedad, él plantea que es importante que cada científico esté al tanto de lo clave que es el poder de la comunicación. “Todos vivimos de comunicar, lo que pasa es que vivimos de comunicar en el mundo profesional. La tarjeta de presentación de un científico son su papers, sus presentaciones en congresos, sus clases como docente. Comunicar es dar ese paso hacia una comunicación pública que así se llama justamente”, reflexionó y tiró por tierra todas las excusas posibles de aquellos colegas que no abren su pasión a la sociedad, por fuera de la academia. También dejó espacio para la autocrítica en su pasión por divulgar y comunicar, ya que mencionó que sus alumnos suelen decir que él “se va por las ramas” y que al no seguir siempre el contenido programado de sus clases “no saben lo que les va a tomar” en los exámenes. Aprender del error y la ciencia en la matriz productiva Argentina “El error es frustrante”, aseguró Golombek, pero “es fructífero”, porque justamente enseña y ofrece nuevas posibilidades. “Vos hacés quichicientas veces un experimento y se te mueren las bacterias. O peor, te contaminan las bacterias. Otro experimento o se te corta la luz un montón de cosas que pasan sistemáticamente. Nadie quiere eso, nadie quiere ese tipo de errores. Pero los ejemplos de errores fructíferos van de la penicilina para adelante”, celebró. Y es también, a través del error y la comparación entre estudios, cómo avanza la ciencia profesional. Y sobre este avance; al reflexionar sobre la ciencia en la industria argentina, Golombek señaló que sin pecar de soberbio él ve como “obvia” la importancia de una sinergia entre ambos. “A mí me resulta obvio porque la ciencia y la tecnología son parte del desarrollo productivo del país, pero no por ser obvio no tenemos que insistir en esto. Hay una razón educativa. Pensar científicamente hace que te vaya mejor en lo que hagas, en tu laburo, en el comercio, en tu vida personal. No te digo que tengas que ir a todo lo tengas que pensar, tamizar por un pensamiento científico, pero te va a ir mejor”, destacó el científico. Y agregó: “No entenderlo es una miopía que no deja de sorprenderme”.”Una de las de las consecuencias de la teoría general de la relatividad de Einstein es tener hoy el GPS. Sí, básicamente es así. Nadie lo pensó. No creo que Einstein haya estado pensando en el Google Maps”, bromeó para explicar el punto de por qué es importante pensar en abstracto a veces para poder aplicarlo a la realidad. “Hoy tenemos teléfonos celulares, tenemos carrera espacial porque estuvo el Estado primero y no hay contraejemplo. Apelo a la historia. La historia de cualquier cosa que dé guita y que avance, que dé trabajo, que avance. El sistema productivo tiene financiamiento estatal previo. No existe que sea al revés. No existen casos de emprendedorismo sin que haya ciencia detrás”, planteó. El todopoderoso Newton Para cerrar la amena charla, Golombek afirmó lo que muchos científicos piensan a lo largo del mundo: que Newton es quien verdaderamente provocó un cambio radical en la forma de entender la ciencia por parte de la humanidad. “Hay tal concepto de revolución científica de cuando algo se pone patas arriba. No se habla mucho de la revolución copernicana. Y yo no soy experto, pero hablo con gente que sabe del tema. Y sí, fue una revolución, pero atada con alambre. No la revolución darwiniana. Tardó 30 años en publicar su libro”, reflexionó. Y aseveró: “Newton puso el mundo patas para arriba en muchas ramas, en el cálculo infinitesimal, en la mecánica newtoniana, que permitía explicar cómo se mueven los planetas con algún error que tenían los físicos en la óptica, solo la pifió un poco con la alquimia”. Golombek, que es inquieto por naturaleza, justamente trabaja en una obra de teatro sobre Newton y aseguró que este científico hizo tantos cambios revolucionarios que a veces “no queda otra cosa que pensar que era un extraterrestre”.

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