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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/04/2025 22:33
El penal anulado a Barcelona en la final contra Real Madrid a instancias del VAR con el partido 2-2 El duelo que disputaron Barcelona y Real Madrid en el Estadio La Cartuja de Sevilla para dirimir al propietario de la Copa del Rey tuvo una faceta aparte enfocada en la actuación arbitral de Ricardo de Burgos Bengoetxea y su colega en el VAR, Pablo González Fuertes. El escándalo que se generó en las horas previas al gran partido puso una lupa sobre cada determinación. El partido estuvo lejos de ser tranquilo para la terna arbitral y a los 15 minutos hubo una acción que abrió el debate. El centro rasante de Lamine Yamal se topó con la mano de Federico Valverde en el área, pero de Burgos Bengoetxea optó por no considerarla. Fue un acierto del juez principal, porque en el análisis arbitral contemporáneo, a partir de las últimas directrices de FIFA e IFAB, resulta esencial entender que “no todos los contactos del balón con la mano o el brazo constituyen infracción”, tal cual marca la IFAB. Una de las situaciones más claras en este sentido es aquella en la que la mano acompaña un movimiento corporal natural hacia el suelo. Tal como se observa en esta acción, la posición y el desplazamiento del brazo son consecuencias lógicas de la dinámica corporal del jugador, quien no busca en ningún momento ampliar su espacio corporal ni bloquear el balón de manera deliberada o negligente. “Se considerará que un jugador ha conseguido que su cuerpo ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de su mano o brazo no sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta o no se pueda justificar por dicho movimiento”, indica el reglamento de la IFAB. En estos casos, el árbitro debe interpretar que no existe infracción y por lo tanto permitir la continuidad del juego, entendiendo que se trata de un movimiento corporal justificado dentro del desarrollo natural de la acción. Este tipo de interpretaciones exige algo más que conocimiento reglamentario: demanda una comprensión profunda de la biomecánica del cuerpo humano en contexto de juego. Es aquí donde se separan los árbitros formados con criterio de aquellos que aplican el reglamento de manera estrictamente literal. Las polémicas en la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid A lo largo de la primera etapa hubo aciertos al anular el gol de Jude Bellingham por un fuera de juego y también al pitar otro offside de Vinicius Jr. cuando se iba mano a mano con Wojciech Szczesny. Aunque no pasó inadvertido sobre el final del tiempo inicial el agarrón de Dani Ceballos sobre Pau Cubarsí. El defensor blaugrana intentó llegar a empujar una pelota abajo del arco tras un córner que nadie alcanzó a tocar, pero el hombre del Merengue lo tomó de la camiseta: debió sancionar penal. No importa si el contacto parece leve o casual: lo que define todo es el efecto. Si el rival pierde el equilibrio, no puede jugar el balón o ve afectado su desplazamiento, el árbitro debe sancionar. La clave no está en la fuerza del choque, sino en cómo altera la jugada. El partido para entonces estaba 1-0 a favor del Barcelona gracias al golazo de Pedri, pero todo se modificó en el complemento cuando Kylian Mbappé marcó el empate de tiro libe a los 70 minutos y, siete minutos más tarde, Aurélien Tchouaméni dio vuelta el marcador para el 2-1. Sin embargo, Lamine Yamal dio una brillante asistencia sobre el cierre para que Ferrán Torres ponga el 2-2 que forzaría el suplementario. Fue en este marco que se desató la tercera gran polémica de la jornada: en la última del tiempo regular, Raphinha enganchó dentro del área, Raúl Asencio le cruzó la pierna y el juez pitó el penal que podía significar el título del Blaugrana. Sin embargo, González Fuertes revisó la acción desde el VAR y lo llamó para reconsiderar su determinación. Luego de las repeticiones, de Burgos Bengoetxea decidió anular el penal que había sancionado. Fue un acierto la advertencia que realizaron desde el VAR, ya que no existió un contacto suficiente como para considerar una falta. Con el 3-2 de Jules Koundé a segundos del cierre del suplementario, que significaría el título, el árbitro anuló a instancias de su juez de línea una jugada que bien podría haber terminado en penal contra Kylian Mbappé. Previamente, en el inicio de la maniobra, había un fuera de juego de un futbolista merengue que invalidó todo lo que sucedió a continuación. La jornada de tensión terminó con una expulsión de Antonio Rüdiger, quien se encontraba en el banco de suplentes tras haber sido sustituido minutos antes: fue acusado de arrojar un objeto al árbitro. Hay que tener presente que en la conferencia de prensa previa al duelo, el árbitro De Burgos Bengoetxea rompió en llanto, denunciando un clima de presiones. Su mirada estaba enfocada en los análisis que realizó el canal del Merengue, RMTV, sobre sus actuaciones. Cuando crecían los rumores que indicaban que incluso el Real Madrid analizaba no presentarse a jugar la final, la Casa Blanca confirmó que disputaría la final pero dejó en claro que estaba disconforme con el accionar de los jueces designados para este juego. Los goles del triunfo 3-2 del Barcelona sobre Real Madrid en la final de la Copa del Rey
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