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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/04/2025 04:37
Matías Tissera llegó a Huracán a principios de este año Le habían prometido que se iba a terminar pronto. Que era cosa de apenas un par de días hasta que se aclarara la situación. La sorpresa inicial de Matías Tissera, el delantero de Huracán detenido el primero de abril en Ezeiza cuando viajaba junto al primer equipo para el debut contra Corinthians en Brasil por la Copa Sudamericana, se convirtió en pesadilla. De la esperanza inicial de declarar por zoom en una causa en su contra por extorsión en grado de tentativa a llevar 26 días detenido en la cárcel de Bower, la más importante de Córdoba, la que fue bautizada por sus internos como “el penal del infierno”. Por estas horas, la fiscal Silvana Fernández que lleva su caso determinará si lo excarcela aunque siga vinculado al proceso o si lo deja detenido hasta el juicio oral. Todo hace prever que será la primera opción la que tomará la funcionaria judicial pero en el círculo íntimo de Tissera ya no saben qué pensar, dado que la causa sigue en secreto de sumario y los riesgos procesales, como una probable fuga o entorpecimiento de la investigación, parecen haber desaparecido hace tiempo y aún así, aunque el pedido de excarcelación se hizo el lunes pasado, las jornadas pasan y el futbolista sigue en la cárcel. El complejo penitenciario de Bower, donde Tissera permanece detenido Sus días allí según cuentan quienes lo asisten y funcionarios del Servicio Penitenciario tienen altos y bajos. La había pasado mal apenas ingresó porque lo derivaron a un pabellón común con delincuentes de toda laya que le explicaron la mecánica tumbera y con los modos tumberos a alguien que en su vida había pasado siquiera por una comisaría. Y tuvo que hacerse fuerte de entrada. Por suerte al rato lo cambiaron de pabellón donde comparte celda con detenidos de características poco cercanas a lo que se denomina “la villa” en los penales. Ahí está por ejemplo con un abogado acusado de defraudación, con algunos sindicalistas que tienen causas por asociación ilícita y también con los dueños de una constructora llamada Márquez y Asociados, imputados por estafas reiteradas por cobrar casas que después no construían. Ironía del destino, Tissera está imputado por organizador de una tentativa de extorsión sobre el dueño de la firma Vilahouse, Florencio Ferrara, que lo estafó en forma similar: el jugador había comprado un terreno en Rojas, su ciudad natal, y pagó 10.000 dólares a esa empresa para que le hagan una casa prefabricada, donde iba a vivir su cuñada. Pero jamás se hizo esa construcción y después de muchos intentos de negociaciones que siempre terminaron truncos y mientras jugaba en Bulgaria, Tissera decidió recurrir a los oficios de gente conocida, entre ellos un personaje muy oscuro llamado Luis Suárez, para intentar que le devuelvan el dinero. Suárez según la Justicia fue con otros seis hombres y extorsionó al dueño de la firma con la anuencia del delantero. Y como la presunta víctima hizo la denuncia, se abrió el proceso judicial que tiene al futbolista preso hace casi un mes. ¿Cómo pasa sus jornadas detenido? “Está muy ansioso y tiene días y días. Yo le dije que se tome esta situación como que lo lesionaron en un partido y está en recuperación. El pabellón en el que se encuentra está en buenas condiciones y su alimentación es correcta. Pero no ve a su esposa ni a su hijo hace más de tres semanas y eso sí lo desespera. Sólo mantiene comunicaciones por teléfono. La fiscal debe entender que no hay riesgo de fuga y dejarlo en libertad cuanto antes”, le dice su abogado, Alfonso Allende Posse, a Infobae. Tissera está preso desde el 1 de abril Según fuentes del Servicio Penitenciario Cordobés, Tissera tiene un régimen por el cual puede salir al patio y se está entrenando por su cuenta allí durante dos horas por día. Claro que no es el lugar para que un deportista de alto rendimiento pueda mantener su físico como para volver a jugar de inmediato en cuanto recobre su libertad. Por otro lado, la alimentación la complementa con pedidos al exterior que le aportan familiares de los otros detenidos en el mismo pabellón, a los que luego se les transfiere el dinero, y tiene contacto sólo telefónico con su familia. “Fue decisión de él que no vayan a verlo. No quiere que nadie lo vea en esa situación. Imagínense lo violento que es para una esposa o un niño de tres años asistir a una reunión en un penal. Más para un chico sano que lo único a lo que se dedicó en su vida es a hacer deporte”, afirma su letrado. Tissera también mata el tiempo leyendo libros vinculados al fútbol, tanto de ficción como los del autor Eduardo Sacheri como biografías de grandes jugadores y al haber un buen vínculo entre los detenidos en el Módulo MDI del Pabellón E del penal de Bower, también hay espacio para juegos de azar y estar al tanto de toda la actualidad del fútbol argentino. “Hemos hablado con él y le dijimos que esté tranquilo, que lo esperamos y lo necesitamos acá en el plantel. Sabemos que escucha los partidos y está pendiente de cada resultado del equipo. Para nosotros era muy importante futbolística y humanamente dentro del grupo y ojalá ya la próxima semana pueda reintegrarse a los entrenamientos en La Quemita”, aseguran en Huracán, que confirman que enviaron a la Justicia cordobesa todos los contratos del jugador para demostrar el vínculo y fortalecer el pedido de excarcelación que hizo su defensa. En este caso, si bien los abogados pretenden que cambie también la calificación del hecho de extorsión a coacción, que tiene un mínimo excarcelable, la fiscalía está por ahora lejos de conceder ese pedido. Sí es distinta la situación de dejarlo en libertad. Allende Posse ya presentó todos los papeles que demuestran la imposibilidad de que Tissera eluda el accionar de la Justicia y hasta se pusieron a disposición de lo que Migraciones decida cada vez que Huracán tenga que salir al exterior para jugar por la Copa Sudamericana. ¿Por qué ante esto la fiscal aún no resolvió? Según sus colaboradores todavía faltaban llevar adelante algunas medidas de prueba y pensaban que era mejor realizarlas con los involucrados en el hecho detenidos y no en libertad. Esa parte del proceso parece estar finalizando por estas horas por lo que si no ocurre nada extraño, Tissera recuperará su libertad a comienzos de la próxima semana. Mientras, calma la ansiedad entrenando en el patio del penal, leyendo, y viendo desde la cárcel el buen andar de un Huracán para el que había marcado dos goles en sus primeros encuentros y se perfilaba como para tener una temporada muy fructífera, que ahora quiere recuperar.
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