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Federal » El Federaense
Fecha: 27/04/2025 11:00
En medio de un escándalo que ha sacudido a la política local de Cantabria, una alcaldesa ha sido objeto de una investigación tras una curiosa búsqueda en Google. Todo comenzó cuando se encontró que la funcionaria externa había consultado “cuál es la pena de una mordida en política”, un acto que ha desatado una serie de eventos desafortunados para su carrera. La situación se ha vuelto aún más complicada cuando su predecesor, quien la había denunciado, fue también involucrado en un chat donde intercambiaban bromas sobre cómo destruir información municipal. La Guardia Civil, conocida por su rigurosidad, no ha perdonado a nadie en esta trama y ha comenzado a rastrear no solo las búsquedas en internet, sino también los mensajes de Whatsapp de todos los implicados. La falta de compasión parece ser la norma en este caso, abriendo un camino lleno de dificultades para quienes están en el epicentro del escándalo. La alcaldesa se encuentra en una encrucijada, cada vez más preocupada sobre si la inclusão de su hermana en la subcontratación podría considerarse un delito. Mientras tanto, un fiscal implacable ha declarado que se han “adulterado contratos en su beneficio”, causando un gran revuelo y dejando a más de una decena de personas bajo el foco de la investigación. Las enseñanzas son claras: lo que uno busca en Google y lo que escribe en Whatsapp puede convertirse en pruebas contra uno mismo. El equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Guardia Civil parece no tener amigos, y esta situación ha llevado a muchos a reflexionar sobre el manejo de su información personal y profesional. Si alguna vez se encuentra con dudas sobre lo que hace, quizás sería mejor revisar sus búsquedas recientes en Google. Por curiosidad, los míos incluyen temas muy diversos, desde Cardenal Osoro y su afirmación de que no será “papable”, hasta asuntos de Aemet y la Semana Santa. Por otro lado, un intento de indagar sobre guerras de clanes y Torrelavega, en medio de tiroteos que han sacudido la región, ha captado mi atención. Sin olvidar los lobos muertos en Cantabria de los que hablamos. También he estado investigando tratamientos con EPI, esa técnica que me ha dejado viendo estrellas en manos de mi fisioterapeuta. Y para añadir un poco de humor: hasta me atreví a buscar “cómo robar un banco” (solo bromeando, por supuesto).
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